Tan solo cinco personas en España tienen el título oficial de facialistas certificados en Kobido, un tipo de masaje de origen japonés con siglos de historia. Pero, ¿qué tiene esta técnica que la hace tan exclusiva? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿En qué se diferencia con respecto a otros masajes faciales?
Kobido, conocido como ‘Antiguo camino de la belleza', nació en 1472 (siglo XV) y es una tipo de masaje facial que se creó a partir del masaje Anma (un masaje terapéutico tradicional). Dos grandes maestros de esta técnica unieron sus fuerzas y fundaron la Casa Kobido en 1472. Juntos, establecieron una serie de técnicas orientadas al rejuvenecimiento facial, lo que hoy conocemos como el masaje Kobido.
A partir de ese momento, la Casa Kobido se convirtió en el lugar de referencia al que acudía la Familia Imperial y la alta sociedad japonesa. Durante siglos, sólo se transmitió de maestro a discípulo. Ya en el siglo XX, el masaje Kobido cruzó las fronteras de Japón de la mano del Doctor Shogo Mochizuki, el vigésimo sexto maestro y actual heredero del linaje Kobido.
“Me enseñó a amar profundamente el arte Kobido como un camino de vida, y a entregarme en cada sesión, en cada gesto, en cada detalle. Porque ni las técnicas más avanzadas están completas si no tocas el alma, y al alma solo se llega desde el corazón”, aseguró Rebeca Wessels, una de las facialistas españolas licenciada por el doctor, cuando obtuvo la titulación oficial.
Masaje Kobido | Foto: Rebeca Wessels
Una técnica única
Las técnicas del masaje Kobido devuelven firmeza, energía, vitalidad y luminosidad a la piel. “Es un masaje muy especial y muy sofisticado porque está creado por grandes maestros”, explica Wessels que se formó con el maestro Mochizuki en París en 2018. Actualmente Kobido es una de las técnicas que utiliza en su centro de Barcelona pero lo combina con otras para ofrecer un servicio más completo.
Una de las curiosidades de los masajes Kobido es que cuenta con más de 1.000 técnicas y sus movimientos se dividen en 48 categorías que contienen múltiples variaciones. Una experiencia que hay que vivirla como cuentan algunas personas que ya lo han probado. “Fue una experiencia única. No solo sentí un gran alivio muscular, sino también efectos de drenaje linfático, lifting y una profunda relajación”, explica Candela.
Un masaje que va más allá de lo estético
Pero si hablamos de los masajes Kobido, no podemos olvidarnos de Josep Lupión, experto desde hace más de 20 años en los masajes faciales japoneses y otro de los cinco españoles que tiene el título de facialista certificados en Kobido, también formado por el Doctor Shogo Mochizuki.
“Los masajes Kobido van mucho más allá de un tratamiento estético. Su visión real es mucho más global, más enfocada a la salud”, asegura a Vozpópuli. Nunca ha dejado de perfeccionar su técnica estudiando, enseñando y practicando a diario. En la actualidad tiene un centro en Barcelona aunque durante el año también acude en determinadas fechas al spa del Hotel Four Seasons de Madrid.
Josep Lupión Porta realizando un masaje Kobido
Lupión ha viajado por todo el mundo y ha recibido sus conocimientos de la máxima autoridad del Kobido, el Doctor Shogo Mochizuki y de los grandes maestros creadores de diferentes técnicas para los masajes faciales. “Se le mal llama lifting facial sin cirugía pero al final depende de lo que estés buscando. Para mí, enfocarlo solo como un tratamiento estético es quedarse en la superficie. Mi enfoque es mucho más emocional”.
“La idea es eliminar emociones mal gestionadas adheridas a los músculos faciales. Y a partir de ahí, con una visión global, entender que la piel es quizá el último exponente donde se reflejan los problemas orgánicos. Todo eso se refleja en la piel, si sabes leerlo”, asegura. De hecho, para este facialista, la belleza es un efecto secundario y colateral que se refleja cuándo la persona está bien, cuando la persona está equilibrada.
El éxito de los masajes Kobido
Muchos centros de estética en España ofrecen, entre sus servicios, los masajes Kobido. De hecho este término se utiliza en Europa como sinónimo de masaje facial japonés. Pero la realidad es que se trata de una marca registrada y es un estilo específico de masaje facial distinto a los demás que se realizan en Japón. De ahí que solo los facialistas que han obtenido el certificado oficial pueden realizar estos masajes, bajo ese término.
Josep Lupión Porta durante una formación
“El Kobido es el masaje más prostituido que existe. Todo el mundo sabe y hace Kobido porque se ha popularizado mucho y porque vende. Pero la realidad es que hay muy poca gente realmente formada. Ha pasado como con el pilates o zumba, se ha popularizado tanto que si a ti te dicen que es Kobido te lo vas a creer”, asegura Josep Lupión, también campeón del mundo de masaje facial. “Yo vivo y respiro para esto”.
Este tipo de masaje se lo puede dar cualquier persona, de cualquier edad, aunque está especialmente destinado para mujeres. “Es una experiencia brutal. Es tan técnico, tan rápido y tan lento, es tan cambiante que el cerebro, que siempre quiere controlar lo que se le hace al cuerpo, llega un momento que dice que no puede más y es entonces cuando desconecta, es muy mágico”, señala Josep Lupión: “Para mí es el masaje de los masajes. No existe masaje más técnico ni más sofisticado”, concluye.