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Mémesis

Guía básica de Internet y móviles para padres desorientados

Educar a los hijos en las nuevas tecnologías es una carrera de obstáculos e incertidumbres, un camino de aprendizaje también para los padres, por muy formados que estén en la materia. Compartir tu experiencia para que otros no tropiecen en tus mismos errores es la clave para que más gente pueda llegar antes a la meta. 

Me he pasado 10 años aprendiendo, rectificando y modelando la manera en que mis tres hijos debían acceder a Internet y a las nuevas tecnologías. Desde sus inicios hasta que son autosuficientes. Desde su primer móvil o tablet hasta su primer puesto de trabajo y estudio. He cambiado varias veces de criterio, he recopilado mis éxitos, los trucos, las decepciones, las pruebas y los errores que han construido esta experiencia.

La idea es pasar del control total y la gestión paterna al autocontrol y la autogestión independiente. De la supervisión del niño a la independencia del adolescente

La única idea fundamental de esta carrera incierta era lograr pasar del control total y la gestión paterna al autocontrol y la autogestión independiente del niño. De la supervisión del niño a la independencia del adolescente. Que el niño se sienta madurar conforme va accediendo a más aplicaciones o contenidos de la red. Que las herramientas que les aportemos no sean solo un juguete sino un instrumento de aprendizaje e introducción a un medio maravilloso pero que alguna vez puede llegar a ser hostil o peligroso (como la vida misma). Que el propio niño pueda aprender a filtrar y a reconocer de manera natural los contenidos peligrosos o los caminos por donde no puede explorar y que en caso de duda siempre acabe preguntando al padre en vez de arriesgarse. Porque el objetivo es que sepa que en Internet nunca se deja de aprender.

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Móvil y tablet

  Mucho se discute sobre cuando debe el niño tener su primer contacto con un móvil o tablet. Entrar en la discusión creo es parte del problema. El hecho debe producirse de una forma natural aunque al principio sea y deba ser siempre controlada. Nunca compararse con el vecino ni con los compañeros del cole. El móvil no es un arma por sí mismo, la tablet no es una bomba. Hay que dejar que el niño descubra sus posibilidades, juegue, se le rompa,... pasar de la primera aplicación de dibujo con dedos a su primer piano, de su primer juego al primer vídeo que te dará dolor de cabeza

El primer error es que el contacto con las nuevas tecnologías no se haga acompañado y que sea una excusa para librarnos del niño

El primer gran error es que este contacto con las nuevas tecnologías no lo haga acompañado y que sea una excusa para librarnos del niño, el móvil 'aparcabebés' como con el mando de la tele... en un restaurante para que el niño calle, después de la cena para que el niño no moleste. No existen los nativos digitales, los niños aprenden a base de prueba y error y al principio necesitan siempre el concurso de los padres.

Mis tres hijos han tenido móvil propio pronto. Es la consecuencia de tener unos padres early-adopters. Los terminales de segunda mano rulan como las piezas de fruta. La experiencia me ha enseñado que es un gran error no adjudicar lo antes posible un terminal al niño. La idea es que empiece a ser responsable de su propio aparato, que es una herramienta, no un juguete. Aunque tenga 6 años. Que aprenda a cuidarlo y a darle valor (si se rompe la pantalla hay que dejarla rota), que lo ponga a cargar, que lo limpie,... la edad para que pase todo esto la decide él mismo cuando empieza a preocuparse por enchufarlo para tener batería en su tiempo de juego. Ahí merece tener su propio aparato.

Las tres reglas fundamentales del primer móvil en mi casa son:

  • El primer móvil nunca sale de casa y solo se usa junto a papá o mamá.
  • El primer móvil no tiene tarjeta SIM ni Wifi.
  • El primer móvil solo tiene una o dos aplicaciones o juegos.

Para cumplir las dos primeras no hay grandes problemas pero para la tercera necesitamos una aplicación que nos ayude a gestionar, limitar y capar algunas funciones adultas del móvil. Hay que dejarlo claro: sin ayuda de software la pedagogía es imposible. Los mecanismos de control parental son imprescindibles para las primeras fases de supervisión.

