Quantcast

Cultura

Análisis

Los diez mandamientos de la propaganda bélica

Todo el que sea crítico con nuestra propaganda bélica, o siquiera ecuánime entre la propaganda de unos y otros, es sospechoso de traición

A estas alturas todos hemos oído hablar de la manipulación rusa, las narrativas del Kremlin, la censura de Putin, los medios de propaganda como Russia Today y las fake news extendidas por bots rusos. Podríamos hacer el enésimo artículo sobre esta cuestión, pero creemos que hay otro enfoque de mayor interés. En toda guerra hay (por lo menos) dos bandos, cada cual con su propia propaganda bélica. Y da la casualidad de que nosotros (españoles, europeos y occidentales) formamos parte de un bando que libra contra Rusia una guerra global con medios militares, económicos e informativos.

            El pez no percibe el agua en la que flota, igual que nuestros ciudadanos no suelen percibir la propaganda bélica en la que ellos mismos están inmersos. No estamos diciendo que las informaciones de nuestra prensa y televisión sean necesariamente mentira. Decimos que la forma en que se seleccionan, presentan, entrelazan e interpretan responden a unos marcos concretos, como veremos a continuación. El año pasado se hicieron públicos documentos de la OTAN (organización a la que pertenecemos) sobre la 'guerra cognitiva' (cognitive warfare): cómo ganar la batalla del relato y modificar la forma en que pensamos. La peculiaridad de esta guerra es que no la libra un país contra otro, sino nuestras propias élites contra nosotros mismos. El gran campo de batalla no está en Ucrania, sino en la mente de cada uno de nosotros.

            El autor pionero en analizar estas técnicas fue Arthur Ponsonby. En su obra Falsedad en tiempos de guerra (1928) expone las narrativas que los aliados utilizaron contra los alemanes en la Primera Guerra Mundial. Que sea un escritor británico nos ayuda a comprender mejor la mentalidad de la actual OTAN, que no es sino la enésima máscara del anglo-imperio, antiguamente asentado en Londres y hoy en Washington USA. El objetivo a batir ya no son los alemanes, pero se mantienen las viejas acusaciones: son belicosos, son enemigos del comercio, no son europeos civilizados, quieren invadir medio mundo, etcétera. Una germanofobia idéntica a la actual rusofobia o a la hispanofobia de antaño (cuando España era una rival del anglo-imperio y no su colonia).

           Propaganda en nuestra época

La obra de Ponsonby ha sido sintetizada por la historiadora Anne Morelli en Diez mandamientos de la propaganda bélica (2001), que exponemos a continuación. Según analiza ella, siguen siendo perfectamente aplicables a guerras del siglo XXI como Siria o Afganistán. ¡Será que el decepcionante siglo XXI está moldeado por los mismos que ganaron las guerras del siglo XX!

1) Nosotros no queremos la guerra. Queremos la paz en Ucrania. Aunque Alemania y Francia abandonaron los protocolos de paz de Minsk. Aunque Estados Unidos y Reino Unido presionen a Ucrania para que no firme con Rusia una paz que no sea ventajosa para aquellos. Aunque la OTAN sólo busque prolongar el conflicto y maximizar las bajas a base de enviar misiles y drones. Aunque el plan de Occidente, confesado por figuras como Hillary Clinton o Douglas Lute, sea convertir Ucrania en Afganistán (es decir, una guerra enquistada) y al resto de Europa en Pakistán (es decir, un polvorín inestable).

2) La guerra es culpa exclusiva del enemigo. El angloimperio ni siquiera guerrea o invade, eso solo lo hace Rusia. Compruébelo en Wikipedia: Iraq 2003 fue solamente una 'intervención', Haití 1994 una 'operación', Corea 1950 una 'acción policial' y Malasia en los cincuenta una 'emergencia'. La OTAN no es más que una organización ¡defensiva!, por mucho que se haya dedicado a la guerra de agresión desde Yugoslavia hasta Libia. Desplegar sistemas de misiles por toda Europa se trata de un 'escudo'. Las sanciones económicas o las operaciones para desestabilizar gobiernos no han buscado conflictos, sino favorecer la paz, la libertad y la democracia. Y Rusia es culpable por no saber apreciarlo.

