Juan Carlos Escotet Rodríguez
DESTACADO
El cambio climático es una evidencia que no se puede negar. Y todos los elementos de la sociedad, empresas, asociaciones y gobiernos pueden aplicar medidas para reducir los efectos negativos. En el sector bancario, 130 bancos a nivel mundial se han sumado al programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, comprometiéndose a adoptar medidas que permitan un desarrollo sostenible y reduzcan la huella ecológica.
De las entidades firmantes, hay cinco con sede en España. Entre ellas se encuentra ABANCA que ya ha tomado la iniciativa para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Es un indicador que mide en qué forma la demanda humana de recursos afecta a los diferentes ecosistemas. Teniendo en cuenta tanto la actividad productiva necesaria para producir recursos como la actividad necesaria para tratar los residuos generados.
Se estima que un 20% de la población vive en grandes ciudades que consumen un 60% del PIB mundial. Es decir, que la huella ecológica de los países desarrollados no solo es muy alta, sino que influye de forma notable en el resto del planeta.
Tanto las personas como las empresas dejan una importante huella ecológica que está contribuyendo al agotamiento de los recursos y el incremento de la contaminación, acelerando con ello los cambios en el clima.
De ahí que en los últimos años hayan surgido movimientos para defender el ecosistema. En realidad, hay muchas medidas que se pueden poner en marcha tanto a nivel doméstico como a nivel empresarial, por ejemplo:
En el caso de la banca desde hace ya algunos años se vienen tomando medidas para reducir el impacto ambiental de esta actividad.
Una de las medias más importantes es la de registrar la huella ambiental para así ser conscientes de ella y poder adoptar luego medidas que ayuden a reducirla año tras año.
Las acciones adoptadas son muy variadas, desde reducir el consumo de papel a incentivar el ahorro de agua entre los empleados. El uso de detectores de presencia para automatizar las luces o impulsar el sistema de banca online para reducir la necesidad de oficinas físicas.
En el caso de ABANCA son varias las medidas que se han tomado en los últimos años para reducir la huella ecológica y contribuir así a reducir y retrasar los efectos del cambio climático.
La entidad busca tener un papel activo en la creación de una economía que sea más sostenible, liderando la que será la nueva forma de hacer finanzas en el futuro.
Para conseguir este objetivo ABANCA ya ha puesto en marcha medidas como la colaboración con fondos de inversión que sean socialmente responsables, la colaboración en proyectos de energías renovables y en proyectos verdes para mejorar la eficiencia en el sector primario.
Además de trabajar en grandes proyectos, la entidad también está haciendo algunos cambios en sus oficinas con el objetivo de convertirlas en sedes energéticamente inteligentes, a la vez que apostando por la política de cero papel y el transporte sostenible.
En relación con sus clientes, el banco ya dispone de productos que van claramente orientados a ayudar a los particulares a reducir su huella energética. Es el caso de los préstamos para la financiación de vehículos eficientes y para las reformas domésticas que impliquen una mejora de la eficiencia energética e incluso el uso de energías renovables.
Presentados en 2018 y lanzados oficialmente en septiembre de 2019, los Principios de Banca Responsable del programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, a los que ahora se adherido ABANCA, buscan dar lugar a una nueva era en el sector financiero.
Creando un escenario que permita el desarrollo económico de los países y sus sociedades sin que eso tenga que suponer un perjuicio para el medio ambiente. Con una nueva cultura bancaria que cree una prosperidad que pueda ser compartida por diferentes generaciones a nivel mundial.
La pertenencia de ABANCA a este programa implica que en los próximos años seguirá tomando medidas para reducir su huella ecológica a fin de cumplir los compromisos internacionales adquiridos.
Todavía queda mucho camino por recorrer y las entidades bancarias y otras empresas van a tener que efectuar numerosos cambios para conseguir seguir ofreciendo sus servicios pero de forma mucho más eficiente desde un punto de vista energético y menos contaminante.