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Ciencia

Una ilusión visual para alejar a las rapaces de los aeropuertos

Imagen de unos de los paneles en el aeropuerto de Lourdes-Tarbes-Pyrenees.

Las autoridades aeroportuarias de todo el mundo invierten cada año grandes esfuerzos para mantener alejadas a las aves de sus instalaciones, pues el riesgo de colisión con las aeronaves es alto y supone un peligro para la seguridad. Un sistema habitual es soltar rapaces cerca de las pistas para que mantengan alejadas a otras especies como las palomas, pero a menudo son las propias rapaces las que invaden el espacio aéreo de los aviones.

En Francia, un equipo de investigadores del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) y la Universidad de Rennes, en colaboración con Airbus, han encontrado una manera sencilla y barata de mantener a estas aves a raya aprovechando los conocimientos sobre su sistema cognitivo. A pesar de su gran agudeza visual, estas aves no detectan algunos obstáculos como las superficies acristaladas y objetos en movimiento como los propios aviones. Solo en Francia, cada año chocan 800 de estas aves contra aeronaves, de modo que interesaba encontrar nuevas estrategias que sirvieran para mantenerlas alejadas.

Las rapaces permanecían alejadas de las zonas donde los paneles exhibían los círculos concéntricos

En un trabajo publicado este jueves en la revista PLOS ONE, el equipo liderado por Martine Hausberger y Laurence Henry describe los experimentos llevados a cabo para conocer la respuesta de las rapaces a diferentes estímulos visuales. Después de más de 300 pruebas, los autores descubrieron que solo uno de los patrones hacía que las aves quisieran evitar el estímulo. Se trata de un patrón de círculos concéntricos sobre fondo blanco que recuerda a un par de ojos que miran y provoca en el ave un 'superestímulo' tan potente que piensa que va a chocar. Y de este modo se aleja del lugar.

Así es el patrón visual que ahuyenta a las rapaces

A los investigadores aún les quedaba por probar si este estímulo, que funcionaba en el laboratorio, tenia también efectos en un entorno real. De modo que lo pusieron. Prueba en varios paneles LED colocados en lugares estratégicos del aeropuerto de Lourdes-Tarbes-Pyrénées Airport. Después de 8.800 observaciones, el equipo detectó una rápida modificación de la distribución de las aves: permanecían alejadas de las zonas donde estas pantallas con los círculos concéntricos se exhibían de forma permanente. El comportamiento de ‘evitación’ era observable incluso cinco semanas después de ponerlo en marcha, de modo que las aves no se habituaban a la señal.

Los paneles también ahuyentaron a los córvidos de la zona, aunque no a otros pájaros

Por otro lado, la población de rapaces aumentó en las zonas donde no había pantallas, incluso cuando la comida no era abundante en esas zonas, lo que a juicio de los autores confirma la eficacia de esta ilusión visual para mantenerlas alejadas. Como hecho interesante, los paneles también ahuyentaron a los córvidos de la zona, aunque no a otros pájaros (paseriformes). 

Luis Martínez Otero, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante y experto en visión, recuerda que los animales también experimentan ilusiones visuales, puesto que "muchas de las limitaciones con las que nosotros trabajamos para construir visualmente el mundo son las mismas con las que trabajan ellos”. En este caso, se trata de un patrón que dispara la sensación de aproximación de manera innata, ya que la selección natural ha favorecido a aquellos sistemas que proporcionan información sobre los obstáculos que se pueden encontrar mientras vuelan. “Las aves tienen sistemas especializados para evitar choques durante el vuelo y hay un área que es muy sensible al ‘looming’ o aproximación”, explica a Next. “De modo que cuando lo detectan realizan un movimiento compensatorio”.

“No podríamos excluir que el estímulo sea percibido realmente como dos grandes ojos que se aproximan”

Dentro de las propias aves hay una gran variabilidad de estrategias, y los patrones que funcionan con unas pueden no servir para otras. Un estudio reciente realizado por el equipo de Roslyn Dakin en la Universidad de British Columbia mostraba cómo los colibrís se orientan más por la variación de tamaño del objeto al que se dirigen que por las pistas visuales periféricas, como la velocidad a la que se mueven los objetos por los laterales. Para comprobarlo, introdujeron a los animales en unos habitáculos especiales con paredes laterales en las se proyectaban patrones que se movían a diferente velocidad.

“Los animales siguen construyendo una imagen visual a partir de información de la retina, como nosotros”, explica Martínez Otero, “incluso existen ilusiones de ‘flujo visual’ que producen este mismo efecto de ‘aproximación’ en nosotros”. Determinada disposición de un grupo de flechas, por ejemplo, puede hacer que creamos que se aproximan y es posible que este patrón hallado por los investigadores franceses  dispare una respuesta parecida en las rapaces, combinada con la sensación de que les miran . “No podríamos excluir totalmente que el estímulo sea percibido realmente como dos grandes ojos que se aproximan”, escriben los investigadores. “pero por qué esto espanta a rapaces y córvidos y no a otras especies sería un asunto que merecería más investigaciones”.

Los autores, en cualquier caso, consideran que estos resultados son los primeros en descubrir una solución inocua y sostenible para mantener alejadas a las rapaces de zonas de alto riesgo y sugieren nuevas tareas de estudio, como conocer mejor el rol que juegan algunas neuronas especializadas en la detección de colisiones, para profundizar en lo que sabemos sobre la reacción de las aves.

Referencia: Wide-eyed glare scares raptors: From laboratory evidence to applied management (PLOS ONE)

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