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Tensiones entre Nissan y Renault por la reforma corporativa de la marca japonesa

El escándalo Ghosn fue el comienzo de un tensión entre Nissan y Renault que ha ido a más a raíz del intento de fusión de FCA.

Las últimas semanas no están siendo las mejores en la ya duradera relación entre Renault y Nissan que se inició hace 20 años, unas tensiones que comenzaron primero con la caída de Ghosn a raíz del escándalo de sus supuestos cobros de comisiones y que hizo aflorar las primeras divergencias entre ambas firmas sobre el futuro de la alianza y el reparto de poder dentro de la misma, y que continuaron con el ofrecimiento del grupo FCA de asociarse con Renault y en el que Nissan no participaría de forma directa. Un acuerdo que finalmente no se ha producido pero que ha podido dejar alguna herida abierta en la relación entre la marca japonesa y francesa y que ha salido ahora a la luz a raíz de la reforma que Nissan está planteando en su dirección.

Hay que recordar que Renault posee el 43,4% de las acciones de Nissan, mientras que la compañía japonesa es dueña del 15% de Renault, una desigualdad que internamente nunca ha gustado a los ahora máximos responsables de la marca japonesa.

Una tensión ahora más evidente cuando el propio presidente de Nissan, Hiroto Saikawa, ha reconocido que su empresa tiene "diferencias" con Renault sobre la reforma corporativa de la compañía japonesa, y señaló que ambas firmas están "discutiendo el asunto". El máximo responsable de Nissan se pronunció así sobre el último episodio de las fricciones dentro de la alianza que conforman ambas empresas y la también japonesa Mitsubishi, después de que esta situación se discutiera en la asamblea general de accionistas de Renault celebrada el miércoles en París.

En dicha reunión, como recoge Efe, el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, explicó la decisión del grupo francés de abstenerse en la votación sobre una importante reforma corporativa de la firma nipona que se celebrará el 25 de junio. La reforma busca generar un modelo corporativo con contrapesos que aseguren una fuerte dirección de Nissan, pero con la abstención de Renault, propietario del 43,4 % de su capital, ese cambio no recibirá los dos tercios de los apoyos necesarios.

Guerra de nombramientos

Senard apuntó que su grupo decidió echarse atrás al enterarse de la intención de Nissan de que el consejero delegado de Renault, Thierry Bolloré, no estará en el comité de gobernanza del grupo nipón, y dijo que bastaría con que Nissan cuente con él para dar su visto bueno. El responsable de Nissan dijo a este respecto que ambas empresas tienen "opiniones ligeramente diferentes" sobre los nombramientos para dicho comité, y añadió que las dos partes están "discutiendo el asunto", en declaraciones a los medios nipones.

El pasado lunes, la firma con sede en Yokohama (sur de Tokio) calificó de "muy lamentable" la falta de respaldo de Renault a la reforma en la que Nissan llevaba meses trabajando, tras el cese como presidente de Carlos Ghosn a raíz de su detención por supuestas irregularidades financieras.

El nuevo esquema fue recomendado por una comisión independiente que recibió el encargo de revisar a fondo las estructuras de poder, en medio de las quejas de los directivos nipones sobre la concentración de poder que tenía Ghosn cuando estaba al frente de Nissan Motor.

El modelo sugerido propone crear tres comisiones que supervisen los nombramientos corporativos, las compensaciones de sus directivos y las auditorías internas, para evitar cierto descontrol interno que fue atribuido a la gestión de Ghosn.

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