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Bienestar

Hipotiroidismo e hipertiroidismo: señales para saber si lo sufres y qué hacer

Síntomas de que tu tiroides no funciona bien

En alguna conversación con algún amigo o familiar seguro que has escuchado la típica frase de "engordo porque tengo tiroides" y aunque más o menos te suena, no tienes muy claro a qué se refiere ni qué es realmente. De hecho, muchos aluden a una supuesta enfermedad sin darse cuenta de que todos tenemos esta glándula endocrina.

Produce la hormona tiroxina. que actúa en todo el organismo y sus funciones principales son, entre otras, regular la temperatura corporal, el gasto metabólico, el crecimiento de los huesos o el desarrollo cerebral. Además, existen muchos mitos relacionados con las acciones de la tiroides. Popularmente se le conoce por su relación con la tendencia a engordar o a adelgazar, pero nada más lejos de la realidad.

La tiroides está situada en la parte delantera del cuello, delante de la tráquea. Se encuentra protegida por los músculos anteriores de la zona y para localizarla basta con tocar el espacio que tenemos entre ambas clavículas y de ahí subir dos dedos aproximadamente. Tiene los lóbulos (derecho e izquierdo) unidos por una porción central llamada istmo tiroideo que se apoya en un cartílago prominente que ya sabes cuál es: la nuez. De hecho, si cuando tragas saliva notas que sube y baja, esta glándula también lo hace.

Hipertiroidismo

¿Problemas con la tiroides?

Los problemas de tiroides afectan al 10% de la población. Sin embargo, muchos desconocen cuáles son los que afectan a esta glándula e, incluso, existen bastantes mitos sobre ella. Uno de los más generalizados es que el hipotiroidismo es sinónimo de obesidad. Según apunta la Asociación Española de Cáncer de Tiroides, el 37,9% de los entrevistados declararon no saber nada o casi nada sobre esta parte del cuerpo y el 54%, conocía muy poco al respecto.

Como cualquier otra parte del cuerpo, la tiroides puede enfermar y dejar de funcionar correctamente. Cuando esto sucede la producción de sus hormonas se ve alterada. Si el trastorno (que depende del eje hipotálamo-hipofisario-tiroideo situado en el cerebro) hace que no se produzca hormona suficiente se llama hipotiroidismo y si por el contrario la crea en exceso, hipertiroidismo.

Hipotiroidismo

¿Cómo sabes si lo sufres? Todo te cuesta más: sientes más cansancio y tienes la sensación de que tienes las pilas agotadas. Además, tienes más frío, ya que debido a que una de las funciones de la glándula tiroides es regular la temperatura corporal, cuando va más despacio es probable que necesites abrigarte más.

El tratamiento del hipotiroidismo es más sencillo que el del hipertiroidismo, por lo que se puede corregir con mayor facilidad

Otra de las señales es la piel seca: la dermis se puede resentir, así como tu pelo y las uñas, que se vuelven más quebradizas. Y no solo eso, también puedes engordar, aunque este trastorno no es la causa de la obesidad. Se pueden ganar unos kilos, pero no podemos culpar a la tiroides del sobrepeso. Además, si tu estado de ánimo se altera, es una señal de que algo no va bien. Debido a que regula también el sistema nervioso central, cuando la producción de hormonas es escasa debido al hipotiroidismo, el ánimo también puede decaer, se altera la memoria y la concentración. Incluso existe cierta tendencia a la depresión.

Hipertiroidismo

Al estar acelerados los procesos metabólicos por el exceso de hormonas tiroideas, se produce más calor de lo habitual, el paciente tolera mal los ambientes calurosos y suda mucho. Igualmente el corazón está más estimulado, por lo que suele presentar taquicardias. De la misma forma el sistema nervioso se encuentra excitado por lo que puede aparecer nerviosismo, temblores e insomnio.

Además, el estímulo de los procesos metabólicos hace que el paciente tenga más apetito de lo habitual, a pesar de lo cual suele bajar peso por el aumento del consumo de energía que supone esta hiperactividad metabólica. Hay que tener en cuenta que tanto el exceso como la deficiencia de hormonas tiroideas repercuten sobre el funcionamiento normal del organismo. Sin embargo, su tratamiento es más sencillo que el del hipertiroidismo, por lo que se puede corregir con mayor facilidad.

Hipotiroidismo

¿Cómo tratar la tiroides?

La dieta es muy importante para mantener la salud y nos debe aportar todos los elementos necesarios para el buen funcionamiento de los órganos. El tiroides produce hormonas tiroideas y para ello, necesita proteínas y yodo. Para obtener los primeros debes comer carnes, pescados, huevos, vegetales, legumbres y cereales.

El hipotiroidismo se trata fácilmente con la administración de hormonas. Además no tiene efectos secundarios porque consiste simplemente en suministrar la sustancia que el organismo no es capaz de producir. Un detalle importante es que debe tomarse en ayunas, con el estómago vacío, ya que la presencia simultánea de alimentos u otros fármacos puede dificultar su absorción por el tubo digestivo.

En cuanto al hipertiroidismo, se puede tratar con antitiroideos, que son fármacos que frenan la síntesis de las hormonas tiroideas, pero en este caso sí pueden causar efectos secundarios. Además, no curan la causa de la enfermedad, por lo que habitualmente, según sea la gravedad, cuando se suspende su ingesta, este reaparece. Se trata de una situación similar a los antitérmicos, que bajan la fiebre, pero no la eliminan. Por este motivo, si el hipertiroidismo se cronifica, o aparecen efectos secundarios, se elimina el tejido tiroideo bien mediante la cirugía, extirpando total o parcialmente la tiroides, o bien mediante el iodo radiactivo.

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