Dicen que la música tiene múltiples beneficios para la salud. Y es que, tal y como señalan los expertos, escuchar música provoca una gran variedad de estímulos en el cerebro que afectan directamente en algunos de los aspectos más importantes de nuestra vida, como pueden ser el estado de ánimo, la calidad del sueño o el estrés y la ansiedad.
Así, más allá de su función artística, la música es utilizada como herramienta terapéutica en medicina, siendo una de las claves para mejorar tanto algunos problemas de salud como nuestra calidad de vida
Tal y como confirman los estudios, la música fortalece el sistema inmunológico, proteger el envejecimiento cerebral, reduce el estrés, combate el insomnio, contribuye a reducir el dolor, reduce la presión arterial y combate el dolor de cabeza. Pero además, según apuntan investigaciones recientes, escuchar música potencia la memoria, por lo que es una práctica recomendada en épocas de estudio o para aquellos que necesitan una ayuda en la concentración. Eso sí, hay un tipo de música que consigue este objetivo mejor que las demás.
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El tipo de música que debes escuchar mientras estudias porque mejora la concentración y la memoria
En los últimos años, han sido muchos los estudios que han evidenciado que ciertos géneros musicales pueden ayudar a la atención y optimizar la capacidad de memorización. Estudios como el realizado recientemente por la Universidad Católica de La Playa (Argentina), que señala que escuchar música mientras se realizan actividades como el estudio o el trabajo puede mejorar de manera notable la concentración. Esto se debe a que la música actúa sobre el lóbulo prefrontal, una región del cerebro que está relacionada de manera directa con la atención, la planificación y con la resolución de problemas.
Pero si hay un tipo de música que aumenta la estimulación cerebral, esa es la música clásica. Esto se debe a su naturaleza instrumental y a la ausencia de letras, que evita las distracciones y crea un ambiente sonoro que minimiza la fatiga mental y facilita la concentración.
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La música clásica es, desde hace mucho tiempo, la mejor compañera de los estudiantes que recurren a ella para conseguir una mejor atención a la hora de estudiar. Algo que apoya el llamado ‘efecto Mozart’, un fenómeno que defiende que escuchar la música de este reconocido compositor, o la música clásica en general, aumenta la inteligencia y otras capacidades cognitivas.
Y es que la música clásica también puede ser eficaz en la prevención del deterioro cognitivo. Así lo señalan algunos estudios que apuntan a cómo estas melodías pueden activar conexiones neuronales que favorezcan algunas enfermedades neurodegenerativas, ayudando incluso a recuperar recuerdos y mejorando la interacción social.
Durante la infancia, la música clásica también tiene importantes efectos en el cerebro del niño. Así lo señalan tanto los estudios que apunta a los beneficios de estos sonidos durante el embarazo como los que aseguran que los niños que empiezan a estudiar música a una edad temprana, potencian más determinadas zonas del cerebro, como el cerebelo.
Además, este tipo de música se ha convertido en un aliado de la salud mental que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, algo que también influye a la hora de mejorar la concentración en épocas de estudio.