Quantcast

El Buscón

Mas se salta hasta las leyes de tráfico: aparca en un prohibido para ir a nadar

Imagen del Audi 4 de Artur Mas mal aparcado.

El presidente en funciones de la Generalitat, Artur Mas, empieza a desconectarse de las leyes, pero… ¡no españolas! sino del Ayuntamiento de Barcelona al incumplir las normas de aparcamiento. Este domingo por la mañana, alrededor de las 11 horas, un grupo de cuatro escoltas de los Mossos d’Esquadra acompañaron en el Audi A6 oficial del todavía president –a la espera de lo que decidan los radicales antisistema de la CUP el próximo día 9 de noviembre si le dan su apoyo o no para investirle- a Mas para que éste pudiera practicar su tradicional rutina de la natación.

El president quiere mantenerse en forma a la espera del tenso debate de investidura que le aguarda y de comprobar si el Parlament vota finalmente su propuesta de resolución para “desobedecer las leyes españolas a favor de la República catalana”. Quizás en esa hipotética “República”, Mas no quiera dar importancia a las normas de circulación y de aparcamiento. La cita era en un conocido club deportivo de la zona alta de Barcelona, que tiene su entrada a través de un parque señorial en la noble calle Ganduxer de Barcelona, precisamente la misma calle donde la semana pasada la Guardia Civil por orden judicial registraba la sede de una de las empresas investigadas por corrupción del clan Pujol y donde se encuentra el restaurante Vía Veneto, lugar de encuentro de empresarios y políticos aburguesados del PSC, PP y Convergència.

Mas bajó del imponente Audi A6 gris metalizado, acompañado por dos escoltas que le precedían a escasos dos metros, y con un pantalón deportivo largo azul marino y una sudadera blanca cruzó el parque y bajó una pendiente hasta la entrada del club. Entró sin saludar a los abonados, con el semblante muy serio y cabizbajo como si quisiera pasar inadvertido. Introdujo su tarjeta y accedió a la “zona del vestuario de la piscina” con paso seguro en una de las instalaciones deportivas más exclusivas de Barcelona cuya tarifa mensual no baja de los 70 euros.

Hasta aquí parecería que el president en funciones, que depende de volver a serlo cuatro años más de la CUP –a las antípodas de su ideología aburguesada hoy convertido al separatismo-, iba a mantenerse en forma nadando unos largos en la piscina. Pero lo que no gustó a los ilustres vecinos de esta calle de la zona burguesa de Barcelona es que el president estacionara frente a una señal de “prohibido aparcar 24 horas” colocada a la entrada del parking de una lujosa residencia de aparcamientos donde cada “piso” tiene una media de superfície de 250 metros cuadrados.

Era domingo, es cierto, pero las reglas del aparcamiento en Barcelona deben cumplirse por igual por parte de todos los ciudadanos, incluido el presidente en funciones de la Generalitat. Mas se ausentó durante una hora y media. Mientras, los dos escoltas que esperaban en la parte delantera del vehículo,aguardaban mal aparcados leyendo la prensa. Un muy mal ejemplo de Mas o, quizás, la antesala de su modelo de Cataluña donde incluso el president de la Generalitat incumple las normas de circulación… y de aparcamiento.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.