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Siete fetiches sexuales para buscar la excitación más allá de las zonas erógenas

Las personas con fetiches sexuales consiguen excitarse más a través de determinadas prendas, objetos o situaciones concretas

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Siete fetiches sexuales para buscar la excitación más allá de las zonas erógenas. Pixabay

¿Qué es el fetichismo? Quizá esta pregunta te la hayas hecho más de una vez cuando has oído hablar de fetiches sexuales. Según el diccionario, su significado literal sería la admiración exagerada hacia una persona o una cosa a la que se otorgan unas virtudes extraordinarias. Pero si lo extrapolamos al sexo, el fetichismo hace referencia a las fantasías o juegos sexuales que se llevan a la práctica en la intimidad de una pareja.

La estimulación de zonas erógenas como los genitales, las nalgas o el cuello suele ser una de las prácticas más valoradas en el ámbito sexual, pero existen otras formas menos convencionales de excitarse en la actividad sexual. Los fetiches sexuales, también conocidos como parafilias, pueden estar relacionados con prendas de ropa, con objetos de cuero, con zapatos de tacón o con una parte concreta del cuerpo humano.

Fue el psicólogo Sigmund Freud el que creó el concepto de fetichismo sexual como parafilia o presencia frecuente en alguna fantasía sexual y él lo definió como un estímulo sexual que provoca deseo. 

La persona que tiene un fetiche, se excita con el tacto de estos objetos o incluso con el mero hecho de observarlos o sentirlos. Aumentan el placer y en algunos casos son necesarios para llegar a la excitación o el clímax en algunas personas.

Esos son casos más extremos, pero lo más habitual es que sean fetiches que sencillamente diviertan o hagan sentir una estimulación más rápida o mayor, sin que vaya más allá ni sean imprescindibles para mantener relaciones sexuales satisfactorias

​​Aunque para muchos la palabra fetiche puede ser algo intimidante, lo cierto es que es más común de lo que imaginamos y es totalmente inofensivo si se usa como práctica para mejorar la experiencia sexual y las dos partes, obviamente, están de acuerdo. “Aunque cada vez estamos más abiertos hacia temas de sexo, el mundo del fetiche sigue rodeado de tabús. El miedo al rechazo o a la reacción de otra persona es algo que puede jugar en nuestra contra, pero es importante recordar que, en el sexo, la comunicación es fundamental", explica Paola Benavides, de JOYclub.

Hay personas a las que les excitan partes concretas del cuerpo de la otra persona, como los pechos o los pies (uno de los más comunes) y a otras, por ejemplo, les encanta ver a su pareja con lencería de un color determinado o con tacones de aguja a la hora de iniciar el juego sexual.

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La comunicación es clave para hacer partícipe al otro de nuestros fetiches sexuales.Pixabay

Los fetiches sexuales más habituales

1-Juguetes sexuales. Es una manera de tener diversión ‘extra’ a la hora de tener relaciones sexuales. Ante la gran variedad de oferta que existe en el mercado (de tamaño, forma, color, funcionalidad…), lo primero que hay que hacer es saber qué es lo que te provoca placer a ti o si tienes pareja, a tu pareja.

No debemos buscar aquel juguete sexual que esté de moda o que sea el más vendido del momento, sino aquel que mejore la conexión con tu cuerpo y tus sensaciones a la hora de practicar el sexo. Si lo vas a utilizar en pareja, es fundamental que las dos partes sepan que es una decisión libre y personal y que estén siempre de acuerdo.

2-El secreto está en la ropa. Aquí nos referimos a vestirse con lencería de encaje, de un determinado color (normalmente rojo o negro) o con disfraces de diversa índole. Lo normal es que la persona no se quite esa ropa interior durante las relaciones sexuales para excitarse más tanto ella misma como el otro miembro de la pareja. Es una de las fantasías sexuales más frecuentes y que más a menudo se llevan a cabo en la intimidad. Además, la ropa de cuero y látex son las más frecuentes a la hora de excitarse.

3-Dentro de los fetiches más populares destaca la altocalcifilia, la excitación sexual por el calzado femenino. Muchas personas pueden llegar al orgasmo sin que la otra persona se quite los zapatos (generalmente tacones altos) durante lo que dura la relación sexual. También los pies son un fetiche habitual. Para mucha gente, ver unos pies cuidados y suaves les resulta de lo más excitante.

4-Autoandrofilia. Parecida a la anterior, esta fantasía hace referencia a cuando la mujer siente placer al vestirse con ropa masculina durante los preliminares y el acto sexual. Implica un rol de dominación por parte de esa persona.

5-Estigmatofilia. Llevar tatuajes está a la orden del día y por lo general no pasa de ser un gesto estético, de moda o algo que tenga un significado personal para la persona tatuada. Pero existe un tipo de fantasía por la que las personas se excitan más si están con otro individuo que lleve un tatuaje o varios en su cuerpo. 

También hay personas a las que los piercings en los labios, la lengua, el ombligo y los pezones les provocan una gran excitación. Solo con verlos pueden estimularse y también la sensación de frío que pueden sentir al tocarlos con alguna parte del cuerpo provocan esa excitación ‘extra’.

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Los fetiches sexuales más comunes tienen que ver con la ropa y partes del cuerpo concretas.Pixabay

6-Tricofilia. El pelo siempre ha sido un símbolo de sensualidad, tanto femenina como masculina. Y esto es algo que los fetichistas del cabello llevan a rajatabla. Estas personas alcanzan una intensa excitación cuando acarician el pelo de otras personas. Pero no todos son iguales, ya que quienes presentan este tipo de fetiche no siguen un patrón concreto, depende del color, el corte de pelo o hasta el peinado. Aunque la tricofilia se satisface con el contacto físico con el cabello, también se puede alcanzar el clímax viendo cortar el pelo a otra persona.

​​7-Claustrofilia. Seguro que has escuchado hablar de la claustrofobia, que es el miedo que sienten algunas personas a los espacios cerrados y que puede provocar problemas de salud mental importantes. En este caso, hablamos de todo lo contrario. Los ascensores, probadores de una tienda o el cuarto de baño de un avión son los lugares que más excitan a las personas que disfrutan de relaciones sexuales en espacios pequeños. Lo normal es tener pánico a espacios cerrados, pero en este tipo de fetiche lo excitante es permanecer en ellos.

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