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Bienestar

Seis deportes perfectos para practicar en familia durante el verano

Ya sea en la playa, en la montaña o en la piscina de casa, las vacaciones abren un abanico de posibilidades para hacer deporte con los más pequeños de la casa. Es solo cuestión de encontrar el que mejor se adapte a cada momento.

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El verano se despide de las excusas para no practicar deporte en familia. Si durante todo el año no hemos encontrado tiempo, ahora es la ocasión. No importa que estemos a pie de playa, en la piscina de casa, en una casita en el pueblo o hayamos apostado por quedarnos en la ciudad porque siempre se podrá sacar un hueco.

Las ventajas de estas prácticas, aparte de la obviedad de mantenernos en buen tono físico, redundan sobre todo en lo psicológico. Se fortalecen así los vínculos afectivos al compartir más tiempo, además de enseñarse ciertos valores deportivos como el esfuerzo, el sacrificio o el compañerismo, que sean válidos como enseñanza para los más pequeños de la casa.

A ello se suma la vertiente puramente fisiológica como es fomentar la fuerza, la resistencia, la agilidad o la velocidad, añadidas así a esas pequeñas reacciones químicas de nuestro cuerpo. Liberamos así endorfinas, lo cual aumenta nuestro bienestar emocional, además de servir el deporte para descargar esa energía cotidiana. Algo que cualquier padre agradecerá con niños muy inquietos, los cuales es más fácil que duerman como benditos después de un día de ejercicio.

Más aún cuando la obesidad infantil es una de las lacras que más preocupa a padres y educadores. Solo en España el 32% de los niños de entre siete y 12 años padecen sobrepeso, por lo que encontrar un deporte familiar durante nuestros días libres será una bendición para combatirlo. Todo ello sumado a aumentar esta rutina, la cual podremos trasladar al resto del año si hemos encontrado divertimento en ella durante las vacaciones.

Lógicamente, habrá deportes que no se puedan practicar más allá del verano -salvo que tengamos la suerte de vivir cerca de la costa-, pero habrá otros cuya práctica podamos extender fuera de los meses de junio, julio y agosto, reforzando así el vínculo emocional entre progenitores e hijos.

Seis deportes ideales para practicar en familia

Desde la más tierna infancia hasta la adolescencia o, si la circunstancia lo permite, con hijos más mayores, cualquier deporte es susceptible de ser practicado siempre que tengamos en cuenta ciertas pautas. Lógicamente, un deporte de agua no será la mejor idea si no saben nadar o tampoco nos lanzaríamos con la bici si apenas están dando sus primeras pedaladas.

Patinar

Fácil, barato y perfecto para practicar en todo momento y desde muy pequeños (con cuatro años ya se podría realizar). Es ideal para fomentar la coordinación, además de ser bastante seguro, ya que hay todo tipo de protecciones. Coderas, casco, hombreras, rodilleras... Llevar blindado a tus hijos es muy fácil y los patines, ya sean en línea o de cuatro ruedas, son muy prácticos.

Las únicas pautas que debes tener en cuenta es que los tobillos vayan bien sujetos, que el patín deslice bien (es falso el mito de que es mejor aprender con un patín que no corre, ya que genera más tropiezos) y que se acostumbre a utilizar el taco de freno porque es menos exigente para la frenada. Por último, es recomendable buscar patines extensibles, que permiten albergar varias tallas, y así evitarás comprar patines nuevos cada temporada.

Entre las virtudes de este deporte encontramos una mejora de la coordinación y de la destreza, además del fortalecimiento de las piernas y, tanto para niños como para adultos, un ejercicio de bajo impacto, por lo que las articulaciones no sufren del mismo modo que corriendo o practicando deportes de alto impacto.

Ciclismo

Es otro de los reyes del deporte en familia, aunque no solo es apto para el verano, ya que es muy fácil de practicar durante el resto del año y nos permite salir en esa grupeta familiar. Lo único que debemos tener en cuenta, además de que los hijos sepan montar en bicicleta con ciertas garantías, es encontrar una ruta acorde a nuestras exigencias físicas.

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La ventaja del ciclismo en familia también está en dar pequeñas lecciones sobre educación vial. ©Gtres.

Siempre habrá que procurar también encontrar zonas con poco tráfico y no realizarlo en horas de excesivo calor. Además, con la práctica de la bici no solo nos desarrollamos muscularmente y favorecemos el equilibrio y la coordinación de nuestros hijos, sino que también podemos enseñar valiosas lecciones como la de la seguridad vial, familiarizándoles con el tráfico rodado y que sean conscientes de éste.

