Trucos para poder comer dulce este verano sin coger esos kilos de más

Una vez terminada la ‘operación bikini’, los españoles engordamos entre 3 y 5 kilos en los meses de verano. El tiempo libre y las vacaciones hacen que dejemos de lado los hábitos saludables y caigamos en las tentaciones a las que solemos decir que no durante el resto del año.

Los productos por excelencia del verano, en cuanto a dulces se refiere, son la horchata y los helados. Sin embargo, para no coger esos kilos de más, no hay que olvidarse la rutina alimenticia pre-vacacional. Estos consejos te ayudarán a seguir disfrutando del verano y sus placeres sin renunciar al dulce.

Dulces alternativas

Existen numerosas formas de seguir endulzando el paladar, sin caer en productos demasiado azucarados o refinados. Un truco es sustituir el azúcar por miel, sirope de agave o de arce; e incluso emplear especias como la canela o la vainilla, que aportan dulzor sin remordimientos. Para conseguir los resultados más saludables, la mejor opción es la comida casera, ya que permite controlar los ingredientes y las cantidades.

Darle una vuelta al azúcar

Otra de las alternativas para hacer las paces con el dulce, es la de ingerir alimentos que son azucarados pero acompañados a la vez de una alta cantidad en fibra y proteínas, para bloquear el subidón de azúcar, ya que reducen la respuesta de la insulina en el cuerpo, responsable de la regulación de la glucosa en sangre. En lugar de los helados, un yogur desnatado con frutos rojos, y si el yogur es sin lactosa, las digestiones serán más ligeras. Los caramelos, mejor sustituirlos por uvas y almendras.

La fruta es el "caramelo natural"

La fruta contiene un alto contenido en azúcar (fructosa y glucosa). En cuanto a cantidad de azúcar más equilibrada, los frutos rojos -como las fresas o los arándanos- son perfectos ya que contienen un índice glucémico bajo y un alto poder antioxidante. En segunda posición, las peras, manzanas y melocotones tienen un bajo índice glucémico.

La mejor hora para comer dulce

Al igual que un gran consumo de hidratos de carbono antes de acostarse no es la práctica correcta, el momento más dulce del día tiene establecido un horario para hacer que el cuerpo pueda rendir de la mejor forma y que los kilos de más en verano sean sólo un mito. ¿El mejor momento para tomar un capricho dulce? Los expertos lo tienen claro: después de la comida, sobre todo si ha sido rica en fibra y grasas saludables, puesto que el cuerpo tiene todavía media jornada por delante para poder quemarlo.