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Ciencia

Una electrónica capaz de soportar el infierno de Venus

Llamar inhóspito al planeta Venus es quedarse corto, muy corto. De hecho las condiciones son tan terribles que ni siquiera sabemos a ciencia cierta los datos más elementales, porque cualquier equipo que se envíe a medir tiene que ser capaz de aguantar del orden de 460 ºC de temperatura y una presión atmosférica aproximadamente 90 veces mayor que la de la Tierra. Esto se debe a que la atmósfera es en su mayor parte dióxido de carbono y es tan densa que es imposible ver la superficie. El dispositivo que más tiempo aguantó estas condiciones fue la sonda Venera 12 soviética en 1978, que aguantó 110 minutos y eso que estaba diseñada como un submarino de inmersión profunda.

Los componentes deben aguantar 460 ºC de temperatura y una presión 90 veces mayor que la de la Tierra

No ha existido una misión a la superficie de Venus desde 1984. Después de todo, ¿para qué?¿Para gastar una barbaridad de dinero en una sonda que podría funcionar unas horas? Aunque quizás ahora las cosas cambien. El Centro de Investigación Glenn de la NASA ha desarrollado una electrónica que puede funcionar de forma prolongada en las condiciones de la superficie de Venus.

Las sondas que se han enviado a Venus en el pasado protegían su electrónica en unos contenedores resistentes a la presión y a la temperatura, lo que añadía un peso significativo al sistema y disparaba el coste de la misión. Lo que el equipo encabezado por Philip Neudeck ha hecho es desarrollar una electrónica que pueda aguantar por sí misma, en la que los circuitos integrados están hechos a base de semiconductores de carburo de silicio.

Eso sí, tampoco hay que ponerse a lanzar cohetes. Ni en el sentido literal ni en el metafórico. La nueva electrónica soportó 521 horas (casi 22 días) en las condiciones de la superficie de Venus. Y si bien es un avance espectacular, que multiplica por 100 el mejor registro conocido de cualquier misión a Venus, tampoco parece mucha garantía como para empezar a diseñar una misión. Eso sí, tras las pruebas los circuitos seguían operativos.

La nueva electrónica soportó 521 horas (casi 22 días) en las condiciones de la superficie de Venus

Aparte de las aplicaciones que pueda tener este, u otros desarrollos basados en este en la exploración de Venus y otros planetas, es evidente que las aplicaciones terráqueas de este tipo de electrónica son múltiples: mejores controles en motores de alto rendimiento o instalaciones industriales, en los que las mediciones ahora mismo son indirectas o, directamente, no se tienen, son algunas de las posibilidades. Ello redundaría en un uso más eficiente de la energía y en menores emisiones contaminantes.

Como desde el inicio de la exploración espacial, los desarrollos que alienta terminarán mejorando la vida en la Tierra.

Referencia: Philip G. Neudeck et al (2016) Prolonged silicon carbide integrated circuit operation in Venus surface atmospheric conditions AIP Advances doi: 10.1063/1.4973429

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