Un móvil con control parental es la mejor herramienta de juego y aprendizaje, sin él es como una pistola

Durante todos estos años de experiencia me he ido fijando como la mayoría de padres no configura ningún tipo control parental en los terminales de sus hijos, dejando la responsabilidad a Dora la Exploradora o a una voluntad de seguimiento que, por supuesto, desaparece pronto. Las quejas y miedos vienen siempre del uso inapropiado. Un móvil con control parental es la mejor herramienta de juego y aprendizaje, sin él es un arma bastante peligrosa.

Android tiene un control parental básico por defecto desde la versión 5 LolliPop aunque no está implementada en todos los fabricantes. iOS también tiene mecanismos de vigilancia básicas por defecto y puedes configurar el tiempo máximo de uso del móvil. Hay otras opciones tanto en el market de Android como en el de Apple que ofrecen más posibilidades.

Incluso en ambas plataformas. Sistemas que te permiten controlar, gestionar y bloquear desde un terminal adulto el resto de terminales asociados.

¿Qué puedes hacer con la mayoría de estas aplicaciones? La respuesta corta es todo lo que un padre tipo Goebbels pudiera desear. Los matices, para todos los gustos. Puedes, por ejemplo, bloquear Snapchat en horario de estudio. Puedes censurar todo Internet o solo el porno, hacer un seguimiento de ubicación con botón de pánico, ver a quien llama y escribe tu hijo, leer el contenido de sus mensajes o bloquear números no deseados. Puedes bloquear con Dinner Time [Android iOS] en cualquier momento su terminal desde el tuyo para la cena o el estudio. Las opciones son tantas que la opción dictatorial es tentadora. El exceso es casi más pernicioso que el defecto.

El único sistema de control con el que he tenido malas experiencias ha sido el seguimiento y localización por GPS. Life360 Family Locator es una aplicación que te permite saber donde está, en cualquier momento, cualquier miembro de tu familia. Vale más para crear una falsa tranquilidad paterna que para mejorar la seguridad de los hijos. Saberse controlado en todo momento, si no es estrictamente necesario, mina siempre la confianza con tu hijo. Sentirse espiado hace más pequeño un espacio de independencia del que hemos disfrutado siempre todos. No es justo.

La prueba de que, en general, las aplicaciones de control parental son una maravilla es la cantidad de votos negativos que tienen en los 'markets'. Jóvenes absolutamente indignados y desubicados por el control ejercido sobre sus terminales.

Opiniones pésimas sobre el control parental... de niños y adolescentes

Para iniciarse con el primer hijo pequeño yo recomiendo Kids Place para Android y OurPact para iOs. Sobre todo la primera. Para disfrutar de todo su potencial hay que pagar 3,5€, pero créeme, serán los 3,5 € que mejor vas a invertir en tu vida. Vete haciendo a la idea que la seguridad y control te va a costar dinero. Mucho mejor que gastárselos en el chino para entretenerles con un plástico una sola sobremesa.

La aplicación permite:

  • Limitar el tiempo de uso del terminal y establecer un horario
  • Limitar las aplicaciones o juegos que se pueden ejecutar
  • Controlar toda la actividad del terminal: páginas web, historial de ubicación,... etc

La idea es que el niño empiece a aprender que con su primer móvil tendrá unas limitaciones claras. Unos horarios y un tiempo estricto de uso que tendrá que aprender a gestionar. Al principio configuraremos la app para que use solo su juego favorito. Se volverá loco ¿Solo me dejas media hora, papá? Pero luego empezará a administrarse su tiempo para no gastarlo en cuanto se levanta. Podemos incentivarle con premios o configurar el tiempo según sea verano o periodo escolar. La idea es que el niño sepa que el móvil es una actividad diaria más, pero no la única.

En Kids Place, por ejemplo, es maravilloso establecer una configuración de horarios de usos completa. Podemos, por ejemplo, limitar el tiempo de uso diario a dos horas a la vez que limitamos el horario de encendido y obligamos al del apagado con información constante de tiempo restante. No os podéis imaginar lo que esta gestión provoca en el niño. —Me queda media hora, papá.. me la dejo para después de los deberes.

Kids Place permite configurar un horario completo de uso o prohibición del móvil

Esta aplicación (y otras) permite otra cosa maravillosa. Limitar el tiempo de uso de una actividad. Cuando en nuestra supervisión detectamos que está abusando de un juego, de Youtube o de otra App, limitar su tiempo le ayudará a autocontrolarse. Y al revés, regalarle tiempo para aplicaciones que creamos sean interesantes por una recomendación para que las use y las pruebe nos ayudarán a modelar, dentro de lo posible, sus preferencias.