3) El líder enemigo es malvado. La propaganda del angloimperio sigue la teoría individualista y meritocrática de Thomas Carlyle: la Historia es el producto de líderes excepcionales. O sea, Rusia es Putin. Pero, como es costumbre en el liberalismo, todo está entendido al revés. Los grandes líderes no son los que inoculan en las masas su ideario personal, sino los que logran identificarse a sí mismos con un clamor popular. Buena parte del pueblo ruso (y no solamente Putin) exige recuperar su dignidad nacional a cualquier coste.

Pero lo más sencillo para la humanidad es, como buenos mamíferos, reconocer y odiar un único rostro. Dentro de la humanidad, los occidentales en concreto somos muy sensibles a la polarización ideológica, así que nos presentan a Putin como alguien detestable para ambas trincheras políticas: a la vez un neosoviético de extrema izquierda y un neozarista de extrema derecha. Dentro de Occidente, los europeos en particular estamos obsesionados con el psicoanálisis, así que nos convencen de que Putin es directamente un loco, un megalómano, un psicópata.

Por el contrario, los comandantes ultranacionalistas ucranianos combaten por la moderación democrática. El comisionista Borrell (UE) y el banquero Stoltenberg (OTAN) luchan contra los oligarcas. Qué autenticidad desprende el actor profesional Zelenski. Y qué encomiable salud mental posee el octogenerio Biden.

4) Defendemos una causa noble, no nuestro interés particular. Occidente está defendiendo la integridad del Estado-Nación, aunque en Serbia con Kosovo no era de nuestro interés. Defendemos el derecho para cada país de unirse a la alianza militar que prefiera, aunque en Cuba con los misiles soviéticos no era de nuestro interés. Defendemos la posibilidad de que países cercanos accedan a la Unión Europea, aunque en Turquía no era de nuestro interés. Defendemos la legítima resistencia de un pueblo invadido, aunque en Sáhara o Palestina no es de nuestro interés. Defendemos las libertades políticas, mediáticas y sexuales, aunque todo ello esté más comprometido en Ucrania que en Rusia.

Circula por Internet una lista negra de supuestos 'Altavoces del Kremlin' en España que incluye a Javier Couso, Juan Manuel de Prada, Pedro Baños, César Vidal, Pedro Insua...

5) El enemigo comete crímenes de guerra, nosotros sólo cometemos errores. Los cadáveres que Rusia deje atrás saldrán una y otra vez en los mismos medios de comunicación que prohibieron emitir soldados muertos en Iraq, niños muertos en atentados yihadistas en Europa o ancianos muertos por la covid. Los crímenes cometidos por Rusia son constitutivos de genocidio, no así los de Ucrania en el Donbás durante años. Los rusos están atacando zonas civiles porque sí. Los ultranacionalistas ucranianos montan ¡solamente por error! sus puestos de mando en teatros, sus posiciones de ataque en residencias, sus almacenes de armamento en guarderías. Si estos neofascistas ucranianos torturan y ejecutan a prisioneros de guerra con las armas que nosotros les hemos enviado, sin duda se trata de un trágico error impredecible. Como nuestras armas que acabaron accidentalmente en manos de talibanes afganos, guerrilleros centroamericanos o yihadistas sirios. Errores. Eso sí, desde que Ponsonby redactó estos mandamientos, Occidente ha dejado de disculparse por sus 'fallos'. Tanto Harry Truman como Madeleine Albright han bajado al infierno defendiendo lo acertado que fue el bombardeo atómico de Japón y la muerte de medio millón de niños iraquíes.

6) El enemigo utiliza armas prohibidas. Nuestros medios de comunicación especulan con que Rusia use misiles de nuevo tipo, armamento nuclear y ataques químicos. La realidad es que Rusia había renunciado a varias de estas armas en los tratados de Misiles Antibalísticos (ABM), Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF) y Armas Químicas (CWC). EEUU, por el contrario, abandonó los dos primeros tratados y ha postergado el tercero como mínimo hasta 2023. Esto no lo cuentan nuestros medios, ni tampoco la pretensión de Ucrania de rearmarse nuclearmente, ni la presencia en Ucrania de minas y municiones ilegales, ni las sospechas de amenaza biológica en los laboratorios de EE.UU. en Ucrania.

