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Cultura

'Sweat': las 'influencers' también lloran y están solas

'Sweat': las 'influencers' también lloran y están solas
Las redes sociales están llenas de imágenes bonitas, de vidas ideales en las que nunca hay problemas, ni hipotecas, ni discusiones familiares, ni niños traviesos, ni salones desordenados, cocinas feas o baños mal decorados. Nadie escucha nunca malas canciones y todo el mundo lee libros imprescindibles. Cualquier atisbo de debilidad se camufla bajo la etiqueta de "guilty pleasure", esa expresión anglosajona que sirve para justificar lo que nos da placer y no nos atrevemos a confesar. Y todo, con el fin de conectar, agradar y recibir aprobación en forma de "likes".
Para Magnus von Horn, director de la película 'Sweat', un drama sobre la soledad de una influencer presentado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla con el sello del Festival de Cannes, donde formó parte de la selección oficial, "el uso compulsivo por las redes sociales habla de la desesperación por tener contacto". "Buscamos el contacto humano y a la vez estamos aterrados por perderlo", ha señalado el cineasta en una entrevista con Vozpópuli.
En esa situación se encuentra la protagonista de su segunda película, Sylwia, una influencer del mundo del fitness que trata de huir de la soledad entre smoothies energéticos, outfits deportivos de diseño, el unboxing y los mensajes motivacionales. A lo largo de tres días en la vida de esta Patry Jordan polaca, el espectador reflexionaá acerca del precio que tiene la fama y lo cerca que se encuentra de los problemas de quienes parecen vivir sin ellos.

Copia de SWEAT_Magnus_von_Horn_Photo02_Photo©Natalia_Łączyńska_©Lava_Films

La deportista, de cuerpo envidiable, sonrisa blanca y pelo perfecto, tiene 600.000 seguidores en sus redes sociales, pero se siente completamente sola e incapaz de vivir sin la aprobación y la atención de los demás. De todos los que la rodean, virtualmente o no, espera la admiración y la estima que es incapaz de encontrar por sí misma. Incluso su madre se cansa de mirarla y contemplarla, en lo que puede parecer algo imposible, pero que en la película tiene mucha credibilidad.
Von Horn opina que lo que ocurre en Instagram o en Facebook no tiene por qué ser necesariamente mentira. "Las redes sociales pueden hacer que me olvide de mí mismo y mirar a otros mundos. No estoy seguro de que sea algo fingido, sino también real. No es una ilusión, ocurre lo mismo que en la vida real, donde nos ponemos máscaras, mostramos lo mejor, mentimos y escondemos", recalca.
En el planteamiento y la forma, aunque no en el desarrollo, esta película recuerda en cierta manera a un capítulo escalofriante de 'Black mirror' en el que la calificación social de las personas se produce en una red social, similar a Instagram, y de ella depende el estatus: si eres popular vives mejor, y si pierdes seguidores caes en la miseria.

Saber cómo somos en los ojos de los otros es un problema atemporal. En las redes sociales nos sentimos vulnerables de un modo nuevo, pero nuestras debilidades como seres humanos son siempre las mismas"

La tiranía de la fama 

Aunque en esta película este cineasta sueco no llega hasta esos límites, sí reflexiona sobre la tiranía y la esclavitud de la fama y la popularidad. "Saber cómo somos en los ojos de los otros es un problema atemporal. En las redes sociales nos sentimos vulnerables de un modo nuevo, pero nuestras debilidades como seres humanos son siempre las mismas", sentencia el director.
De manera tangencial, Von Horn también habla de otra tiranía: la de la belleza, palabra en la que cree que entran "significados diferentes". "De alguna manera, la belleza ha secuestrado todo, empezando por el feminismo. ¿Está el feminismo muerto porque ha sido secuestrado por capitalismo y ahora es vendible, es promoción y comercio? Esa es la tiranía de la belleza y el cuerpo", reflexiona.

Sweat

Ambos queremos estar en contacto con otras personas, ambos buscamos una herramienta para ser más honestos en nuestra vida cotidiana: para mí es escribir guiones y hacer películas, para ella es estar presente en las redes sociales"

A lo largo de la película, el espectador observa cómo, a pesar de ir a contracorriente de lo que se espera de ella, Sylwia termina mostrando que se siente fuerte con su vulnerabilidad, algo con lo que el director se siente identificado. "Ambos queremos estar en contacto con otras personas, ambos buscamos una herramienta para ser más honestos en nuestra vida cotidiana: para mí es escribir guiones y hacer películas, para ella estar presente en las redes sociales. Entiendo su lucha con la familia, intentar ser alguien que quizás no es, entiendo que quiere volar alto hacia el éxito por momentos y hacer cosas estúpidas para más tarde arrepentirse", concluye.
El director, que presentó su primer largometraje, 'The Here After', en la Quincena de Realizadores de Cannes, ya prepara su próximo proyecto: un drama ambientado en Dinamarca en la Primera Guerra Mundial, en el que una mujer que intenta quedarse embarazada de la persona equivocada trata de sobrevivir en un mundo con su hijo.

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