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El Buscón

"Hacer un Tortosa": la curiosa estrategia de Torra para anular a Casado

Quim Torra.

"Sigo pensando que la mejor respuesta al Sr. Casado es hacer un Tortosa: máxima indiferencia a sus palabras: focus en trabajar para hacer efectiva la república!". El presidente de la Generalitat ya tiene el antídoto perfecto contra los constitucionalistas. No hacerles ni caso. Como si no existieran. En lugar de perseguirlos, escrachearlos, pintar los negocios de su familia, silenciarlos en los medios adictos, amordazarlos en el Parlament, Quim Torra prescribe una receta que considera de lo más eficaz: "Hacer un Tortosa". ¿Y en qué consiste tal tratamiento?, se pregunta la mayoría de los catalanes que tienen a bien asomarse a las redes para atender a los tuiteos de su 'president'. 

La lista más votada

Ocurre que hace unos días Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos en Cataluña, se acercó hasta Tortosa, la localidad tarraconenses del Bajo Ebro, que se hallaba en fiestas. Algunos medios digitales, que sobreviven merced a las subvenciones oficiales, publicaron un vídeo en el que Arrimadas aparecía acompañada tan sólo por gente de su partido y una nube de periodistas. No había nadie más, informaban. Incluso Ramón Cotarelo, uno de los 'politólogos' madrileños que han encontrado confortable cobijo a la sombra del 'procés', escribió sobre el particular. La soledad de Arrimadas, concluía, más o menos, como dando a entender que la cabeza de la lista más votada en las últimas autonómicas es prácticamente nadie en Cataluña.

Casado advirtió a Pedro Sánchez, en su encuentro en Moncloa, que el PP está vigilante ante los excesos de los independentistas para, si es el caso, promover la aplicación de un nuevo 155. A Torra el asunto le ha debido escocer ya que, raudamente, ha respondido con el mencionado tuit, que sugiere no hacerle ni caso al presidente de los populares. Un consejo que ya es ley en TV3 y otros medios afines puesto que al PP apenas se le dedica atención salvo para arremeter contra ellos. La reacción de Torra indica, sin duda, que la actitud de Casado ha escocido. Es diametralmente opuesta a la que mantiene el presidente del Gobierno, empeñado en sacar adelante un difícil diálogo con los secesionistas, cuyo único objetivo es la autodeterminación y la puesta en libertad de los presos golpistas. 

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