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Cultura

Sophia Loren reivindica sus 86 años de reinado como musa inmortal

Sophia Loren reivindica sus 86 años de reinado como musa inmortal

Dice el personaje de Sophia Loren en la película 'La vida por delante', que acaba de estrenar Netflix, que "cuando se deja de tener esperanza suceden las cosas más bonitas". Uno no sabe lo que pasa por la cabeza de la actriz, musa de Vittorio de Sica y compañera inseparable de reparto de Marcello Mastroianni, pero quizás a sus 86 años, y una década después de haber rodado su última película, volver al cine a las órdenes de su hijo, Edoardo Ponti, haya sido una de las experiencias más gratas de su trayectoria.

En la película que acaba de estrenar en la plataforma, Loren da vida a una mujer mayor que en el pasado ejerció la prostitución y cuando abandonó la calle decidió cuidar a los hijos de otras prostitutas. Su casa a partir de entonces se conoció como el "refugio" y el último niño al que decide acoger es Momo, un pequeño conflictivo y maleducado, procedente de Senegal, que trapichea con drogas a espaldas de los adultos.

'La vida por delante' no se convertirá en su mejor actuación, ni será una película ni siquiera reseñable en su larga carrera como actriz, e incluso tiene varios momentos irregulares, que hacen perder el equilibrio y van desde el melodrama a la ternura, pasando por la comedia ligera. Sin embargo, en esta película irregular e inclasificable, Loren sigue brillando y se mantiene elegante, fuerte y bella. Es imprescindible la escena en la que se lanza a bailar con la actriz española Abril Zamora, conocida por su papel en la serie 'Vis a vis'.

La trama funciona en varios momentos como una carta de amor entre los hijos y sus madres. Ellos, abandonados o huérfanos, recuerdan sus sonrisas, su cariño y su infatigable empeño por hacerles felices. Y es así como el director ve a su madre, y no como la diva a la que todo el mundo mira

La trama funciona en varios momentos como una carta de amor entre los hijos y sus madres. Ellos, abandonados o huérfanos, recuerdan sus sonrisas, su cariño y su infatigable empeño por hacerles felices. Y es así como el director ve a su madre, y no como la diva a la que todo el mundo mira. Por ello, la superviviente del Holocausto a la que Loren interpreta en esta película consigue llenar el vacío de estos niños, infatigable a pesar de su enfermedad, e infatigable como ella es en la vida real.

Además, la cinta también aborda las diferencias religiosas y reflexiona sobre el salto generacional y la relación entre jóvenes entre mayores, el contraste entre la lucidez y la demencia, lo nuevo y lo obsoleto, o la vida y la muerte. Sin embargo, a pesar de algunas conversaciones entre el protagonista, a quien da vida un jovencísimo y magnético Ibrahima Gueye, y el resto del reparto, la película termina por parecer demasiado evidente. En cualquier caso, es un regalo volver a tener a Sophia Loren en la gran pantalla, con cualquier excusa para convertirla en una musa eterna del cine.

Viaje al sur de Italia

Edoardo Ponti (Ginebra, 1973), fruto del matrimonio entre Sophia Loren y el productor Carlo Ponti, quienes contrajeron matrimonio en 1966, adapta en esta ocasión la novela homónima de Romain Gary, que ya se llevó al cine en 1978 y fue premiada con el Óscar, y con la que Loren recupera al personaje de "Madame Rosa". Sin embargo, a diferencia de la obra original, que se desarrolla en París, en esta adaptación el director viaja a la belleza de las calles de Bari, ciudad situada en el sur de Italia, y toma la luz del Mediterráneo como contraste entre la belleza y las tensiones de la pobreza y la cara más amarga de la emigración.

Esta no es la primera vez que Ponti dirige a su madre. Ya lo hizo en 2014 con el cortometraje 'La voz humana', basado en la obra de Jean Cocteau, y que ahora ha adaptado Pedro Almodóvar, o en 2002 con 'Between strangers', en la que también participaban las actrices Mira Sorvino y Deborah Kara Unger.

Sophia Loren (Roma, 1934), musa del neorrealismo, actuó por última vez en la cinta 'Nine' (2009), dirigida por Rob Marshall y protagonizada por Daniel Day-Lewis, junto a Penélope Cruz, Nicole Kidman, Judi Dench o Marion Cotillard. Antes, dejó películas memorables entre las que destaca, entre todas ellas, 'Dos mujeres', dirigida por Vittorio De Sica en 1960, con la que consiguió el Oscar a la mejor actriz. Como curiosidad, cabe destacar que esta fue la primera vez que una intérprete consigue la preciada estatuilla por un papel en una lengua extranjera. 

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