Rosell devuelve a Montoro su luna de miel con los sindicatos de funcionarios

Ya nadie debe albergar dudas de que el presidente de la patronal CEOE no tiene pelos en la lengua. Lo demostró recientemente cuando, delante de los micrófonos, se preguntó en alto cuántos funcionarios sobran. ¿300.000, quizás 400.000? Hay grasa en todas partes, concluyó, no sin antes proponer el envío de muchos de ellos a casa, ponerles un subsidio y evitar, así, que “estén en la Administración consumiendo papel, teléfono y tratando de crear leyes…”.

El ataque de Joan Rosell a los empleados públicos tuvo muchas reacciones, pero la más curiosa fue, quizás, la del propio Gobierno. El ‘número dos’ de Cristóbal Montoro en Hacienda, Antonio Beteta, no solo lamentó las declaraciones del jefe de la patronal sobre los funcionarios, sino que le exigió prudencia y mesura a la hora de valorar su trabajo. “La gran mayoría de los empleados públicos son unos excelentes profesionales, que actúan con el mismo rigor y profesionalidad que en el sector privado”, le respondió. El gesto ha sido tan bien acogido por los sindicatos de la función pública que el principal de ellos, el CSIF, se ha dirigido por carta al Ministerio de Hacienda para agradecérselo y, al mismo tiempo, para invitar a sus altos cargos a reanudar el diálogo sobre asuntos espinosos que habían dejado hace tiempo en suspenso.

Entre ellos se encuentra la recuperación de la paga extra de Navidad, que fue eliminada el año pasado. La Audiencia Nacional ha dudado de la constitucionalidad de esta medida y después se ha conocido una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid en la que reconoce a los empleados públicos su derecho a cobrar parte de esta paga. Para reanudar la negociación con los sindicatos, Hacienda estudia los criterios técnicos que pueden despejar el bloqueo que se había dado hasta ahora.

En la salida que ha tenido Hacienda a favor de los funcionarios y en contra del disparo de CEOE hay otra clave que no conviene perder de vista: en el Gobierno se opina que la patronal se encuentra bastante desnortada desde que Alberto Nadal ha pasado a la Administración, como ‘número dos’ de Industria, y desde que se intuye que José María Lacasa, su secretario general, está en retirada.