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Motor

Bosch despedirá a 1.600 trabajadores por la caída de la demanda de coches diésel y gasolina

La caída de la demanda de coches de combustión lleva a Bosch a un cambio en su estrategia de negocio.

El fabricante alemán de componentes automovilísticos Bosch va a recortar 1.600 empleos en 2020 y 2021 debido a la caída que está sufriendo la demanda de vehículos con motor diésel o de gasolina y que se acentuará previsiblemente en los próximos años. Los responsables de esta multinacional, especialista en tecnologías de inyección para los motores de combustión y que da servicio a los principales fabricantes de automóviles, han anunciado que la reducción de empleos se llevará a cabo en las fábricas de Feuerbach y Schwieberdingen en Baden-Württemberg (suroeste de Alemania), en la división de motores y en las áreas de administración, ventas e investigación, informan medios alemanes.

Una reducción de empleos que será de 800 puestos de trabajo en 2020 y otros 800 al año siguiente, y que llega por la transformación de la industria automovilística hacia la movilidad eléctrica, que ha generado una importante caída de la demanda de vehículos con motor de combustión.

Un cambio de tendencia que ha llevado a Bosch a invertir 400 millones de euros anuales en desarrollo de tecnologías de movilidad eléctrica. No en vano, el fabricante alemán ha conseguido más de 13.000 millones de euros en pedidos de tecnología de electromovilidad desde 2018, y trabaja en la actualidad en el desarrollo de tecnología de baterías, así como en proyectos de conducción autónoma

Para el Dr. Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Bosch, “la transformación de la movilidad conlleva desafíos, pero también oportunidades que queremos aprovechar”. Es por ello que Bosch, en un ecosistema difícil en la actualidad como es el mundo de la movilidad eléctrica, trabaja desde su área empresarial Mobility Solutions para el desarrollo de tecnologías innovadoras.

Entre los objetivos principales de la compañía destaca el afán de automatizar la conducción, así como de hacerla conectada y automatizada. Para ello, la empresa dedica sus esfuerzos a los trabajos en electrónica y software, con una inversión anual de 3.000 millones de euros dedicada a estos campos y más de 14.000 ingenieros trabajando en ello.

La compañía trabaja y destina grandes esfuerzos al desarrollo de la conducción autónoma, de la que Bosch prevé un crecimiento del 12% y unas ventas de aproximadamente 2.000 millones de euros a finales de este año. Actualmente, la compañía desarrolla sistemas de conducción autónoma de nivel 2 para los mercados asiático y estadounidense, mientras que en Alemania, ha recibido junto a Daimler la primera aprobación del mundo para un sistema de nivel 4 por un servicio de aparcamiento automatizado en el parking del Museo Mercedes-Benz en Stuttgart. En dos años, ambas compañías habrán implantado este sistema en otros doce aparcamientos.

Movilidad sin emisiones

Por su parte, la movilidad libre de emisiones recibe de manera anual la inversión de 400 millones de euros, que se destinan a la implementación de las tecnologías de la marca en vehículos desde bicicletas a camiones. De hecho, la compañía prevé que a finales de 2025 habrá vendido unos 5.000 millones de euros en componentes y sistemas de electromovilidad.

“Cualquiera que sea la tecnología que genere una movilidad libre de emisiones, tenemos que lograr que el mercado la acepte. Solo lo conseguiremos con soluciones asequibles. Si no las ofrecemos, no ayudaremos a detener el calentamiento global”, ha asegurado Denner. Del mismo modo, la compañía también pone en su horizonte la creación de un mercado de masas para pilas de combustible en el que tratarán que las economías de escala rentabilicen la fabricación de esta tecnología, aún cara.

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