7) Las pérdidas de enemigos son enormes, nosotros apenas sufrimos. Primero nos cuentan que Rusia buscaba derrotar a Ucrania en una semana, para poder decir luego que Rusia ha fracasado. Cuando Rusia está consolidando sus posiciones en el frente, se nos dice que se ha estancado. Cuando concentra su actividad en la región oriental (como había anunciado desde un primer momento) nos cuentan que se está retirando. Destacaremos cada pérdida material del bando ruso y callaremos su éxito arrollador en la desmilitarización de Ucrania: todas las infraestructuras, puestos de mando, sistemas de radares, armamento y comandos que la OTAN ha perdido para siempre.

8) Los intelectuales y artistas apoyan nuestra causa. Eurovisión, Disney, la UEFA, los Grammy y la federación de gatos domésticos rechazan las acciones de Rusia. Nuestras élites políticas se ponen en la solapa una chapita con la bandera ucraniana donde antes estaba su bandera nacional, el rosco de la Agenda 2030, un lazo amarillo o cualquier otra cosa. Para el angloimperio es crucial este soft power: las celebrities y su star system. El problema es que, fuera de los escenarios, buena parte de nuestras sociedades no apoya el envío de armamento a Ucrania. Pero el grueso de la opinión pública rusa sí secunda la guerra.

En su día se trató de antioccidentales a autores tan dispares como Pierre Bourdieu, Régis Debray y Noam Chomsky por oponerse a la Guerra del Golfoo

9) Nuestra causa es sagrada. Otro mandamiento muy angloamericano, relacionado con el puritanismo moral, con George W. Bush y su “eje del bien contra el eje del mal”. Biden repite estos días que la OTAN es un “vínculo sagrado”: la Nueva Alianza, la Santa Guerra Nuclear. Ideólogos yankis como Michael Walzer han retorcido la doctrina de la Guerra Justa de San Agustín. En la tradición occidental, Guerra Justa era aquella que no buscaba dañar a inocentes. En la doctrina OTAN, Guerra Justa es aquella que permite matar inocentes de forma deliberada, con tal de conseguir sus justísimos objetivos. Este vocabulario religioso funciona menos en nuestra Europa laica, pero aquí justificamos las guerras en nombre de nuestros nuevos dioses: defender la democracia contra la tiranía del Kremlin, defender el feminismo contra el machuno Putin, defender el ecologismo contra la Rusia gasístico-nuclear, etcétera.

10) Quien dude de nuestra propaganda es un traidor. En su día se trató de antioccidentales a autores tan dispares como Pierre Bourdieu, Régis Debray y Noam Chomsky, por oponerse a la Guerra del Golfo. A los que criticaron el bombardeo de Yugoslavia desde la izquierda y la derecha, se les englobó bajo el término 'rojipardos' (¿le suena?). Ahora está circulando por Internet una lista negra de supuestos “altavoces del Kremlin en España”. Incluye (además de al arriba firmante): a rojos como Javier Couso, fachas como Javier Villamor, un tuitero anónimo y un famosísimo youtuber, un civil pacifista y un veterano militar como Pedro Baños, también al católico Juan Manuel de Prada, el protestante César Vidal y el ateo Pedro Insua. Se diría que no tienen nada en común, salvo una cosa (y no es cobrar en rublos): el indudable patriotismo de todos ellos. Pese a todo, son señalados como traidores.

Todo el que sea crítico con nuestra propaganda bélica, o siquiera ecuánime entre la propaganda de unos y otros, es sospechoso de traición. Y eso le incluye a usted, por leer y difundir textos como este. Tenga cuidado.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.

