Publicado: 28/06/2016 04:00
La fiesta no estaba preparada y se quedaron sin bebidas. Los camareros de 'La Peseta', un bar en la calle Zurbano cerca de la sede del PP, recordaron a Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Cristina Cifuentes que las normas del Ayuntamiento obligan a cerrar a las dos de la mañana y se tuvieron que ir.
Los líderes del PP estaban la madrugada del lunes que se salían. Algunos empleados y dirigentes fueron a un local cercano a celebrar el triunfo en las elecciones generales. A los pocos minutos acudió la presidenta Cifuentes y luego Mariano Rajoy y la vicepresidenta Sáenz de Santamaría.
El baile del balcón de Génova continuó en este bar en el que los militantes de base del PP que estaban en el local alucinaban de la marcha que tenía el presidente del Gobierno en funciones, vencedor de la noche. Se hicieron decenas de ‘selfies’ con el presidente, mientras la gente de Nuevas Generaciones del PP vitoreaba a su líder.
Uno de los que más contento estaba en la noche de fiesta era Jorge Moragas que ha sido el gran vencedor, junto con el presidente, por los resultados logrados en las generales donde ha sido director de campaña.
Los camareros tuvieron que advertir con la clásica ‘apagada’ intermitente de luces que había que cerrar el garito
Los camareros tuvieron que advertir con la clásica ‘apagada’ intermitente de luces que había que cerrar el garito y los peperos abandonaron ordenadamente el local después de una fiesta inolvidable con su jefe político.
Algunos de los presentes creen que Rajoy soltó lastre en el discurso del balcón después de haber recibido "y aguantado" durante muchos meses ataques a su partido y su persona desde decenas de tribunas. "Estaba como liberado después del balcón", afirmaba uno de los presentes en la fiesta y participó y brindaba como uno más a pesar de que sabe de las dificultades que tendrá para formar Gobierno.
Rajoy se encuentra bien con el PP de Cifuentes, algo que no sucedía con Aguirre y González. Incluso en el mitin de la Plaza de Colón la llamaba presidenta del PP de Madrid, cuando en realidad preside la gestora popular en la Comunidad.
En el PP de la región estaban eufóricos con los resultados del domingo que le permitirían gobernar, en caso de que las elecciones hubieran sido municipales y regionales, en la ciudad y la Comunidad, siempre con el apoyo de Ciudadanos. Han sido la fuerza más votada en 170 localidades, han aumentado el número de apoyos en 167, han bajado en 9. Se han hecho con la mayoría en 18 distritos de la capital y han subido en los 21.
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