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El Buscón

Gerardo Díaz Ferrán tiene un 'protector' que le hace de escudo en la cárcel de Soto

Gerardo Díaz Ferrán pasa mucho más tranquilo sus días de encierro en la cárcel de Soto del Real. A la espera de juicio, el expresidente de la patronal española y del imperio Marsans ha superado sus ataques de ansiedad y sus serios problemas de salud de las primeras semanas de presidio. Ahora Díaz Ferrán pasa sus días como recluso preventivo de una forma más tranquila y hasta apacible.

Ello se debe, fundamentalmente, a que un veterano interno de ese centro penitenciario se ha convertido en su 'protector', su compañero de fatigas, confidente y hasta 'amigo'. Algo así como su escudo en ese ambiente hostil de la cárcel donde fue recibido desde las galerías, hace ya cuatro meses, a gritos de "chorizo" y "delincuente". Al estilo de aquellos Juan Asensio o Emilio el Gitano, los dos 'colegas' que acompañaron a Mario Conde en sus dos primeras estancias en prisión. "Don Mario" les escuchaba y atendía sus sugerencias y hasta despejaba sus dudas y sus cuitas.

Díaz Ferrán ha cumplido 70 años entre rejas y ahora aguarda con paciencia oriental a que la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le siga rebajando el montante de la fianza, que arrancó en 30 millones de euros y ahora está fijada en 10 millones. Su defensa confía en que siga bajando hasta poder hacerle frente, en evolución similar a la fianza impuesta a Francisco Correa, principal encausado de la 'trama Gürtel'.

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