18 de julio de 1936. En el Palau de la Música de Barcelona está a punto de comenzar el último ensayo de la Novena de Beethoven ante la víspera del acto de inauguración de la Olimpiada Popular. El maestro Pau Casals levanta su batuta, pero es interrumpido por un hombre que entra en la sala gritando: “¡Señor Casals, señor Casals, el concierto se ha suspendido! El ejército se ha sublevado contra la República y se dispone a ocupar la ciudad. Debemos evacuar el teatro lo antes posible, el tiroteo por las calles empezará de un momento a otro". El director de orquesta asiente en silencio. Tras unos tensos segundos Casals anuncia: “Queridos amigos, no sé cuándo volveremos a estar juntos de nuevo. Os propongo que ejecutemos la sinfonía antes de separarnos". Acaba de comenzar la Guerra Civil española, y lo que ocurre durante los siguientes años ya es historia.
Así arranca la obra de teatro ‘1936’. En un año que va a estar marcado por casi el centenar de actos de conmemoración al cincuenta aniversario de la muerte de Franco, relatar la Guerra Civil en un escenario se puede interpretar como un acto de provocación o incluso de ironía. En los casi cuarenta años que duró el franquismo era impensable escenificar nada que tuviera que ver con el conflicto bélico ni con el régimen. De hecho, hoy en día sigue pareciendo un reto, y más si es sobre las tablas.
El espectáculo, que es una obra documental de casi cuatro horas de duración, ha sido planteado por los dramaturgos Juan Mayorga, Juan Cavestany, Albert Boronat y Andrés Lima. Lo definen como “un montaje que no se basa en la dicotomía de los vencedores y los vencidos, de los amigos y enemigos. Nuestra mirada será analítica, crítica y documental. Nuestra responsabilidad es la de reencarnar una guerra”.
El éxito de sus anteriores montajes les precede. Tanto en ‘Shock 1 (El Cóndor y el Puma)’ como ‘Shock 2 (La Tormenta y la Guerra)’ los dramaturgos escenificaron momentos clave de nuestra historia como el asentamiento de la dictadura de Pinochet en Chile y la revolución neoliberal liderada por Thatcher y Reagan, respectivamente.
Las entradas se agotaron el mismo día que salieron a la venta, y es que el montaje se presenta como una de las obras del año. De hecho, entre el público de un jueves cualquiera en Madrid, se encontraban el cineasta Pedro Almodóvar y la ministra de Igualdad Ana Redondo, que no quisieron perderse la cita cultural.
Una obra ambiciosa
Uno de los puntos fuertes del teatro es la capacidad que tiene de hacer que el público forme parte del espectáculo. Te sumerge dentro de la historia de una forma que el cine o la literatura no siempre pueden lograr. La propuesta de ‘1936’ es ambiciosa en ese sentido. La obra recorre desde el inicio de la guerra hasta el final de la contienda en 1939. Es como si al entrar en el teatro estuviéramos accediendo a una máquina del tiempo para revivir alguno de los episodios más oscuros de nuestra historia reciente.
Presenciamos bombardeos como el del Guernica y fusilamientos, como el que acabó con la vida de Lorca. Somos partícipes del proceso de escritura de la letra del ‘Cara al sol’ o somos voyeurs del famoso discurso de José Antonio Primo de Rivera en la fundación de la Falange Española el 29 de octubre de 1933 en el Teatro Comedia de Madrid, considerado como el acto fundacional del movimiento fascista español. También observamos algunos acontecimientos que han pasado un poco más desapercibidos con el paso del tiempo, como La Desbandá entre Málaga y Almería o la difícil relación que tenía Franco con su padre.
La obra está dividida en tres actos. El primero relata el estallido de la guerra. El segundo hace un viaje en el tiempo para relatar los inicios de la República y los primeros intentos de acabar con ella. Y el último acto, que es el más corto, se centra en el final de la contienda y las consecuencias que tuvo para el país.
Una de las quejas que se podrían exponer sobre el montaje es la elección de los momentos históricos. ¿Por qué se eligen ciertas cosas y otras no? No obstante se trata de un montaje muy completo que intenta compensar y dar contexto a los acontecimientos que ocurrieron durante esos años. Es una clase magistral de historia para todos aquellos que pasan de puntillas por este episodio en el instituto.
De hecho, para llevar a cabo el texto los dramaturgos han necesitado de tres años de documentación, investigación y talleres. Además, han contado con el asesoramiento de historiadores como Ángel Viñas, Julián Casanova, Francisco Espinosa o Paul Preston. La función se nutre en gran medida de discursos, datos y testimonios reales.
Un casting excepcional: el gran acierto de la obra
En total son ocho actores que interpretan a veinticuatro personajes. Es admirable el trabajo que hacen durante las cuatro horas de obra, ya no solo por la propia complejidad derivada de la duración, sino por el texto que interpretan. Este montaje es un gran reto interpretativo y cada uno de ellos cumple con creces. Sorprende que a pesar de los sucesos dramáticos que narran las escenas hay también espacio a cierta improvisación e interacción con el público.