  • T
    Tamuda

    En realidad, tanto los EEUU, como la OTAN y la UE, se retiraron del campo de batalla mucho antes de la invasión rusa, cuando no interpusieron una fuerza suficiente en Ucrania para disuadir a Rusia. Pero ahora creen que pueden ganar la guerra mediante sanciones y propaganda a todo trapo. Una quimera que intenta sustituir los hechos por la magia lacrimógena. Se derrumbará como un castillo de naipes en cualquier momento.
    La política que impulsa Biden es una majadería. La posición relativa de los EEUU y de la UE en el mundo ya no es la de los años 50, en la que el 70% del PIB mundial era Occidente. Hoy no llega al 20%. El mundo se ha ensanchado mucho y sobre todo con la emergencia de China. A Rusia no se la está aislando, simplemente se la está empujando a asociarse con otras áreas del mundo. Un telón de acero nuevo, que defina a Rusia como enemigo, ¿creen Uds. que es una política sensata y realista que nos interese a los europeos? Personalmente estoy convencido de lo contrario.

  • T
    Tamuda

    Un artículo excelente frente al energumenismo mediático y político que se ha apoderado de Occidente.

  • P
    Puchias

    Me parece que la única palabra que está de más en este artículo es la de ecuánime. Teniendo en cuenta que hace suyos todos los mantras de la propaganda rusa sin hacer ni un asomo de crítica a una invasión total de un estado soberano, con un gobierno elegido democráticamente por parte de un gobierno ultranacionalista e imperialista. Gobierno que ha estado interfiriendo en las elecciones de varios países occidentales (EEUU, Francia, Alemania, Brexit, procés Catalán; con desinformación y fomento masivo de la polarización) así como militarmente en múltiples países vecinos (Chechenia, Georgia, la propia Ucrania, Moldavia), enviando tropas para sofocar revueltas en otros gobernados por sátrapas afines (Bielorrusia, Kazajstán) y apoyando económica y militarmente a otras grandes democracias como Cuba, Nicaragua, Venezuela o Siria.
    Le felicito por estar de acuerdo con algunas de las formaciones políticas más marginales de toda Europa, de distinta orientación ideológica pero con el rasgo común de aspirar a mejorar notablemente nuestras democracias para acercarlas a los estándares actuales que rigen en Rusia. A diferencia de lo que ocurre allí, donde por un artículo equivalente le podrían caer 15 años de cárcel, aquí puede escribir éste y quedarse tan ancho.
    Si es verdad que hay una lista de personalidades pro-rusas no dudo en que en este caso su inclusión en la misma es totalmente merecida, de lo cual no veo por qué se debería avergonzar el autor, si se cree todo lo que ha expuesto.
    Por último confieso que, tras abrírseme los ojos con esta lectura, estoy por enrolarme en las fuerzas chechenas y ponerme a cometer crímenes contra la población civil ucraniana, que se habrá merecido todo lo que le pase por elegir a un actor judío pro-nazi como presidente y osar llevar la contraria a lo que el gran líder de un país hermano ha decidido para su futuro (qué lástima que los ucranianos rusoparlantes del sur y este del país no lo entiendan así y huyan sin motivo del avance de las fuerzas de liberación). Supongo que si se produce la victoria rusa en la guerra, perdón “operación militar especial”, usted lo celebrará como un gran hito. Chapeau!

  • P
    Porfirio Rubirosa

    Diáfano. Gracias.

  • X
    X

    No voy a seguir, pues ya me he cansado de escribir., pero todas o casi todas de las afirmaciones tan rotundas del autor, son tan falsas como las que he descrito mas arriba. En fin, Hásel-Paris Álvarez te recomiendo que vayas a un buen psicólogo que te ayude a percibir mas objetivamente la realidad. Y por cierto que en Europa el psiconálisis ya dejo de estar de moda hace más de 60 años, precisamente por ser acientífico y estar alejado de la realidad, como usted.

  • X
    X

    Efectivamente en toda guerra hay propaganda bélica para influir en las actitudes y conductas de los ciudadanos de cada bando. Pero también hay contrapropaganda bélica, por lo menos donde existe una cierta libertad para expresar públicamente las ideas que van en sentido contrario a la opinión “oficial” o mayoritaria: como como bien puede ser este artículo.

