El yerno de Artur Mas: abogado de origen andaluz y aficionado a los toros

El ex president Artur Mas tiene un yerno de origen andaluz, Rubén Torrico, casado en 2013 con su hija mayor Patricia. Recientemente han sido padres de dos gemelas, Helena y Gala, que según cuentan a este Buscón hacen las delicias del abuelo Artur. La vida profesional de Torrico es próspera. En 2012 fundó junto a Borja Prado el bufete Lexben Advocats, que tras un comienzo incierto por fin empieza a despegar.

Los Mas-Torrico podrían protagonizar una segunda parte de la película Ocho apellidos catalanes. Su consuegro, Ángel Torrico, es natural de Hinojosa del Duque (Córdoba), y emigró a Sardañola del Vallés (Barcelona) en 1971. El yerno, de segundo apellido Franco, viaja con frecuencia a Sevilla por motivos profesionales, momentos que a veces aprovecha para hacer escala en el pueblo de su familia.

La despedida de soltero de Torrico fue con una capea, según publicaron algunos medios

Para despedirse de su vida de soltero, Torrico organizó una capea, según publicó algún medio. No se supo si capea sin muerte o una tienta en la que solo se pone a prueba la bravura del toro. El protagonista ni desmintió ni confirmó la noticia. Lo que está claro es que Artur Mas no se distingue precisamente por su afición taurina. En Cataluña están prohibidas las corridas de toros. Quedaron exentos los “correbous” (toros embolados y ensogados).

Otra anécdota más de la biografía de Torrico: en 2012 organizó el Fòrum Lexben con el título de Catalunya davant dels nous reptes socials i jurídics. Entre los participantes, Oriol Pujol y Albert Rivera, líder de Ciudadanos y auténtica bestia negra de Artur Mas.

Estas pasadas Navidades, mientras vivía pendiente de la CUP con vistas a repetir como presidente de la Generalitat, Artur Mas y su mujer, Elena Rakosnik, visitaron Hinojosa del Duque, donde tuvieron que hacer frente a alguna pregunta incómoda sobre el soberanismo, aunque la amabilidad fue la tónica de las relaciones con los vecinos. El entonces candidato disfrutó de la bondad del jamón de Los Pedroches, como él mismo reconoció.