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Cultura

POLÉMICA POP

Todos contra Taylor Swift: Courtney Love, Pet Shop Boys, Billie Eilish…

La superventas estadounidense atraviesa su peor momento de credibilidad

Taylor Swift hace historia con su cuarto Grammy a mejor álbum, un triunfo que va mucho más allá de la música
Taylor Swift en los premios Grammy 2024 EFE

No todo el mundo la recuerda ya, pero Courtney Love (líder de Hole) fue una de las grandes estrellas de los años noventa y los dosmiles. Además fue una celebridad de Hollywood, con amigas de primer nivel como Drew Barrymore, Linda Perry y Stevie Nicks de Fleetwood Mac. En resumidas cuentas, alguien que conoce muy bien el negocio. Por eso todavía se la escucha cuando tiene opiniones fuertes sobre cualquier fenómeno pop, como las que ha expresado recientemente sobre Taylor Swift: “Taylor no es relevante. Puede que sea un espacio seguro para las niñas y probablemente sea la Madonna de ahora, pero no es interesante como artista”, dijo en una entrevista publicada en Standard Monday. Ahí queda eso.

Por supuesto, la armada de swifties contestó profusamente: parte de ellos insultado y otros recordando a la diva grunge que hace dos años celebró la música de la cantante de Cruel Summer y hasta le felicitó su cumpleaños a través de Facebook, publicando una foto de ambas juntas. Otros que tampoco sintonizan mucho con Swift son el dúo británico Pet Shop Bpys, superventas del pop electrónico desde la segunda mitad de los años ochenta: “Taylor Swift me fascina como fenómeno porque es muy popular, y me gusta un poco todo ello, pero cuando escucho sus discos… para ser un fenómeno tan grande, ¿dónde están las canciones famosas? ¿Cuál es el ‘Billie Jean’ de Taylor Swift?”, se preguntó Neil Tennant en el marco de una entrevista con el diario británico The Guardian.

“El undécimo álbum de Swift suena plano y, a ratos, cargado de 'cringe'”, señala la web británica New Musical Express


Tennant reconoció el impacto global de la artista, también su gran voz, pero sigue faltándole algo. “Me gusta que une a toda esta gente, incluso a varias generaciones, pero creo que lo que es decepcionante es la música, no la letra, la música”, precisó. No solo es The Guardian, también The New York Times se apunta al carro de las críticas. “Para algunos, este diluvio constante (de publicar canciones) que ha llegado a su punto álgido en el último año, está empezando a convertirse en un nuevo (y antes impensable) sentimiento: fatiga de Taylor Swift. Es un sentimiento que se ha solidificado online en los días posteriores al lanzamiento de The Tortured Poets Department, que se ha transformado de un álbum de 16 canciones en una epopeya de 31 temas y dos horas”, escribían los periodistas Matt Stevens y Shivani González recogiendo el testimonio de críticos y seguidores de la cantante en un artículo titulado: “Taylor Swift ha dado mucho a sus fans. ¿Es finalmente demasiado?”.

Todos contra Swift

¿Más madera? Sin llegar al extremo de dar nombres, muchos interpretan que la superventas Billie Eilish también ha cargado contra Swift. “Los artistas más grandes del mundo sacan cuarenta versiones diferentes de un puto vinilo que solamente trae una cosa nueva, solo para que la gente siga comprando. Es un desperdicio y me molesta que todavía estemos en un punto que algunos artistas sigan tan preocupados por los números y por hacer dinero”, denuncia. No da nombres, pero es algo que Swift hace de manera constante. El último trabajo de Taylor Swift se publico en cinco versiones diferentes.

La prensa pop no se ha rendido de manera unánime a The tortured poets department (2024), con algunas reseñas demoledoras. “El undécimo álbum de Swift suena plano y, a ratos, cargado de 'cringe'”, señala la web británica New Musical Express. “A medida que el álbum avanza, las letras parecen flujo de conciencia, imprecisas y con una verbosidad innecesaria. Las rimas sin aliento saturan el conjunto y arrastran a las melodías a girar en bucle", lamentan. La crítica más salvaje es la de Paste, que acusa a Swift de desplegar una panoplia de sufrimientos y enfermedades mentales como si fueran vestidos de alta costura. Se ceba especialmente con la canción “Fortnight”, que considera recargada, hasta el punto de que “se ahoga en el vómito de su propia opacidad”. ¿Vivimos un punto de inflexión en la simpatía global por Swift?

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