Considerada una de las especias más apreciadas y utilizadas en la gastronomía, la pimienta también ofrece importantes beneficios para la salud. Así lo aseguran los expertos que señalan los beneficios que este condimento puede ofrecernos si la incluimos de manera habitual en nuestros platos. Y es que, aunque se consume en pequeñas proporciones, sus propiedades la convierten en un ingrediente a tener en cuenta.
Originaria de la India y cultivada en zonas tropicales de Asia, la pimienta se utiliza desde la antigüedad, teniendo constancia del uso que hacían de ella los griegos y los romanos. Así lo apunta la Fundación Española de la Nutrición (FEN), que señala los tipos de pimienta que hay, dependiendo del tratamiento que se le da al grano al recogerlo.
Así, podemos encontrar la pimienta negra, la más picante y que se cosecha cuando aún no ha madurado del todo y se seca al sol; la pimienta blanca, que es menos picante y se recoge cuando está ya maduro y se sumerge en agua antes de secarlo; la pimienta verde, que es el grano inmaduro que se conserva en vinagre o agua salada; y la pimienta roja, que normalmente se encuentra en conserva.
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Los beneficios de añadir pimienta a nuestros platos
Tal y como señala la FEN, son varios los nutrientes que destacan en la pimienta, entre ellos proteínas, calcio, hierro, magnesio, potasio, fósforo, riboflavina, vitaminas B6 y C y piperina. Y este último es uno de sus compuestos más admirados. Se trata de una sustancia alcaloide que, además de ser la responsable de su sabor picante, estimula la secreción de los jugos gástricos.
Y es que la pimienta es un gran aliado de la salud gastrointestinal que mejora las digestiones, ayuda a reducir los gases intestinales y mejora la absorción de nutrientes como el calcio.
Además, la pimienta es rica en un compuesto vegetal llamado viperina con potentes propiedades antioxidantes, que previene o retrasa los efectos dañinos de los radicales libres. Su aporte de piperina también convierte a esta especia en un aliado contra la inflamación y de la salud cerebral. Así lo señalan algunos estudios que señalan que su consumo podría ser beneficioso para enfermedades degenerativas como el alzhéimer o el Parkinson.
La pimienta también mejora el control del azúcar en sangre, según las investigaciones, puede ayudar a reducir los niveles de colesterol.
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Algunos estudios también señalan que la pimienta puede ser beneficiosa en casos de enfermedades respiratorias, ya que sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes pueden aliviar los síntomas del asma, la bronquitis y la tos.
Gracias a sus matices aromáticos y a su sabor picante, la pimienta aporta un gran sabor a los alimentos, por lo que además, es uno de los mejores sustitutos de la sal, cuyo consumo los expertos recomiendan controlar.
Contraindicaciones de la pimienta
Aunque a priori, la pimienta puede ser consumida por todo el mundo, se recomienda tener especial cuidado en casos de problemas digestivos. Es una especia irritante, y por eso se desaconseja para quienes tienen úlceras gástricas, reflujo, acidez, enfermedad de Crohn… ya que puede emporar los síntomas.
Además, las persona con hemorroides también tienen que tener cuidado, ya que su consumo puede incrementar el dolor o escozor que estas provocan.