El elenco actoral está conformado por: Antonio Durán 'Morris' (Queipo de Llano, Obispo Antonio Montero, Nicolás Franco), Alba Flores (La Pasionaria, General Rojo, Mika Etchebéhère), Natalia Hernández (Yangüas Messía, Cardenal Gomá, Señora Guerra), María Morales (Manuel Azaña, Largo Caballero, Clara Campoamor), Paco Ochoa (Pau Casals, George Orwell, General Mola), Blanca Portillo (José Antonio Primo de Rivera, Von Richthofen, Rosario La Dinamitera), Guillermo Toledo (General Yagüe, Alfonso XIII, General Miaja), Juan Vinuesa (Francisco Franco, Norman Bethune, Ramiro de Maeztu).
Hay que hacer una mención especial al equipo de vestuario y caracterización porque el resultado es impresionante. Sin embargo, uno de los puntos negativos del montaje es la excesiva caricaturización de figuras como la de Queipo de Llano o Franco. Se intenta poner ese punto cómico dentro del montaje, pero es un error humanizarlos a través de la sátira.
Al equipo actoral lo acompaña un grupo de chicos y chicas del Coro de Jóvenes de Madrid. De este modo la obra cuenta con música en directo e incluso hay algunas escenas musicales. Estas sirven de contrapeso al grueso dramático, aunque hay ocasiones en las que están introducidas con calzador. Sirven para dar contexto y recalcar la importancia de la cultura, muy presente en toda la obra a través de títulos de películas y libros, aunque algunas de estas escenas pueden ser suprimidas. Si hay que quedarse con una de ellas sería, sin duda, la que protagoniza Blanca Portillo donde incluye directamente al público en la obra y recrean que en ese mismo momento, mientras los asistentes están viendo la obra de teatro, Madrid empieza a ser bombardeada. Las luces se apagan y el sonido de las bombas y las sirenas envuelven todo el recinto.
¿Dónde y cuándo poder ver ‘1936’?
Actualmente el montaje se encuentra en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, hasta el 26 de enero. Sin embargo, debido a la gran acogida que ha tenido entre el público, se agotaron las entradas de todas las funciones el día que salieron a la venta, la obra volverá al teatro esta temporada, del 12 de septiembre al 12 de octubre. La venta de entradas se anunciará cuando se presente la nueva temporada 2025-2026 en el mes de junio a través de los canales habituales de su web y sus redes sociales
Además, realizarán una gira por España: Teatro Arriaga de Bilbao 31 de enero y 1 de febrero; Teatro Central de Sevilla 7 y 8 de febrero; Teatro Cuyás de las Palmas de Gran Canaria 14 y 15 de febrero; Teatro Gayarre de Pamplona 28 de febrero y 1 de marzo; Teatro Bretón de Logroño 15 de marzo; Teatro Rosalía Castro de A Coruña 28 y 29 de marzo; Auditorio de Galicia de Santiago de Compostela 5 abril y Teatro Félix Petite de Vitoria Gasteiz 12 y 13 de abril.
MataNarcisos
19/01/2025 12:59
JAAAAjajaja..... Aún la izquierda roja española, anda acojonada con el General, tiene tal trauma que quieren lo imposible.... Ganar la Guerra que perdieron, y me temo que eso jamás podrán cambiarlo, todo lo más alguna fantochada cómica, cambiar algún letrerito, y tomar muchos antiácidos. Ande andará el trapo tricolor, que hasta el mismo es un fraude, simplemente introducían la Bandera de España, en tinta azul en su franja inferior, y salia una especie de morado igualito a las casullas de los curas, y encima en tiempo de cuaresma.
M-V-P
19/01/2025 17:36
Otra historieta mas contada por la parte perdedora. Seguro que no hablarían del asesinato de mi bisabuelo, mi tío abuelo y otros quince más por los comunistas y con una sola bala en la nuca para cada uno sin importar el tiempo que tardaran en morir. Ya que hablamos de bombardeos es famoso el de esos vascos por el que cobró Picaso para pintarlo, pero más mortal y sangriento fue el Cabra... pero ese no fue de las tropas nacionales.
Franz Chubert
22/01/2025 11:14
Me mantendré atento a esta sección. Ejercicios de propaganda como este sin duda me hacen plantearme mi suscripción a VozPópuli. No aporto a este medio para leer loas a la propaganda comunista, y este artículo lo es. Esto es muy decepcionante y muy cabreante. Lamar a Mayorga, Almodóvar
RafaR
Hombre, ya apareció Mustafá. Mira, morito, sois lo que sois, de donde no hay no se puede sacar. Tu rey no tiene antecedentes penales, porque no hay güevos en todo tu país de m.i.er-da de mirar debajo de sus alfombras o (dentro) de su culo, porque él es la justicia y porque él posee todo lo que se mueve en su reino. Así que, morito, no te pavonees tanto.
Dr. Who
Vienen de una cultura muy tolerante: te apuñalán por detrás y por delante.