Conforme va creciendo el niño el móvil o la tablet van adaptándose a sus necesidades; más tiempo y más contenido. El hijo tiene que aprender nuevas normas dentro de la familia si quiere tener más posibilidades y tiempo con el terminal. 

Este es nuestro decálogo básico para preadolescentes.

  • El móvil es un aparato personal pero siempre es susceptible de tener una supervisión adulta.
  • El móvil siempre se apaga por la noche y se deja en el cargador del salón, jamas duerme en un cuarto. nunca se usa 30 minutos antes de dormir. La excusa del despertador no vale.
  • El móvil solo se usa cuando ambos pies están en el suelo o cuando no hay platos en la mesa. Es decir, ni andando, ni comiendo.
  • El móvil está siempre en silencio y se le apagan las notificaciones, si estás viendo vídeos en el salón se utilizan auriculares.
  • La contraseña o patrón de acceso debe conocerla siempre un adulto.
  • El móvil nunca se lleva al colegio excepto en alguna excursión o cita programada.
  • Si el móvil no tiene batería no puede cogerse el de otro miembro de la familia. Ver regla 1.
  • Cualquier nueva aplicación que se instale debe contar con la aprobación de un adulto.
  • Jamas hables o chatees o comentes nada con el móvil de alguien que no conoces físicamente. No valen los amigos de los amigos.
  • El incumplimiento de alguna de estas normas podrá suponer un recorte de privilegios en el uso de tu terminal.

Para ayudar a convertir el aparato en un instrumento, nunca en un fin, lo mejor es proponer juegos que dejen claro los límites de uso en un marco de convivencia. Por ejemplo: dejar los móviles sobre la mesa durante la comida, el primero que suene o reciba una notificación, recoge la mesa.

Otro juego interesante es proponer un día sin móviles para toda la familia. Normalmente en verano o fin de semana. Es muy curioso la reacción de los niños (y de los padres) y las actividades que se acaban realizando, les ayuda a dosificar la herramienta y a quitarle trascendencia a la tecnología. También nos sirve para controlar el grado de dependencia de cada uno y después gestionar mejor la configuración de sus dispositivos.

Una actividad también muy sencilla y divertida con el WhataApp para comprobar su habilidad con la escritura y fomentar la buena ortografía. Jugar a escribir en el grupo de familia una frase consensuada todos a la vez, el primero que logre publicarla sin faltas gana un punto. La tontería es muy lúdica y divertida.

Puesto nocturno de carga de toda la familia

El castigo sin móvil es tentador pero peligroso. Le das más importancia al aparato de la que tiene. Si alguien escribe un garabato o tontería en un libro o su cuaderno a nadie se le ocurriría castigarle sin lápiz una temporada. Lo mismo con el móvil. Lo mejor es limitar una aplicación, o proponer una tarea alternativa por haber transgredido una norma de convivencia.

Por ejemplo. En vez de quitar el móvil en tiempo de estudio hay aplicaciones que estimulan y premian ese autocontrol que tenemos que potenciar. Mi hija mayor usó Forest [iOSAndroid y Windows Phone]. Un juego muy bien diseñado que consiste en plantar árboles que solo crecen si no usas el móvil. Ese es el camino.

El control y filtro de texto y aplicaciones es bastante seguro. Pero tu hijo lo que va a querer ver al final son vídeos y los vídeos no se pueden leer ni filtrar en diagonal. Para empezar su consumo lo mejor es instalar Youtube Kids [iOS y Android] como única aplicación de vídeos y controlar su tiempo de ejecución con el control parental. Todos los contenidos de Youtube Kids están filtrados por la plataforma, aunque pueden tener fallos es el camino más seguro para los principiantes. No vale con dejar y olvidarse. Verse todos los episodios seguidos de Peppa Pig no es sano aunque sean aptos. Controlar, proponer, variar y compartir es imprescindible en todas las edades.

