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Mémesis

Elogio al michelín en redes sociales

Elogio al michelín en redes sociales

Uno de los peores tentáculos de la plutocracia capitalista es la dictadura del cuerpo. Siempre lo ha sido, ahora lo es más. Las redes sociales han multiplicado por likes y erretés las exigencias vigoréxicas de hombres y (más) de las mujeres. Donde antes solo veías un modelo publicitario a seguir, ahora ves a todo tu vecindario sumido en la dieta de la envidia. Por eso iniciativas como la de esta pareja son tan importantes.

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"Honestamente, nunca me he sentido más atractiva", dijo Stephanie cuando las fotos con su novio se hicieron virales y todos los medios se apuntaron al carro de la entrevista.

Ser obeso no es muy sano, como tampoco lo es sentirse culpable por ello. A nadie parece importarle lo segundo.

Stephanie y Arryn decidieron posar para una fotógrafa amiga sin complejos, prejuicios o pensando en el qué dirán. Solo querían compartir su relación, lo verdaderamente importante y que trasciende de las fotos. La belleza no tiene talla, ni peso ni altura.

Las redes no han minimizado el problema de la dictadura estética, al revés, han ampliado la cárcel del cuerpo. Ahora no te comparas con la modelo, el actor de moda... ahora tu espejo es el vecino influencer, la youtuber de clase o el instagramer de turno. Todos están a un clic para ver y envidiar sus progresos. Esa cercanía del modelo convierte lo que antes era un sueño en una obligación con más apremio. Si tu vecino puede ser esbelto, lo tuyo es una obligación.

Un ejemplo. Cuando se difundieron las famosas fotografías robadas por un paparazzi de Kim Kardashian en bañador perdió 100.000 seguidores en Instagram. Seguidores que se sintieron traicionados por un culo imperfectamente dibujado y sin retoques del Photoshop.

Esta pareja es un oasis en un desierto lleno de Beyoncés y Ronaldos. Un canto a la libertad y elogio del michelin, una bocanada de aire fresco en la prisión de las modas absurdas aduladas por un exceso de celo en la dictadura de lo políticamente saludable. Ser obeso no es muy sano, como tampoco lo es sentirse culpable por ello. A nadie parece importarle lo segundo.

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Ambos decidieron posar para Rose, la fotógrafa, como lo haría cualquier pareja enamorada. Con el orgullo de compartir sus sentimientos sin importarles prejuicios ni complejos. ¿Acaso no sirven para eso las redes?

"Me veo tan enamorada y confiada. Cada persona debería ser capaz de verse a sí misma en esa luz. Es realmente revelador", dijo Stephanie en el dailymail.

El post de Facebook donde se publican las fotos se ha compartido casi 86.000 veces hasta ahora, y muchos de los comentarios se apuntan al deseo de tener esa luz, esa confianza en uno mismo para hacer algo así. 

Cuanto más te chirríen las fotos de Stephanie más implicado estarás en este juego de modas y envidias. Es lo que los anglosajones llaman ahora el 'Body Shaming' o hacer sentir a alguien mal por su cuerpo. Una tendencia con unas gráficas disparadas con la llegada de Instagram, Tumblr y otras redes sociales. Lo que no visibiliza los imaginarios de la moda no existe y estigmatiza al resto vistiéndolo de anormalidad. 

La 42 es la talla más vendida en España entre las mujeres de más de 30 mientras que la 34 es la estándar en las pasarelas de moda

La reacción a esas fotos es la excepción que confirma la pauta. Lo normal es recibir un feedback desagradable, incluso el silencio a una foto puede ser insultante. 'Estás muy gorda y no comento porque no me sale nada bueno'. Y no solo a tu vecina o a personajes anónimos; que se lo pregunten a la tenista Serena Williams, víctima constante del 'Body Shaming' en sus redes con uno de los cuerpos más sublimes de la historia del deporte:

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De hecho, Stephanie y Arryn no han querido compartir sus apellidos para evitar ser señalados en su círculo más íntimo. Son los resquicios del 'BodyShaming' incluso para los más valientes. 

A la mujer se le obliga a ser más valiente, se la exige más y es escrutada con más severidad que el hombre como prueba de una sociedad sexista que las cosifica

Y es que a la mujer se le obliga a ser más valiente, se la exige más y es escrutada con más severidad que el hombre como prueba de una sociedad sexista que las cosifica. Las estrías, los pelos e incluso los pedos son mal vistos solo en ellas. La barriga cervecera del hombre es graciosa, la de la mujer indigna. Los tres actores michelinizados son fofisanos, a las actrices con unos kilos de más se las culpa de que no consigan trabajo.

¡Viva la Barriguita!

El 'Body Shaming' de las redes se combate ridiculizando al acosador, al que realmente está enfermo y alienado por las líneas que otros quieren dibujar en su cuerpo. Como este individuo, que en su gracia por hacerse la víctima utilizando el físico de otros recibió una lección que jamás podrá olvidar. 

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La misma chica que ridiculizó en su ruda comparación apareció [cosas de las redes] para desmentir su teoría:

Lección anti 'Body Shaming'

O las maravillosas fotos de la humorista australiana Celeste Barber, probablemente con la cuenta más divertida de Instagram, un trabajo que alimenta ridiculizando las poses y los estereotipos estéticos más vulgares del mundo de la moda utilizando con naturalidad su ingenio y sus michelines. ¿A qué mujer prefieres, a la que te hace reír o a la que te miente? 

Oh no I seem to have fallen. #celestechallengeaccepted #celestebarber #funny #doutzenkroes #mertandmarcus

Una publicación compartida de Celeste Barber (@celestebarber) el 10 de Sep de 2017 a la(s) 3:28 PDT

HBD BEY. Thanks for falling into a pool wearing a trench coat. #celestechallengeaccepted #celestebarber #funny #beyonce

Una publicación compartida de Celeste Barber (@celestebarber) el 4 de Sep de 2017 a la(s) 4:28 PDT

With fame comes boats, bikinis, flexibility and humility. #celestechallengeaccepted #celestebarber #funny #gigigorgeous (📸 @mrsmillahs )

Una publicación compartida de Celeste Barber (@celestebarber) el 8 de Jul de 2017 a la(s) 4:45 PDT

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O las bloguers de moda 'curvy' como Fatpandora, que han encontrado un filón en redes para trabajar y mover un mensaje de normalidad en el mundo de la moda.

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Acciones como las de Stephanie, las de Celeste o las de Lee son imprescindibles. ¡Oye mira, mi cuerpo es este, es lo que hay y voy a disfrutarlo como si no existiera un mañana! La libertad de las redes también sirve para luchar contra prejuicios que siempre han impuesto solo los más fuertes. Ahora la fuerza y las herramientas son de la mayoría, no solo de unos cuantos cuerpos de pasarela. 

¡Viva el michelín!

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