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El Buscón

El PSOE sabe cómo conseguir que Madina vaya al cuarto de baño

Cinco días después de la conferencia política, el PSOE se ha convertido en una especie de jaula de grillos donde prolifera un amplio abanico de cánticos sobre los candidatos que pueden terminar aspirando a las primarias del año que viene. Uno de los nombres que más suenan, sobre el que se vierten las maldades más divertidas, no es otro que el joven diputado vasco Eduardo Madina Muñoz (Bilbao, 1976), a quien no pocos de sus compañeros de escaño ven escasamente preparado para afrontar una cruzada tan ambiciosa como la de gestionar un cartel electoral que tendrá que competir con el del PP a cara de perro, además de dirigir un partido en el que sigue habiendo numerosas tribus.

Una de las anécdotas que cuentan Sus Señorías para explicar mejor que con una foto al desnudo el perfil de Madina, ocurrió recientemente en los pasillos del Congreso. Un diputado le largó a otro socialista amigo en tono ocurrente:

-¿Sabes cómo conseguir que Eduardo [Madina] vaya al cuarto de baño y se mire al espejo?

-¿De qué me hablas?, contestó el otro sorprendido por la pregunta.

-Espera y verás

-¡Oye, Edu! ¿Qué tal estás?

-Bien, esperando la votación.

-¿No te pasa nada? Tienes muy mala cara

-Hummm…A lo mejor es porque he dormido mal, no sé. Bueno, os dejo.

Con el gesto acongojado, Madina les dio la espalda a sus dos compañeros sin cruzar más palabras con ellos, atravesó el patio que separa el edificio viejo del Congreso del nuevo y se metió en el cuarto de baño para examinarse ante el espejo.

-¿Qué te decía? ¡Que terminaba en el cuarto de baño ante el espejo!, le comentó entre risas y con cierto tono de jactancia a su compañero el diputado socialista que alardea de conocer como si le hubiera parido al aspirante al cartel electoral del PSOE.

Más allá de la anécdota, en el Grupo Socialista son mayoría los que opinan que Madina ni tiene cintura ni da la talla por su timidez y falta de seguridad en sí mismo, para afrontar un desafío como el de sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato electoral y líder del partido. ¿Alguien le imagina teniendo que lidiar como presidente del Consejo de Ministros con un problema como el que plantea ahora Cataluña?, se pregunta otro parlamentario.

Pero lo que más molesta en las filas socialistas de Madina no es el silencio y la altivez con la que el todavía hipotético candidato pasea su cuerpo por el Congreso, sino que se haya atrevido, incluso, a comentar en privado que ya dispone de parte de la lista de ministros de los que se rodearía en caso de llegar al Gobierno. En esta carrera tan acelerada, Madina acaba de cambiarse, incluso, de vivienda, un chalet de varias plantas situado en uno de los distritos colindantes con el de Moncloa. ¿Será por falta de ganas?

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