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Cultura

Batalla Cultural

Vargas Llosa, Roca Rey y las jaras hermafroditas (así se gana la guerra cultural)

La Cátedra Vargas Llosa apuesta por atraer al sector privado español y americano hacia "la defensa de la cultura, la amistad y la libertad"

José María Aznar, Esperanza Aguirre, Pablo Casado, Isabel Díaz Ayuso (a quién no conseguí ver), José Luis Martínez Almeida, Cayetana Álvarez de Toledo, Begoña Villacís… Fueron tantos los ilustres que si los pusiéramos en negrita abusaríamos de ese recurso. La élite de la derecha madrileña se reunió el pasado viernes en la finca El Jaral de la Mira (El Escorial), acompañados por un clima perfecto. La misión consistía en arropar el giro estratégico de la Cátedra Vargas Llosa, centrada en promover la cultura y la libertad.

Tampoco faltaron famosos tan distintos como Jorge Edwards, Diego Pablo Simeone, Andrés Roca Rey, Boris Izaguirre, Toni Cantó, Los Del Río, Rubén Amón, Fernando Verdasco y Juan Luis Cebrián, posiblemente el único de los invitados VIP que alguno de los presentes podría considerar “de izquierda”. Durante las tres décadas de la Transición (digamos 1975-1992) la cultura se concebía como un balneario donde relajar tensiones, hoy vivimos en pleno campo de batalla, tanto en el ejército “progre” como entre los partidarios de máxima libertad de mercado. Y las estrategias se recrudecen.

El plan se desveló pronto y con máxima claridad, gracias al discurso de Álvaro Vargas Llosa. “Lo que buscamos es que la Cátedra fuese absorbida por la Fundación para la Libertad, impulsada hace veinte años por el presidente Aznar en la Casa de América”, recuerda. “Por eso embarcamos a Gerardo Bongiovanni, director de la cátedra Vargas Llosa en Argentina. Empezamos a compartir ideas y se nos ocurrió este evento. Lo que pretendemos que sea anual, vernos para cultivar la amistad, defender la libertad y recaudar fondos, como suele hacerse en Estados Unidos, país donde he vivido mucho tiempo. Otra cosa que hicimos juntos fue emprender una largo viaje por España para contactar con gente que pudiera ayudarnos", explicó ante la grabadora de Vozpópuli.

La puja por el capote de Roca Rey alcanzó los once mil euros para financiar la Cátedra Vargas Llosa

¿Resultado del viaje español? “Casi sin excepción, nos miraron como se mira a una bicho raro. Dijeron que esto aquí no podía funcionar, que solo se organizaban encuentros de este tipo para causas benéficas y solo con determinadas características. Esa es la tendencia en la buena parte de Europa: la cultura es una dependencia estatal y la independencia es impracticable e impensable. Pero ha pasado un año y somos la prueba de que el sueño se ha hecho realidad”, celebró.

Fue un triunfo contra todo pronóstico, ya que la Cátedra nace en 2010 (en plena crisis económica) y ahora le dan este giro saliendo de la pandemia, otro momento delicado. A la jornada del viernes, un éxito de organización, acudieron unas 400 personas de 22 países. Se da un pasito desde lo cultural hacia lo explícitamente político: la cátedra abandonó hace año y medio la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes para unirse a la Fundación por la Libertad. Esta mutación se hace de manera transparente, confirmando que no existen ecosistemas artísticos despolitizados.

El torero Andrés Roca Rey, en el alabado tentadero de la mañana

Cultura y compromiso

Mario Vargas Llosa fue recibido con aplausos intensos y escuchado en mitad de un silencio reverencial. “La cátedra que lleva mi nombre fue creada cuando gané el premio Nobel. No la impulsé yo, sino un grupo de amigos; poco después fue apoyada por varias empresas españolas. Nuestra actividad incluye un premio anual de Literatura, entregado ya cuatro veces y dotado con cien mil dólares. Tenemos reuniones en Lima y en Guadalajara (México). Ahora trabajamos en un proyecto más ambicioso, cuyo objetivo es mantener vivo el español literario, apoyando y propiciando encuentros entre autores de nuestra lengua”, concretó. “Buscamos facilitar una comunicación con intercambios culturales constantes”.

Para desarrollar su proyecto, Vargas Llosa cuenta con profesionales de primer nivel como Bongiovanni, el periodista cultural peruano Raúl Sola, el español Ramiro Villapadierna (ABC, Instituto Cervantes...) y también con Darío Loperfido, a quien describe como "un exministro de Mauricio Macri que en realidad está más orgullosos de haber dirigido el Teatro Colón de Buenos Aires, uno de los centros más conocidos de la música clásica", señalaba.

Terminamos con un poco de salseo, que los clics no llegan solos. ¿Quiénes fueron las celebridades más celebradas? El 'Cholo' Simeone y su novia Carla Pereyra entre los señores, Boris Izaguirre e Isabel Preysler entre las damas. ¿Los canapés que triunfaron? Según encuesta informal: frambuesa de foie, buñuelo cremoso de bacalao skrei y las cucharitas de steak tartar con mostaza. El periodista segoviano de mi mesa elogió la crujiente piel del cochinillo con su carne jugosa, plato fuerte del almuerzo. ¿La pregunta más repetida? Pedir al señor que servía el jerez que explicase la diferencia entre un escanciador y un venenciador. La respuesta es tan sencilla como usar botella o venencia en el proceso.

¿La banda sonora del día? Cantante afrancesada interpretando "La bohéme", arropada por cuadro flamenco (por la mañana) y espléndida repesca de "Esa cobardía" de Chiquete (por la tarde). ¿El momentazo? La puja por el capote de Roca Rey, que se llevó una joven rubia, radiante con su vestido de gala verde. Llegó hasta los once mil euros, con los ojos brillantes de impaciencia, mientras hacía carantoñas a su marido. ¿El chiste más celebrado? Este de Álvaro Vargas Llosa: "Quiero agradecer los hermanos Sandoval habernos cedido este lugar hermoso, que fueron los prados reales de Felipe II. Además hoy me he enterado de que las jaras son una planta hermafrodita, que es un dato importante en los tiempos que vivimos, de gran preocupación por las cuestiones de género". Risas y aplausos en el salón. Poco después, los gin-tonics a ritmo de Leiva, Los Rodríguez y Los Secretos. Hace ya tiempo que el rock ha girado a la derecha.

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