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Bienestar

Por qué no adelgazas: las seis cosas que no estás haciendo para perder peso

Tener un horario de comidas te irá bien

Conseguir adelgazar a veces requiere más de inteligencia que de otra cosa. Cuando tratamos de perder peso nos obsesionamos y seguimos dietas que abandonamos a las pocas semanas porque no somos capaces de restringirnos tanto.

Si es tu caso y sabes que hacer un régimen estricto no es para ti, lo mejor es que hagas pequeños cambios cada día. No se trata de volverse loco con los límites, pero sí de ser consciente de que todo lo que hagas tiene consecuencias en tu físico, y lo que no hagas, también. Como dice el Cholo, 'partido a partido'.

Por qué no adelgazas: seis cosas que no haces

Lo peor de querer perder kilos e intentarlo es lidiar con la impaciencia. Creemos que por quitarnos el pan, por ejemplo, vamos a adelgazar mucho a la semana, cuando la realidad es que haciendo otros ajustes multiplicaremos los resultados. 

Para que no pierdas el tiempo y hagas efectiva tu pérdida de peso, te traemos las ocho cosas que no estás haciendo y que te podrían hacer adelgazar más rápido:

1) Comer 'comida de verdad'

Aunque parezca lo contrario, una caloría de un alimento natural y una de uno procesado no son iguales. El efecto de 300 calorías de judías verdes no tendrán el mismo efecto en tu cuerpo que 300 kcal de una pizza, por ejemplo. Tu cuerpo procesa lo que ingieres de forma diferente dependiendo de la composición que tenga lo que comas.

Por eso, cuanto más natural y limpio comas, mucho mejor. Opta por verduras, carnes magras, frutos secos... Todo lo que no venga en envases te irá bien. 

Brócoli

2) Comer más verde

Solo el 9% de los adultos cumple con la cantidad mínima recomendada de ingerir al menos dos tazas de verduras al día, y si lo hiciéramos seríamos mucho más delgados y estaríamos más sanos.

Las verduras sin almidón, como las de hoja verde (brócoli, coles de Bruselas, coliflor, calabacín...) y los pimientos, los champiñones y cebollas no solo son ricas en nutrientes, sino que además solo tienen 25 calorías por taza. Es decir, puedes llenarte el plato hasta arriba de estos alimentos naturales y conseguir no engordar. 

3) Beber más agua

Además de para mantenerte hidratado, beber agua acelera metabolismo en un 24-30%, según lo han comprobado varios estudios, como este y este.

Aunque funciona, los efectos positivos en el metabolismo duran poco, unos 60-90 minutos, por lo que deberías beber agua a menudo durante todo el día.

Nunca salgas de casa sin una botella de agua a mano

4) Tener un horario fijo de comidas

Cuanto más regules tu horario de comidas, mejor te irá para estar delgado y sano. Al cuerpo hay que enseñarle cuándo comer y cuándo no, como al intestino grueso en lo relativo a evacuar. 

Lo ideal es que, si tu trabajo te lo permite y siempre que te sea posible, desayunes, comas y cenes siempre a la misma hora. Así no solo evitarás picar entre horas, sino que no devorarás en ninguna comida y te sentirás saciado con más facilidad.

Y, si puedes, intenta no hacer la cena más tarde de las 20 horas, ya que todo lo que comas a partir de esa hora te engordará el doble

5) Pasar muchas horas sin comer

Si estás más de tres horas sin comer nada caes en el riesgo de devorar en la próxima ingesta, por ello, si eres de comer mucho, es bueno que comiences haciendo cinco comidas al día, repartidas de la siguiente manera: 

  • Desayuno: 8 horas.
  • Media mañana: 11 horas.
  • Comida: 14 horas.
  • Merienda: 17 horas.
  • Cena: 20 horas.

A media mañana y media tarde puedes comer una fruta, algo de fiambre de pavo, un yogur o un puñadito pequeño de frutos secos (preferiblemente nueces o almendras). Haciendo esto, evitarás tener demasiado hambre y/o ansiedad entre las comidas principales, y mantendrás tu cuerpo 'en funcionamiento' y alerta, acelerando, además, el metabolismo.

Ten horarios de comidas

6) Comer más de tu comida

El 88% de los españoles que come fuera de casa lo hace en un restaurante, y solo un 12% come de su propio táper. ¿Resultado? Los del primer grupo, o sea, casi todos, acabamos ingiriendo más calorías de las que nos podemos permitir, procedentes de fritos, salsas, patatas, postres...

Lo mejor es comer nuestra propia comida, cocinada por nosotros mismos (o nuestras familias). Así sabrás exactamente cómo está cocinado, qué lleva, qué cantidad de aceite se ha usado... Además de adelgazar y estar más sano, conseguirás ahorrar. Todo ventajas.

Y esto es todo, lector. Como ves, son consejos fácilmente aplicables pero que la mayoría no llevamos a cabo. ¿Cuántas de estas cosas NO estás haciendo?

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