Otros consejos y trucos básicos para configurar el terminal de tu hijo:

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Ordenador

Nunca, nunca elijas un portátil como primer ordenador, aunque sea más cómodo. El primer equipo al que acceda el niño debe ser un sobremesa situado en un sitio de la casa bien visible, un totem de consulta y juego donde no se pueda mover la pantalla para ocultar al resto lo que se está viendo o llevarse el terminal al cuarto. A ser posible busca un ordenador con una gran pantalla y un teclado a prueba de golpes y migas. No hace falta que sea último modelo, el reciclaje también funciona, como en los móviles.

Fomentar al principio el uso personal y privado del ordenador es un error garrafal que nos llevará a puertas muy peligrosas. Los niños son exploradores por naturaleza y es inevitable que investiguen, no es malo que jueguen a ser mayores pero que lo hagan siempre contigo cerca. Nada de ordenador en su habitación. El ordenador es como la lavadora, nadie la mueve a su cuarto para lavar lo suyo, aunque sea la ropa interior.

El ordenador familiar siempre en un sitio visible

Por experiencia el acceso a un ordenador debe ser posterior al uso de móvil o tablet. Es mucho más complicado configurarlo fácilmente para tener un control y supervisión estricto que nos ayude en el camino pedagógico en sus primeros pasos. Por eso es fundamental que al principio el ordenador esté bien visible, con atención de los padres y la actividad sea única: jugar.

Cámara web tapada con cinta. Tan primitivo como efectivo

Lo primero a lo que accederán casi siempre es a las páginas de juegos infantiles, allí echarán seguro sus primeras horas. Pero el acceso debes dárselo tú. Lo más lúdico y divertido es que jueguen con un adulto, primo o hermano en aplicaciones aptas para dos personas. Organizar competiciones familiares e implicarse como lo harías en un juego de mesa conjunto. Esto también vale para los juegos en móviles. Muy divertido.

Páginas de juegos más visitadas:

Pero sin lugar a dudas, la página de juegos que más y mejor han usado mis tres hijos desde hace años es Friv.com, una web sin publicidad, muy sencilla de usar, muy visual y con aplicaciones realmente lúdicas y escogidas. Sus gustos no mienten.

Menú principal de Friv.com

Después de los juegos vienen los chistes. Sí, a los niños les encantan leer chistes o adivinanzas para luego contarlas en el cole. Es una buena actividad para que empiezan a entender que en Internet está casi todo lo que busques. De los chistes y las adivinanzas pasan de forma natural a los cuentos cortos y aventuras más largas.

Páginas de actividades para iniciar en la lectura y juegos:

De ahí pasan con mucha naturalidad a contenidos más sofisticados y fascinantes. Enséñales vídeos que encuentres, historias infantiles, fotos o montajes imposibles,... Al igual que con los libros la imitación y la generosidad a la hora de compartir conocimiento siempre funcionan. El mundo se empieza a abrir ante sus ojos y querrán imitarte.

NASA’s Space Place

Conforme van creciendo (+8) empieza a ser imprescindible la configuración del terminal para el control y la supervisión eficiente de un uso sin presencia de adultos. Windows y macOS tienen herramientas de control parental bastante sofisticadas. En general:

  • Crear una cuenta de usuario para cada niño para poder monitorizar su actividad y sus horarios de uso.
  • Controlar las aplicaciones instaladas e impedir que instalen nuevas.
  • Activar todos los filtros posibles de seguridad infantil para Google, Youtube y navegación web.

Al principio lo mejor es configurar el navegador para que SOLO pueda acceder a algunas páginas. Es decir, en vez de capar las infinitas páginas potencialmente peligrosas solo les dejamos entrar en sus habituales. Es lo que se llama una 'Lista Blanca'. Para Chrome existe la extensión 'Whitelist Manager', en ella podemos configurar nuestra lista: Wikipedia, pequejuegos, milcuentos. La lista irá creciendo hasta que confiemos en su manera de entender el medio. En Firefox existe la extensión 'White-list-ninja', con la ventaja de que nos permite usar una contraseña para acceder a la configuración de los sitios permitidos.

A partir de los diez u once años podemos dar más libertad (controlada) a nuestros hijos. Desaparecen las 'Listas blancas' para dar paso a las 'listas negras'. El niño debe aprender a buscar en Google, a documentarse en la Wikipedia, a ver vídeos de Youtube o entrar a blogs. Para ello activamos los filtros de seguridad al máximo.  En este orden: Sistema Operativo, Google y Youtube.

