Quantcast

Ciencia

“La dieta nunca puede ser un tratamiento contra el cáncer”

¿Cuál es el papel de la nutrición en el cáncer?

La evidencia científica habla de una relación causal entre unos hábitos alimentarios incorrectos y el desarrollo del proceso tumoral superior al 40%, un vínculo que equivale al que se atribuye al consumo de tabaco. El método culinario y los componentes de la dieta pueden influir en la carcinogénesis [la formación del cáncer], tanto por la modulación de la respuesta inflamatoria como por factores hormonales.

¿Cómo es el trabajo de un nutricionista con personas con cáncer?

El principal reto de la nutrición en un paciente oncológico es evitar la desnutrición, presente en más del 40% de los casos tras el diagnóstico. Se trata de colaborar en el tratamiento, intentando disminuir el riesgo de desnutrición y evitando los síntomas adversos que provoca.

¿Qué opinas sobre las llamadas ‘oncodietas’?

La dieta en sí misma no es un tratamiento del cáncer, por lo tanto, no es correcto en ningún caso el término ‘oncodieta’. Sí podemos hablar de una intervención o adecuación nutricional que mejore o disminuya los síntomas de la enfermedad y de su tratamiento, y que limite el riesgo de desnutrición.

¿Existe algún tipo de base científica al respecto?

Si hablamos de prevención del cáncer, hay estudios que prueban cómo algunos componentes de ciertos alimentos intervienen en la biología celular, por ejemplo, los flavonoides y los ácidos omega 3. Estos compuestos ayudarían a solucionar los mecanismos celulares de inflamación y metilación y, con ello, se disminuiría el riesgo de padecer algunos tumores.   

¿Los síntomas de un paciente de cáncer se pueden tratar a través de la dieta?

Desde luego que sí. Los tratamientos producen múltiples síntomas como náuseas, mala saborización, estreñimiento, diarreas, malabsorción o cuadros pseudooclusivos [cierre que se produce en alguna vía o conducto del organismo debido a algún tipo de obstrucción]. Esto se podría paliar modificando las texturas, temperaturas, formas de cocinado o componentes de los alimentos, como la fibra.

¿Hay alimentos que se recomiende comer en esta etapa?

Actualmente no podemos considerar que un componente nutricional sea una herramienta terapéutica contra el cáncer, solamente se puede considerar como elemento preventivo para el desarrollo de la enfermedad. Además, no existe un alimento específico que contribuya a equilibrar el déficit generado por el tumor o los tratamientos asociados, sino componentes de un alimento. Y es difícil cuantificar qué alimento posee más influencia, dada la variedad de componentes y subcomponentes que tiene.

¿El cáncer puede cambiar la manera en que el cuerpo utiliza los alimentos? Y al contrario, ¿las terapias pueden afectar la nutrición?

Cuando el tumor afecta a un órgano como el aparato digestivo en cualquiera de sus partes, desde luego que se van generar cambios funcionales importantes que pueden afectar a la saborización, la deglución o la absorción. Y de la misma manera, la intervención con cirugía, radioterapia, quimioterapia o las terapias biológicas tienen gran impacto sobre el aparato digestivo.

* Verónica Fuentes es periodista especializada en salud. En SINC es redactora del área de biomedicina.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.