Cultura

Una inmensa cúpula protegerá el yacimiento tartésico del Turuñuelo

La estructura de la cúpula, vista desde arriba, podría simular una Flor de Lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica

  • Recreación del interior y vista aérea de la futura cúpula.

Una gran cúpula metálica de 116 metros de diámetro y 20 de altura, asentada fuera de la zona arqueológica, protegerá el yacimiento tartésico de Casas del Turuñuelo, en Guareña (Badajoz) y permitirá, cuando se abra al público, que las visitas no afecten a los trabajos arqueológicos que continúan en este espacio de más de 2.500 años de antigüedad.

El proyecto, que ha sido presentado este miércoles por la Junta de Extremadura y el equipo de arquitectos encargados de su diseño con el asesoramiento de los arqueólogos, tiene un presupuesto de 6,7 millones de euros, procedentes de fondos europeos y se prevé que esté finalizado en nueve meses. Según han explicado tanto el arquitecto Carlos Albarrán como el ingeniero encargado de la obra, Antonio Manuel Reyes Rodríguez, la primera premisa era proteger el yacimiento, y para ello se ha diseñado esta cúpula de forma radial, que por su diámetro estará entre las más grandes de Europa.

Unas de las principales características es que las 32 zapatas en las que se apoya las columnas que soportarán la estructura están fuera de lo que es propiamente el yacimiento, para lo que se ha sometido a catas la zona y poder así acotar su ubicación. De este modo, se garantiza que la construcción de la cúpula no afecte a futuros descubrimientos, sobre todo teniendo en cuenta que hasta el momento el equipo de arqueólogos solo ha actuado sobre un 30 por ciento del yacimiento.

El edificio, sobre una superficie total construida de 10.568 metros cuadrados, se ha diseñado manteniendo la configuración del 'Tumulus' (elevación) y posteriormente a la cúpula se le podrá una cubierta ajardinada, con vegetación autóctona, con lo quedará integrada en el entorno con el aspecto original del yacimiento.

La estructura de la cúpula, vista desde arriba, podría simular una Flor de Lis, uno de los símbolos de la cultura tartésica, formando estrellas que es "un guiño" a los pétalos de esta flor.

Además, permite dar cobertura y protección al yacimiento frente a las inclemencias meteorológicas, teniendo en cuenta que su material es adobe, muy erosionable, y también el trabajo de los arqueólogos, que podrían continuar incluso en invierno. Para habilitar el yacimiento a las visitas y que estas no afecten a las excavaciones arqueológicas y al propio yacimiento se han diseñado pasarelas colgadas de la propia estructura de la cúpula, totalmente accesibles.

Mercedes Morán, consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, departamento responsable de las obras, con cargo al Plan de Desarrollo Rural, ha recordado que este yacimiento está actualmente cubierto con chapas metálicas, que aunque ha ralentizado su deterioro, "no ofrece garantías para su protección" y ha confiado en que esta misma semana salga a licitación la obra.

Por su parte, Esther Rodríguez, del equipo de arqueólogos, ha valorado que este diseño "es la mejor manera" para disfrutar "sin pisar" el terreno, lo que ayudará además a evitar el deterioro de uno de los yacimientos más importantes del mundo. En cuanto a los trabajos arqueológicos, ha explicado que se retomarán en el próximo mes de marzo, aunque se adecuarán a las necesidades de las obras de la cubierta.

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