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Ciencia

El genoma de la mosca tsetsé revela las claves para acabar con la enfermedad del sueño

Imagen ventral de una mosca tsetsé

Después de 10 años de trabajo y la participación de 146 científicos en un consorcio de 18 países, los puntos débiles de la mosca tsetsé han quedado al descubierto. La revista Science publica este jueves el análisis del genoma completo de este insecto, el principal transmisor de una enfermedad parasitaria llamada tripanosomiasis, conocida también como enfermedad del sueño, que ha azotado durante siglos al África subsahariana y amenaza a 70 millones de personas.  Los pequeños protozoos que provocan la enfermedad son transmitidos a los humanos por la picadura de esta mosca del género Glossina y provocan alrededor de 10.000 muertes al año, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y supone un importante lastre al desarrollo por los efectos que tiene sobre el ganado.

El equipo de investigadores ha analizado detalladamente los 12.000 genes que componen el genoma de esta mosca y han descubierto las adaptaciones que le permiten tener una biología tan especial y transmitir la enfermedad a humanos y animales. El estudio ofrece las claves sobre la particular forma de reproducirse de este insecto y su capacidad para detectar visual y olfativamente a sus víctimas, datos que pueden servir para desarrollar nuevas estrategias contra la transmisión de los parásitos que causan la enfermedad.

La mosca tsetsé está emparentada con la mosca de la fruta, un insecto bien estudiado por los biólogos desde hace cien años, pero su genoma es el doble de grande. Los científicos han encontrado en su genoma algunas de las claves de su forma de reproducción, que convierten a esta mosca en una suerte de "insecto-mamífero" (nótense las comillas), pues en lugar de poner huevos, desarrolla la larva en su abdomen, la "da a luz" posteriormente y la alimenta durante un tiempo con unas glándulas especiales:

La mosca tsetsé “da a luz” a una larva formada y la alimenta

Esta forma de reproducción se conoce como "viviparismo adenotrópico" y es realmente rara en la naturaleza. En análisis genético indica que la mezcla de proteínas que la mosca da a su cría después del nacimiento se parece en cierta manera a la leche de los mamíferos y que el sistema se basa en una serie de relaciones simbióticas con algunas bacterias que aportan nutrientes a la mezcla.  De hecho, los científicos han descubierto que la mosca ha incorporado material genético de alguna de estas bacterias, como Wolbachia, a su propio genoma, al igual que genes de virus procedentes de avispas parasitarias. Los doce genes ligados a la "leche" de mosca tsetsé, aseguran los investigadores, se parecen mucho a los de mamíferos y marsupiales y podrían ofrecer una vía para controlar la población de estas moscas.

Los investigadores también han encontrado un grupo de proteínas relacionadas con el sistema visual y el olfato de la mosca que podrían tener la clave sobre su manera de buscar nuevos huéspedes, ya sean humanos o animales. También han descubierto el gen de un fotorreceptor llamado rh5 que explica la atracción de estas moscas - como sucede con las domésticas- por los colores azul y negro, un comportamiento que ya se está explotando para el desarrollo de trampas para este insecto.

“Será muy útil para ayudar a desarrollar nuevas herramientas para erradicar a las moscas tsetsé"

La mosca tsetsé también posee un arsenal de moléculas en su saliva que son esenciales para alimentarse de la sangre de sus víctimas. Los científicos han descubierto una familia de genes, llamados tsal, que son particularmente activos en este insecto y que contrarrestan la respuesta del huésped para detener la hemorragia. "Esta información será muy útil para ayudar a desarrollar nuevas herramientas que podrían reducir o incluso erradicar a las moscas tsetsé", asegura John Reeder, director del programa de investigación de enfermedades tropicales de la OMS. "La enfermedad del sueño africana ha sido poco estudiada y estamos encantados de haber ayudado a reunir a tantos grupos para trabajar con una misma meta: la erradicación de esta enfermedad mortal".

"Aunque la enfermedad del sueño afecta a miles de personas en el África subsahariana, la ausencia de un mapa genético de la mosca tsetsé era un gran obstáculo para identificar sus vulnerabilidades", asegura Serap Aksoy, investigador de la Universidad de Yale y coautor del artículo. "Las moscas tsetsé", añade Matthew Berriman, otro de los autores, "portan una enfermedad potencialmente mortal e imponen una enorme carga económica a los países que menos se  lo pueden permitir, ya que fuerzan a los ganaderos a criar ganado menos productivo pero más resistente al tripanosoma. Nuestro estudio acelerará la investigación dirigida a explotar las peculiares características biológicas de la mosca tsetsé. Cuanto más entendamos", añade, "mejor podremos identificar sus debilidades y utilizarlas para controlar la población de moscas tsetsé en las regiones en que la enfermedad del sueño es endémica".

El trabajo de diversas organizaciones y gobiernos en los últimos años ha facilitado que la transmisión de la enfermedad del sueño se haya reducido notablemente en África. Según la OMS, en 2009 el número de casos notificados descendió por debajo de 10 000 (9878) por vez primera en 50 años. Esta tendencia se mantuvo en 2010, año en que se notificaron 7139 casos nuevos. Actualmente, el número estimado de casos reales es de 30 000, pero aún es difícil evaluar la situación exacta en algunas zonas a causa de la inestabilidad social o de la dificultad de acceso que entorpece las actividades de vigilancia y diagnóstico.

Referencia: Genome Sequence of the Tsetse Fly (Glossina morsitans): Vector of African Trypanosomiasis (Science)

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