Bienestar

Cinco mitos (y verdades) sobre la diabetes: ¿Se puede prevenir? ¿La insulina crea dependencia?

La diabetes es una de las enfermedades crónicas más comunes en el mundo, pero también una de las que más mitos y desinformación generan

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La diabetes es una enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo no puede regular correctamente los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre. Esto sucede porque el páncreas no produce suficiente insulina o porque el cuerpo no la utiliza de manera eficaz. La insulina es una hormona clave que permite que la glucosa entre en las células para ser utilizada como energía.

La diabetes es una de las enfermedades crónicas más comunes en el mundo, pero también una de las que más mitos y desinformación generan. Según un estudio publicado por la Sociedad Española de Diabetes (SED) en febrero de 2021, la prevalencia de la diabetes en España ha alcanzado el 14,8 por ciento, afectando a uno de cada siete adultos, siendo la segunda tasa más alta de Europa. Según la Sociedad Española de Diabetes, aproximadamente 5,1 millones de adultos en España viven con diabetes. Además, la prevalencia es especialmente alta en personas mayores de 65 años, con aproximadamente el 25,9 por ciento de esta población afectada.

Existen tres tipos de diabetes:

  • Diabetes tipo 1: El sistema inmunológico ataca las células del páncreas que producen insulina. Suele diagnosticarse en niños o jóvenes, aunque puede aparecer a cualquier edad. Requiere tratamiento con insulina de por vida.
  • Diabetes tipo 2: El cuerpo no usa bien la insulina o no produce suficiente. Se relaciona con el sobrepeso, la inactividad física y la genética. Puede controlarse con dieta, ejercicio, medicamentos y, en algunos casos, insulina.
  • Diabetes gestacional: Aparece durante el embarazo y suele desaparecer después del parto. Aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro.

La diabetes afecta a cinco millones de españoles.La diabetes afecta a cinco millones de españoles. Foto: Pixabay.

Cinco mitos sobre la diabetes

Seguramente, todos hemos leído o escuchado alguna vez ideas erróneas que pueden generar confusión y dificultar un buen control de la enfermedad. Desde Glucube nos ayudan a desmontar estos mitos y ayudar así a que las personas que padecen diabetes y a su entorno para que cuenten con datos reales y útiles y así poder vivir mejor.

Mito 1: “Si tomo mucho azúcar, seguro que voy a tener diabetes”

Realidad: Es fácil pensar que la diabetes está directamente relacionada con comer dulces, pero la realidad es más compleja. Cuando comemos, los alimentos se convierten en glucosa, que es la principal fuente de energía del cuerpo. La insulina es la encargada de llevar esa glucosa a las células para que se use como energía. En las personas con esta patología, este proceso no funciona bien: el cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa correctamente, lo que hace que los niveles de azúcar en sangre aumenten.

Si bien comer azúcar no provoca diabetes, el consumo excesivo de alimentos y bebidas azucaradas puede llevar al sobrepeso, y el sobrepeso sí es un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2. Por eso, desde Glucube nos recomiendan “llevar una alimentación equilibrada y mantener un estilo de vida saludable”.

Mito 2: “Nadie en mi familia tiene diabetes, así que no tengo porqué preocuparme”

Realidad: Es cierto que si tienes familiares cercanos, como padres o hermanos, con diabetes, el riesgo de padecer la enfermedad es mayor. Esto se debe a que los factores genéticos juegan un papel en el desarrollo de la diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2. Sin embargo, otros muchos desencadenantes de la enfermedad no son genéticos y gran parte de las personas con diabetes no tienen familiares que padezcan la enfermedad. El riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 está relacionado con otros factores como el sobrepeso, ser mayor de 45 años, tener prediabetes, o haber tenido diabetes gestacional. Además, algunas condiciones de salud, como el síndrome de ovario poliquístico, también pueden aumentar el riesgo.

Mito 3: “La diabetes se puede prevenir"

Realidad: Aunque no siempre se puede prevenir, en la mayoría de los casos, sí se pueden mejorar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Mantener un peso saludable, adoptar una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y controlar el estrés, es imprescindible para una vida óptima. Y tampoco hace falta que digamos que eliminar el tabaco y el alcohol, dormir las horas necesarias, una hidratación diaria adecuada, chequeos médicos y mediciones regulares e indoloras te ayudarán a mantener la glucosa a raya, y ser dueño propio de tu salud.

Mito 4: "La insulina crea dependencia"

Realidad: La insulina no causa dependencia. Según la American Diabetes Association (ADA) y la Sociedad Española de Diabetes (SED), a veces se piensa que usar insulina "hace flojo al páncreas", pero esto es un mito. En realidad, cuando el páncreas ya está fallando, la insulina inyectada lo alivia en lugar de deteriorarlo más. Es un tratamiento fundamental para controlar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 1, y también en algunos casos de tipo 2. Su objetivo es prevenir complicaciones graves, no generar adicción.

Llevar una vida saludable ayuda a prevenir la diabetes.Llevar una vida saludable ayuda a prevenir la diabetes. Foto: Pixabay.

Mito 5: "Las personas con diabetes no pueden hacer ejercicio"

Realidad: Las personas con este problema sí pueden y deben hacer ejercicio. De hecho, la actividad física es fundamental para controlar los niveles de glucosa en sangre. El ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a que el cuerpo use la glucosa de manera más eficiente.

Sin embargo, es importante estar atentos a los niveles de glucosa antes, durante y después de hacer ejercicio, ya que la actividad física causa fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre. 

Tres consejos para prevenir la diabetes

-Lleva una alimentación saludable. Prioriza frutas, verduras, legumbres y granos enteros. Además, reduce el consumo de azúcares refinados y carbohidratos procesados (pan blanco, refrescos, dulces). Opta por grasas saludables como las del aguacate, frutos secos y aceite de oliva.

-Mantente físicamente activo. Realiza al menos 30 minutos de ejercicio la mayoría de los días. Actividades como caminar, correr, nadar o hacer yoga ayudan a mejorar la sensibilidad a la insulina. Evita el sedentarismo: muévete cada hora si pasas mucho tiempo sentado. 

-Controla tu peso y el estrés. Mantener un peso saludable reduce el riesgo de resistencia a la insulina. El estrés elevado puede afectar el metabolismo, así que prueba técnicas como meditación o respiración profunda. Duerme bien: el descanso adecuado es clave para el equilibrio hormonal.

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