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Ciencia

El Prado pide ayuda a los geólogos para identificar este paisaje

El Prado busca ayuda para localizar este paisaje pintado por Agustín Riancho en el siglo XIX

El cuadro representa varias crestas de piedra que emergen a la ladera de un río y ha despertado un apasionante debate en la comunidad de geólogos españoles, que se afanan por intentar averiguar si representa un paisaje real y dónde está localizado. La carrera por resolver este misterio comenzó hace unos días cuando Pedro José Martínez Plaza, restaurador del Museo de El Prado especializado en el siglo XIX, se puso en contacto con un geoparque de Cantabria para averiguar si el cuadro pintado por Agustín Riancho hace más de un siglo representaba un lugar real de la geografía.

“Por el estilo, por la época y por la manera de pintar, el conservador entiende que es probable que eso corresponda a un paisaje natural”, explican fuentes de El Prado. “Por eso consultaron primero en Cantabria, pero como no estaba claro, consultaron con otros geoparques y después ellos mismos lanzaron la pregunta en redes sociales”. En este debate hay diversidad de opiniones y quienes se inclinan por situarlo en los lugares más variopintos. “A mí personalmente me recuerda en gran medida al Salto del Gitano, en Monfragüe”, asegura el geólogo Luis Collantes. “Además, coincide con el curso del río”. Otros hablan de Despeñaperros, de los montes del río Luna, en León o de Cuchillos del río Cabriel, en Cuenca.

Desde el departamento de Geología de la Universidad de Zaragoza, que difundió el asunto en Facebook, se inclinan por pensar que se trata de “cuarcita del Ordovícico, y que por supuesto la vegetación y el curso de agua sean fruto de la imaginación del pintor, con lo cual no reales”. A otros les recuerda al arrecife de coral fosilizado de Vega de Gordón, en León, y a algunos a Conchas de Haro vistas a la altura del Ebro. Lo curioso es que unos y otros comparten imágenes que resultan extrañamente parecidas al paisaje del cuadro, con lo cual el misterio continua abierto.

Desde El Prado celebran que la pregunta haya levantado tanto interés entre los científicos, lo que interpretan como “una muestra de cariño al museo”, ya que la cuestión no tiene más recompensa que resolver el misterio. “El museo hace una pregunta sin ningún ánimo de trascendencia y resulta que los geólogos se ponen manos a la obra”. La intención del conservador que lanzó la pregunta inicial sobre el paisaje es recopilar la mayor información que pueda sobre el cuadro, que procede de una donación reciente y será expuesto próximamente en el museo. Quizá entonces se convierta en una de las estrellas de la exposición y la gente siga con un encendido debate sobre qué parte de España representa. O como apuntan desde El Prado, quizá nunca no aparezca o sea un paisaje que ahora está sumergido por un pantano. Pero habrá merecido la pena la difusión.

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