Si tienes dudas sobre cuáles son los mejores momentos del día o qué material llevar para salir en bici, echa un vistazo a este tema donde te contamos cómo salir en bicicleta con seguridad durante el verano.

Natación

No hay piscina de comunidad o de hotel, o playa, o río, o piscinas naturales que no nos tienten durante el verano, que es otro de los lugares idóneos para ejercitarnos con nuestros hijos. Lógicamente, si son pequeños, siempre con una supervisión constante, pero es en cualquier caso una forma divertida, refrescante y barata de disfrutar en familia.

Volvemos a una práctica de bajo impacto, poco exigente físicamente para un chapoteo y donde las medidas de seguridad tales como manguitos, flotadores o gafas de nadar están a la orden del día, así que limitamos los riesgos en la medida de lo posible.

A partir de ahí todo son ventajas. Una mejora en la coordinación, práctica de un deporte completo donde piernas y brazos interactúan, aumento de la capacidad pulmonar si hacemos algo de inmersión y buceo... Un lujo asequible y accesible en prácticamente cualquier parte donde las precauciones se extreman si estamos en zonas con corrientes de agua, pero perfectamente tranquilo en piscinas cerradas.

Paddle surf

Aunque el surf es perfecto para practicar en familia, es cierto que es más exigente técnicamente como para realizarlo de forma esporádica, además de bastante fatigoso. Más fácil es disfrutar de la playa de una forma tan sencilla como el paddle surf, o surf de pala, que no exige más que remar sobre una tabla en aguas abiertas.

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El paddle surf se puede practicar tanto en mar abierto como en lagos y embalses. ©Gtres.

Se puede hacer en el mar y en pequeños embalses o lagos, además de ser fácil de compartir y de vigilar, ya que podemos ver cómo nuestros hijos reman delante nuestra. No está recomendado para edades muy tempranas porque demanda bastante fuerza para mover la tabla, pero es muy práctico para esos niños ya adolescentes que quieren dar el paso al mundo de las tablas.

Como adaptación o como forma de ganar equilibrio y coordinación, el paddle surf es idóneo para esa franja de edad de los 12 años en adelante, e incluso para practicarlo con niños más pequeños siempre que los llevemos en nuestra misma tabla.

Kayaking en aguas tranquilas

Aquí encontramos las mismas ventajas que en el paddle surf pero multiplicándolas porque podemos implicar a niños más pequeños. Lógicamente, su potencia de remo no es la de un adulto, pero de lo que se trata es de pasar un rato divertido y agradable, con un riesgo mínimo -ya que se debe llevar chalecos- porque se está a bordo.

Favorecemos la coordinación, el trabajo en equipo y reforzamos esos vínculos familiares de, literalmente, remar todos a una, por lo que es una forma ideal de involucrar a toda la familia en la actividad. Además, como es frecuente realizarlo en lugares de gran belleza natural, podremos aprovecharlo para ejercer también esa desconexión de la ciudad y reconectar con el entorno.

En aguas tranquilas no es particularmente exigente y el tamaño de las piraguas y de las canoas, generalmente de alquiler, pueden oscilar entre las dos y las ocho personas, por lo que podemos compartirlo con amigos o con otros miembros de la familia.

Bádminton

El boom de Carolina Marín, campeona del mundo, de Europa y oro olímpico en bádminton, lo ha puesto de moda y la verdad es que es perfecto para iniciarse en el mundo de la pala en familia. Lógicamente, tenis y pádel también son buenas alternativas, pero la ventaja del badmintón está en que, además de poder practicarse por parejas, su dinámica de pasar la pluma por encima de la red lo hace menos contundente que sus 'hermanos' de pala.

Lógicamente, a nivel profesional se golpea a más velocidad, pero la propia disposición de la pluma frena el impulso, siendo así un ejercicio fácil en familia, pudiendo regular la altura de la red en función de nuestra talla. Además, no exige grandes dimensiones y la podemos plantar en cualquier parte, por lo que no es como el tenis o el pádel, que demandan un recinto más grande.

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El bádminton se puede practicar al aire libre en circunstancias de poco viento, ideal para el verano. ©Gtres.

Primas de ellas son el clásico juego de palas de playa, que no lo consideraríamos un deporte, pero que también es una forma de divertirse, fomentar la coordinación y liberar endorfinas de forma sencilla en cualquier momento y lugar.

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