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Las principales economías mundiales tienen sus tipos de interés históricamente bajos, lo que se conoce como 'política de tipos cero', algo que comenzó en Japón hace muchos años.
En la Eurozona, la reciente crisis de finales de la pasada década se saldó con compras de deuda y bajadas de tipos de interés que llevaron incluso al Euribor o la rentabilidad del repo a terreno negativo, algo nunca visto.
Puede decirse sin equivocarse que parte de esta crisis la ha pagado el ahorrador, que ha visto anularse prácticamente la remuneración al propio ahorro.
Así, productos como las cuentas bancarias de alta remuneración han desaparecido. La propia cuenta o el depósito ofrecen otros servicios (incluso regalos, el más alto de hasta 150€ en metálico) en lugar de altos intereses y el cliente debe ser consciente de ello: no es un capricho o una mala práctica bancaria, es que el mercado monetario no da más margen.
A cambio de vincularse con la entidad bancaria, el titular podrá disfrutar de un nuevo modelo que otorga menor remuneración pero por el contrario ofrece, en la mayor parte de los casos sin ningún tipo de comisión, nuevos servicios, ventajas e incluso alguna prima de llegada.
Cuentas como la Cuenta Clara de Abanca ofrecen cero comisiones, facilidades para retirar en cajeros incluso del extranjero, una segunda cuenta remunerada a la que se traspasa automáticamente el dinero que excede el umbral de 3000 euros en la cuenta de ahorro y un retorno en efectivo para quienes domicilien su nómina.
Un mix de servicios y retribución, dentro de lo que permiten los bajos tipos de interés, que es la mejor opción para el cliente, al tratarse de una solución integrada, ya que va vinculada a los servicios online y a la posibilidad de sacar en más de 12.000 cajeros automáticos.
Pero parece complicado creer que en un plazo medio de tiempo los tipos de interés permitirán a las cuentas y depósitos ofrecer rentabilidades elevadas. La figura del rentista ha pasado a la historia. A cambio, la cuenta bancaria es la herramienta online para gestionar pagos y ahorro.
En el caso de la Cuenta Clara de ABANCA, el producto es además la puerta para un paquete servicios gratuitos que también pueden servir para diferenciar las ofertas de los diferentes bancos: automatismos para ahorrar como la Cuenta Calderilla o el traspaso automático de fondos a una cuenta de ahorro remunerada, herramientas para enviar dinero de forma ágil y gratuita o pagar en comercios con el móvil, sin tarjetas.