Publicado: 17/11/2012 03:50
La Cumbre Iberoamericana ha acogido a unos 1.200 periodistas. Pocas veces se ve tal aglomeración de reporteros para tan poca información. Con la salvedad de una rueda de prensa de Margallo el viernes y una de Rajoy este sábado, durante dos días sólo hay momentos abiertos a los medios gráficos. Así que las autoridades brindan poca información y todavía menos espacio para las preguntas.
Los discursos de Enrique Iglesias, secretario general de Iberoamérica, Rajoy y su majestad el Rey causaron muchos bostezos entre los líderes latinoamericanos. El propio presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, dio alguna cabezada, probablemente agotado por el viaje…
Los empresarios no fueron invitados al acto de inauguración de la cumbre. De hecho, el mismísimo Juan Miguel Villar Mir expresó su extrañeza. La ausencia de grandes patronos, sobre todo latinoamericanos, fue llamativa. Pero quien sí se dejó ver mucho fue el presidente de Repsol, Antonio Brufau. La cena fue el evento reservado para que los políticos de la otra orilla del Atlántico compartiesen mesa con nuestra clase empresarial.
La Reina pidió que se le pusiesen mantas y no un edredón
La delegación española se hospedó en el flamante nuevo Parador de Cádiz. Sin embargo, desde los interruptores de las luces a los mandos de las duchas, éste resultó demasiado moderno para los integrantes de la comitiva. Un miembro del Gobierno afirmó que tuvo que "hacer un curso de ingeniería de dos horas sólo para apagar las luces".
Respecto a las preferencias de los asistentes, la Reina Sofía pidió que se le pusiesen mantas y no un edredón. Y el vicepresidente argentino pudo disfrutar en su habitación de la cinta para correr que había exigido Cristina Fernández de Kirchner al objeto de ejercitarse durante los dos días de una maratoniana cumbre. Una lástima que la mandataria argentina no pudiese venir por su "ansiedad"… Pese a que la vimos muy recuperada en sus últimas declaraciones sobre su difunto marido y el Rey.
Además, hemos averiguado que el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, no sólo se ha graduado por la Universidad de Illinois y la de Lovaina; también sabe de hipotecas y desahucios, porque consideró insuficientes las medidas tomadas por el Gobierno español.
Los gaditanos se han tenido que habituar a vivir con el fuerte dispositivo policial. Aunque sea un engorro, este Buscón no tiene dudas de que los gaditanos sacarán provecho de la Cumbre. Seguro que algunas de las agrupaciones del Carnaval ya están preparando algún cuplé sobre el tema.
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