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El Buscón

Alfonso Cortina llora por su mansión: ¿habrá piqueta para su villa en Formentor?

Construcción de Villa Cortina.

Primero cortaron el agua. Luego llegó el desahucio. Más tarde el juez dijo que había que demolerla. Y en eso se está ahora mismo. La mansión del empresario Alfonso Cortina en el Cabo Formentor, un 'casoplón' de varias plantas en un paraje natural privilegiado, lleva un año esperando la piqueta… pero esta nunca acaba de llegar.

Pollença, localidad al norte de Mallorca, es el idílico entorno donde el expresidente de Repsol puso el ojo para regalarse un chalet de ensueño, rodeado de una vegetación exuberante y a salvo de miradas indiscretas. Pero un 'inoportuno' detalle legal, rastreado por este Buscón, le está impidiendo al empresario disfrutar a gusto de su inmodesta casita con piscina.

Para tratar de esquivar la excavadora, Cortina plantó unos arbolitos, pero su estrategia no ha dado resultado

La vivienda, polémica incluso antes de que se pusiera la primera piedra en 2007, ha sido paralizada en varias ocasiones desde entonces (un vecino chivato dio la voz de alarma a la justicia). Pero, poco a poco, y demanda arriba demanda abajo, el edificio llegó a terminarse. Lo de menos hasta ahora parece haber sido el "monumental impacto ambiental" que dice la justicia que ha provocado.

La fabulosa mansión, diseñada al más puro estilo Mies Van der Rohe, sigue intacta, con sus tres ilegalísimas alturas visibles desde mar y aire en medio de la espesura de los bosques mediterráneos. Para tratar de esquivar la excavadora y ablandar a la justicia y a los políticos locales –la coalición progresista Junt Avançam es un hueso duro de roer– Cortina había plantado unos árboles (medio millón de euros de arbolitos) rodeando la casa. Pero el impacto visual sigue ahí, y el trabajo lento y laborioso de la justicia, también. Villa Cortina está ya en el tiempo de descuento.

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