Sistema operativo:

Tanto Windows, como macOS o Linux tienen sistemas de control y seguridad para el uso infantil de los terminales. Nada tiene sentido en esta guía si no se configuran adecuadamente el control parental y un buen antivirus (con buen protección contra el Malware). Es imposible hacer un control personal eficiente sin las ayudas que ofrecen estos sistemas. Y no bastará con una configuración inicial sino una supervisión que irá otorgando mayores privilegios conforme pasa el tiempo. 

Limitar del tiempo de uso en Mac

Yo he usado toda la vida Windows. El sistema operativo permite un control parental de aplicaciones, horarios y actividad. Los menores tienen un límite de tiempo de uso del ordenador y unas aplicaciones predefinidas. Todo pasa por crear un perfil con su propia password y dar distintos privilegios de tiempo y de aplicaciones a cada uno según queramos. Imprescindible.

Guía básica de configuración de control parental para cada sistema operativo:

Google:

Para un control efectivo independiente lo mejor es abrir después a cada hijo una dirección de gmail. No para que la use como correo ordinario [hasta los 13 no es recomendable] sino para tener controlados los historiales de Google, Youtube y del navegador. Esta dirección nos permitirá configurarlo todo. Ademas activaremos los filtros que proporcionan las aplicaciones individualmente.

Google ha tardado en darse cuenta que su sistema de control parental funciona mejor [o se aprovecha de] una cuenta gmail asociada. Y el Gmail es el mayor coladero de peligros y la peor forma inicial de instruir al niño en el uso de la red. Por eso ha creado Family Link, una aplicación a disposición de los padres para crear cuentas de Google como las nuestras pero con restricciones y diseñadas exclusivamente para menores. Todas pueden ser auditadas desde nuestra cuenta principal.

El problema es que, de momento, Family Link solo funciona en los Estados Unidos.

Por eso tendremos que activar los sistemas independientemente. Para activar el control parental de Google, el 'SafeSearch':

  • Accede a la página de preferencias de Google con una cuenta de Gmail DISTINTA o a la que el menor  no tenga acceso.
  • En la sección "Filtro SafeSearch", selecciona el nivel de SafeSearch que desees utilizar.

La opción Filtro estricto excluye imágenes y vídeos sexualmente explícitos de las páginas de resultados de la Búsqueda de Google, así como resultados que podrían dirigir a contenido explícito.

La opción Filtro moderado excluye imágenes y vídeos sexualmente explícitos de las páginas de resultados de la Búsqueda de Google, pero no filtra resultados que podrían dirigir a contenido explícito. Esta es la opción predeterminada de SafeSearch.

Youtube:

Probablemente la página de contenidos que más van a visitar nuestros hijos y que más quebraderos de cabeza nos va a provocar. En Youtube no se puede 'leer' en diagonal. Filtrar los contenidos es mucho más difícil y nos va a exigir algo más de atención. Si en el móvil tienen el Youtube Kids en el escritorio deberíamos activar, como mínimo, el modo restringido para una navegación más segura.

Para activarlo:

Activar modo restringido youtube

Aún así, es imposible controlar todo lo que ven y debemos dejarles su espacio. La sobre-protección crea monstruos. Educar en valores, discutir algún contenido y descubrir con ellos debería ser suficiente.

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Nuestro esfuerzo debe ir encaminado a husmear de vez en cuando, compartir contenidos interesantes con ellos y comentar los suyos. De esa manera se sentirán integrados, con confianza en descubrir por sí mismos y podrán recular o preguntar cuando se equivoquen. Dejarles siempre solos es una invitación constante a que traspasen las fronteras. Para ello, de vez en cuando, podemos revisar el historial de vídeos visitados para hablar sobre ellos. El objetivo no es espiar (el menor debe saber que tenemos acceso a todo lo que ve) sino dirigir y entender sus preferencias para evaluar sus progresos y comparar sus gustos con los nuestros. ¿Willyrex o Vegetta? ...una buena conversación para la cena.

Si controlamos todos estos trucos y consejos tenemos los mecanismos suficientes para tutelar la entrada normalizada de nuestros hijos a las TICs. No nos libraremos de algún susto, mal uso o berrinche pero ahí estaremos para darle apoyo y cobertura a la posible solución. Sin nosotros este viaje sería siempre mucho más difícil e incierto.

No faltéis nunca, padres.

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