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Ciencia

Planck registra la huella magnética de nuestra galaxia

La huella magnética de la Vía Láctea

La luz es una forma de energía muy familiar, pero alguna de sus propiedades permanecen ocultas para el ojo humano. Una de ellas – la polarización – almacena una gran cantidad de información sobre lo que ocurrió a lo largo de la trayectoria de un rayo de luz, y es de gran utilidad para los astrónomos.

En el espacio, la luz emitida por las estrellas, el gas y el polvo interestelar también puede estar polarizada. Al estudiar esta propiedad de su radiación, los astrónomos pueden deducir los procesos físicos que provocaron la polarización. El estudio de la polarización es muy útil, entre otras cosas, para revelar la existencia y las propiedades de los campos magnéticos que el rayo de luz ha atravesado a lo largo de su trayectoria.

El observatorio espacial Planck de la ESA ha obtenido una serie de nuevas imágenes que muestran la estructura del campo magnético de nuestra Galaxia  Este nuevo mapa ha sido confeccionado a partir de los datos recogidos por unos detectores que actúan de forma similar a las gafas de sol polarizadas. Los remolinos, bucles y arcos de esta nueva imagen bosquejan la estructura del campo magnético de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.

Como las nubes interestelares de la Vía Láctea están atravesadas por campos magnéticos, los granos de polvo en rotación tienden a alinearse con las líneas de campo, orientando su eje mayor perpendicular a la dirección del campo magnético. Como resultado, la radiación emitida por estas nubes presenta una polarización neta que puede ser medida y estudiada.

Utilizando esta técnica, los astrónomos utilizan la polarización de la luz emitida por los granos de polvo para deducir la estructura del campo magnético de nuestra Galaxia, delineando la orientación de la proyección de las líneas de campo sobre el plano del firmamento.

En esta nueva imagen de Planck, las regiones más oscuras se corresponden con las emisiones más polarizadas, y las estrías indican la dirección del campo magnético, proyectada sobre el plano del firmamento. Como el campo magnético de la Vía Láctea tiene una estructura tridimensional, es muy difícil determinar su orientación si las líneas de campo están muy desordenadas a lo largo de nuestra línea de visión, como si tratásemos de detectar algún tipo de alineación al mirar a través de un ovillo de lana.

No obstante, los datos de Planck demuestran que existe una organización a gran escala en algunas regiones del campo magnético de nuestra Galaxia.

La banda oscura que cruza en horizontal el centro de la imagen se corresponde con el Plano Galáctico. En ella, la polarización presenta un patrón regular a grandes escalas angulares, lo que indica que las líneas de campo son mayoritariamente paralelas al plano principal de la Vía Láctea.

Estos datos también muestran cómo varía la dirección de polarización en el interior de las nubes de polvo y gas más cercanas, tal y como se puede ver en las marañas presentes por encima y por debajo del plano principal, en las que el campo magnético local está especialmente desordenado.

A lo largo de este año, los científicos de la colaboración Planck publicarán los datos obtenidos por el observatorio espacial europeo tras registrar la luz polarizada en siete frecuencias diferentes a lo largo de todo el firmamento. Estos datos en distintas frecuencias ayudarán a los astrónomos a separar cualquier posible contaminación de la débil señal polarizada de la Radiación Cósmica de Fondo.

Fuente: ESA

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