    Todo el artículo parece bastante coherente, pero que se basa en afirmaciones totalmente falsas. Y claro si los fundamentos del razonamiento son falsos, cuando no descaradamente mentiras, las conclusiones jamás pueden ser verdaderas. Es otra de las múltiples formas de manipulación de lamente que se utiliza en la propaganda, ya sea está bélica, política o comercial.

    Paso a identificar por cada “mandamiento” las afirmaciones falsas o basadas en suposiciones o ideas delirantes del autor, sin ningún verosimilitud y sí basadas en sus posiciones ideológicas, pero desconectadas de la realidad:

  • X
    X

    Efectivamente en toda guerra hay propaganda bélica para influir en las actitudes y conductas de los ciudadanos de cada bando. Pero también hay contrapropaganda bélica, por lo menos donde existe una cierta libertad para expresar públicamente las ideas que van en sentido contrario a la opinión “oficial” o mayoritaria: como como bien puede ser este artículo.

    Todo el artículo parece bastante coherente, pero que se basa en afirmaciones totalmente falsas. Y claro si los fundamentos del razonamiento son falsos, cuando no descaradamente mentiras, las conclusiones jamás pueden ser verdaderas. Es otra de las múltiples formas de manipulación de lamente que se utiliza en la propaganda, ya sea está bélica, política o comercial.

    Paso a identificar por cada “mandamiento” las afirmaciones falsas o basadas en suposiciones o ideas delirantes del autor, sin ningún verosimilitud y sí basadas en sus posiciones ideológicas, pero desconectadas de la realidad:
    1) a)“Aunque Estados Unidos y Reino Unido presionen a Ucrania para que no firme con Rusia una paz que no sea ventajosa para aquellos”. : Acaso Rusia le a ofrecido a Ucrania alguna forma de paz, salvo la que incluya su desaparición como nación. ¿de donde saca el autor las “presiones” de los EUA y del R.U.?
    b) “Aunque la OTAN sólo busque prolongar el conflicto y maximizar las bajas a base de enviar misiles y drones”. ¿de que fuente extrae esta intencionalidad de la OTAN? La prolongación de la guerra ¿No parece mas bien una consecuencia lógica del derecho a defenderse de quien ha sido agredido?. ¿Si un vecino del autor le ofrece ayuda ante la ocupación de su vivienda, el autor renegaría de esa ayuda y facilitaría al ocupante que se quede con la vivienda para no prolomgar el “conflicto”?
    c) “Aunque el plan de Occidente, confesado por figuras como Hillary Clinton o Douglas Lute, sea convertir Ucrania en Afganistán (es decir, una guerra enquistada) y al resto de Europa en Pakistán (es decir, un polvorín inestable).” Por favor que especifique donde han dicho o escrito esto estas personas. Parece más bien una alucinación del autor, que hace dudar de si tiene un contacto con la realidad saludable, pues parece más psicopatológico.

  • U
    Urente

    EL artículo en sí es el mejor ejemplo de lo que es la propaganda.
    Sutil, pero se le ve la patita.

  • S
    S.Johnson

    Artículo bien trabajado... aunque no deje a veces de pisar los charcos que denuncia.
    Los malos SIEMPRE son los otros. Sobre todo si pierden.

  • A
    Amber

    Bueno, ya llamar a las democracias de Occidente ("el angloimperio") indica por dónde van a ir los tiros de esta alianza contranatura entre trumpistas y neomarxistas que aún no se han enterado de que Putin se entiende mejor con el patriarca ortodoxo de Moscú que con la momia de Lenin. Solo les falta dudar de las mascarillas y de la llegada del hombre (angloamericano, of course) a la Luna para acabar de desbarrar.

  • T
    topiyo

    Muy esclarecedor e ilustrativo de lo que es la guerra y la propaganda.

  • P
    Pilar2687

    Excelente

  • G
    Ganuza

    No.
    Va usted a septiembre.
    Creo que puede mejorar. Inténtelo con algo mas de finura y mejores ejemplos personales.

  • G
    Ganuza

    Lo siento, no me ha convencido.

  • U
    Urente

    Qué nivel, Maribel. Un negro de la Belarra en VP.

  • U
    Urente

    Qué nivel, Maribel. Un negro de la Belarra en VP.