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Educación

Ni profesores ni escuelas: ninguno está preparado para educar en la era de las redes sociales

Ni profesores ni escuelas: ninguno está preparado para educar en la era de las redes sociales

Sonia Ballano manifestó en su estudio sobre las escuelas y la comunicación en el año 2014 que "aún hoy la educación mediática y digital es un reto importante dentro y fuera de las aulas". Cuatro años después, la situación no ha mejorado mucho. Pasada, en su mayoría, la primera brecha digital - incorporar ordenadores en los centros educativos- ahora nos encontramos en una segunda fase como reto: hacer uso de esas TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) por parte del profesorado de forma normalizada en sus clases.

Según un estudio realizado por la Generalitat de Cataluña, sólo el 12,5% del total de docentes de primaria y secundaria cuentan con un dominio avanzado en el uso de las TIC frente a un 41,3% que declara tener un nivel básico y un 44,6% que asegura poseer un nivel medio. En palabras de Maialen Garmendia, coautora del libro sobre la comunicación y la tecnología en la infancia 'Entre selfies y whatsapps', estas cifras "lamentablemente son extrapolables al resto de comunidades autónomas". 

Sólo el 12,5% del total de docentes de primaria y secundaria cuentan con un dominio avanzado en el uso de las TIC

Los profesores utilizan las TIC para extraer materiales interactivos o utilizarlos como soporte en sus clases, pero la comunicación con alumnado y la propuesta de realizar trabajos colaborativos entre los alumnos mediante ellas "es muy escasa", explica Garmendia. Una de las causas es el deficiente acceso a la red local. Las cifras totales indican que un 27,5% de los centros no dispone de este servicio y los que sí cuentan con él, un 10,6% no tienen WiFi o, si la tienen, la conexión es baja y no sirve para trabajar eficazmente. Por ello y pese a contar con pizarras electrónicas en las aulas, muchos profesores no pueden hacer uso de ellas porque "no llega el WiFi", comenta un profesor.

La mitad de los niños de 11 años dispone de móvil y esta cifra asciende al 95% a los 15 años

Garmendia indica que, dado que prácticamente la mitad de los niños de 11 años dispone de móvil y entre los de 15 años es en el 95% de los casos (según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística de 2017) los centros podrían aprovechar esta circunstancia y minimizar las deficiencias tecnológicas con las que se encuentran.

Cada vez son más los estudios que reconocen el potencial educativo de los smartphones. Con ellos se pueden lograr espacios de apoyo entre los jóvenes y desarrollar competencias sociales, culturales, profesionales y técnicas. No obstante, la introducción del teléfono en las aulas es prácticamente nula. En el 22,7% de las escuelas e institutos catalanes ni siquiera se permite su uso. Las estadísticas de la Generalitat señalan que los móviles se utilizan en el aula sólo en un 19,4% de los casos. Se trata de un porcentaje muy bajo comparado con el acceso privado que los niños y adolescentes tienen a internet a través de sus terminales, fuera de las aulas.

"Y al contrario de lo que mucha gente piensa, los niños no son nativos digitales", comenta la experta. Entonces, si en las aulas no se les aconseja sobre un uso responsable de internet. ¿Quién les guía en la gestión de la identidad digital?

Actualmente son los propios jóvenes que se ayudan entre ellos, porque en la mayoría de ocasiones, ni los profesores ni los padres están capacitados y "muchas veces te encuentras que son los profesores los que tiran de ellos en estas ocasiones para saber, por ejemplo, descargar una aplicación, en vez de al revés", resalta Garmendia. Pero para adentrarse de forma segura se han de tener más conocimientos. "Hay que darles unas pautas de comportamiento como que tengan cuidado con las imágenes personales que envían, que traten bien a las personas en los chats, sin insultos y que deben limitar el tiempo de conexión para que no se convierta en una obsesión", detalla.

Cyberbullying y sexting

Con las nuevas tecnologías han surgido nuevas formas de acoso entre los adolescentes. Al bullying o acoso escolar de toda la vida se le ha sumado el cyberbullying, es decir, el mismo acoso pero en la red y el sexting, el envío de imágenes sexys o sexualmente explícitas. Estamos cansados de ver en las noticias cómo unos chavales graban a otro que está siendo víctima de un acoso para luego subirlo a la red 'como un triunfo'.

El 12% de los menores afirma haber sido víctima de ciberacoso frente a más del doble que supone el cara a cara  

El whatsapp (53%), las redes sociales (4%) y los chats (4%) son las principales vías de uso por los acosadores. Pero al contrario de lo que podría parecer, las cifras demuestran que "sigue siendo más frecuente el acoso cara a cara que el ciberacoso, pese a que la mayoría de los jóvenes tiene un smartphone", asegura Garmendia. Así, el 12% afirma haber sido víctima de ciberacoso frente a más del doble que supone el cara a cara.  

Con todos estos datos, para Garmendia "el problema no es tanto la tenencia y uso de nuevas tecnologías sino la falta de educación que hay en las aulas sobre ella.

Los alumnos de hoy en día forman parte de una cultura emergente, los millennials, que está en contacto directo con internet. Ya sea como simples lectores (consumidores pasivos), como usuarios participantes (consumidores activos, que no sólo leen sino también difunden y mueven información) o como creativos (que engloba las otras dos categorías pero además crean contenido). Garmendia lanza un mensaje a padres y profesores: "En este contexto se puede excluir a un niño del uso del móvil o internet, si no le estarías excluyendo de la sociedad. El reto es lograr que haga un uso responsable de él, para ocio y para estudio y ahí las aulas tiene mucho trabajo por delante".  

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