Cómo elegir un buen vino rosado (y con qué comidas se puede tomar)

Hace años ya que los rosados dejaron de ser el ‘patito feo’ entre los vinos para adquirir su propia personalidad y una calidad de la que ya nadie duda. En contra de los franceses, que siempre los valoraron, ha costado años para que los españoles se los tomaran en serio, pero hoy las mejores bodegas los elaboran sin complejos.

En defensa del vino rosado

Son refrescantes, limpios, más ligeros que un tinto y sin embargo con más cuerpo y potencia generalmente que un blanco.

Son vinos refrescantes, limpios, más ligeros que un tinto y sin embargo con más cuerpo y potencia generalmente que un blanco

Atrás quedó esa manida frase de “¿el mejor rosado? Un tinto”, porque no es verdad y porque siempre fue injusta. Cada vino tiene sus características, por eso ha dejado de ser pecado elegir un vino que pinta en color rosa. Por cierto, y eso sí que es tendencia, ahora mucho más claros que hace unos años al seguir el camino de los vinos provenzales, proverbialmente de tonos más pálidos.

Cómo elegir un buen vino rosado

Los rosados tienen su público, alejado de los estereotipos de ser el vino preferido por las mujeres, y también su momento. Son refrescantes, limpios, más ligeros que un tinto y sin embargo con más cuerpo y potencia generalmente que un blanco.

Resultan perfectos para un aperitivo, también para acompañar los arroces, los guisos de pescado como la caldereta e incluso con quesos blandos o semi- curados; pastas, huevos, carnes blancas y cocinas orientales poco picantes encuentran en el rosado un buen contrapunto.

Ha dejado de ser pecado elegir un vino que pinta en color rosa

Un detalle importante: a la hora de su consumo elige los de la última cosecha (ahora de 2018) ya que el rosado no envejece bien. Y siempre bien fresquito.

Tres vinos rosados perfectos

A continuación, te decimos tres vinos perfectos que puedes tomar:

1) Abadía da Cova Caíño 2018

• Bodegas Abadía da Cova
• D.O. Ribeira Sacra
• P.V.P. recomendado: 16 euros

Bodega pionera y de referencia en la Ribeira Sacra que apostó por los rosados hace tiempo otorgándoles el valor y el esmero en elaboración que merecían. Este monovarietal de caíño , una uva autóctona y poco usual, lo han lanzado recientemente. La edad del viñedo es de 12 años, la vendimia fue manual y fermentó en roble francés. Preciosa etiqueta diseñada por Ana Rivera que recrea los seres mitológicos del río Miño. Genuíno con pescados azules e, incluso, carnes blancas de salsas no demasiado fuertes.

Caminito 2018

• B. Terra Remota
• D.O. Empordá
• PVP recomendado 16,50 euros

Vino ecológico elaborado con garnacha tinta, cuya mayor singularidad es la crianza en barrica (de parte de los mostos) durante 5 meses, algo muy poco habitual en los rosados. Un vino de terroir muy personal que revalida ampliamente la tradición de rosados del Empordá. Nariz frutal y expresiva, en boca resulta muy fresco a pesar de la madera que, por otra parte, le da un bouquet muy personal. Pura delicadeza sin renunciar a un profundo sabor. Perfecto para sushi, quesos cremosos y huevos. 

Larrosa 2018

• Bodegas Izadi
• D.O. Rioja
• PVP recomendado 6,95

Un vino para estrenar el buen tiempo que sigue la ruta del nuevo estilo de rosados: concienzudamente elaborado, fresco y con un atractivo color rosa pálido. Hecho con uva garnacha (cepas viejas), estamos ante un vino que brinda las mejores cualidades del rosado, con cuerpo, sutil, elegante y con las uvas muy presentes. Hará un buen papel en el aperitivo, armonizará bien con la pasta y bivalvos como almejas o mejillones. Excelente relación calidad-precio.