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Cultura

Las otras novedades editoriales: 15 libros que se salen del guión

Una selección de otras novedades.

No están en primera línea mediática. No los publica un gran grupo. Editados por sellos independientes, existe un conjunto significativo -habría que decir rebelde- de libros que merece la pena destacar dentro de la avalancha semanal de títulos que inundan el mercado editorial español. Recuperaciones, traducciones, antologías, memorias, biografías, ensayos... Muchos de estos libros se publican por primera vez en castellano, como es el caso de la novela del francés Jean Meckert. Otros se proponen como parte de un proyecto más ambicioso, el que acomete Páginas de Espuma con la publicación en tres volúmenes de los cuentos completos de Henry James. El asunto es amplio y toca dos territorios: la ficción y la no ficción. Combinación de dulce-salado para lectores sibaritas. Eso sí: deconstrucciones las justas. 

Primer volumen de los cuentos completos de Jack LOndon.

Comienza el repaso con el primer tomo de los tres que contienen los cuentos completos de Jack London (1876-1916) y que  Reino de Cordelia edita en ocasión de los cien años de la muerte del autor de La llamada de lo salvaje, conmemorados en 2016. Se trata de una recopilación cronológica de los 197 relatos que Jack London escribió a lo largo de su vida. La selección incluye cinco cuentos inéditos y otros veintiocho que sólo se habían publicado en revistas. Habría que poner en valor la traducción, que en este caso corre a cargo de Susana Carral. Hay antecedentes en ese matiz, ya que Reino de Cordelia editó aquel precioso Macbeth traducido por Luis Alberto de Cuenca y el experto en teatro isabelino José Fernández Bueno (con ilustraciones de Raúl Arias) que ganó el premio al mejor libro editado en 2015

El primer tomo de los relatos de London, publicado este mes, incluye los 87 cuentos escritos por el norteamericano entre 1893 y 1902. En estos relatos de adolescencia y juventud, London da cuenta de su experiencia aventurera, a los diecisiete años, cuando se embarcó como marinero rumbo a Japón en la goleta Sophia Sutherland, y que paulatinamente da paso a los paisajes helados del río Klondike, donde buscó oro junto a su cuñado James Shepard y sintió en la nuca el tibio aliento de la muerte.

También embarcada en la ciclópea tarea de recopilar, traducir y publicar clásicos, Páginas de Espuma vuelve a la carga. Luego de que el año pasado el sello capitaneado por Juan Casamayor -quien recibió un homenaje hace unos días en la Feria de Guadalajara- terminara la  tetralogía que reunía por primera vez en español todos los cuentos de Antón P. Chéjov, este 2017 edita una colección que reúne –también por primera vez en nuestro idioma- toda la narrativa breve de Henry James. El proyecto, coordinado por el escritor y traductor  argentino Eduardo Berti, comienza con una primera entrega, que abarca desde 1864, con Una tragedia del error, hasta  1878, con El casamiento de Longstaff.

Todos marcharon a la guerra, de David Vogel, publicado por Xordica.

El sello aragonés Xordica, que lleva ya más de una década de trayectoria, publica en su colección Envistas Todos marcharon a la guerra, una novela autobiográfica de David Vogel, un escritor que pertenece, junto a Joseph Roth, Arthur Schnitzler, Franz Werfel y Stefan Zweig, al grupo de autores centroeuropeos que contribuyeron a renovar la mirada literaria en la primera mitad del siglo XX. Escrita a comienzos de 1940 y publicada póstumamente, el manuscrito de esta novela fue enterrado en un jardín y rescatado después de la Segunda Guerra Mundial.

En sus páginas, y bajo el pseudónimo del pintor/escritor Rudolf Weichert, Vogel cuenta su detención y traslado junto a otros judíos y extranjeros a un campo de internamiento de Francia. Se trata de la crónica de un derrumbamiento moral: los presos que cambian de un campo a otro añorando el anterior, al tiempo que van desprendiéndose de toda lucidez y dignidad humana. "Todos marcharon a la guerra nos trae a la memoria las mejores páginas de Suite francesa, de Irène Némirovsky, o Si esto es un hombre, de Primo Levi", aseguran sus editores.

Una nueva editorial cuyo nombre se escribe con minúsculas -así, las afueras -, ha comenzado su andadura con tres libros Un romance de provincias (1960), del poeta, novelista y guionista de cine polaco Kornel Filipowicz; El nudo, las memorias de la estadounidense Jane Lazarre  y Los golpes, la novela con la que el escritor francés Jean Meckert se dio a conocer. Publicada por Gallimard, en 1941, esta novela había permanecido inédita en español. Gracias a este libro, Meckert recibió el reconocimiento de autores André Gide y Raymond Queneau.

Parcialmente autobiográfica, la historia de Los golpes está ambientada en el París de los años treinta y se vale de la significación de la violencia como mecanismo y alegoría. Un personaje áspero, alguien que se veía a sí mismo como un obrero malogrado y que fue de todo -hasta soldado-, Meckert se dedica a partir de este libro en exclusiva a la literatura. Con Gallimard publicó sus siguientes obras (L’Homme au marteau, La Lucarne, Nous avons les mains rouges y La Ville de plomb), hasta desembarcar en la década de los cincuenta como un referente de la novela negra, gracias a las historias que firmó con los seudónimos de John o Jean Amila.

Paraísos oceánicos, de Aurora Bertrana.

La editorial Rata, que justo acaba de cumplir un año tras su aparición, ha publicado lo más reciente de Begoña Huertas: El desconcierto, una novela que ahonda en el desequilibrio y el desorden emocional y físico que supone encarar una enfermedad cáncer de colón. El joven sello, que se dio a conocer con el libro La vegetariana, de Hang Kan, publica también las memorias Paraísos oceánicos, que rescata la figura de la escritora catalana en español Aurora Bertrana, cuya vida –vinculada a la música, el activismo feminista, la literatura- destaca por un soplo de cosmopolitismo que la convierte en una adelantada a su época. Ginebra, Marruecos,  Martinica, Guadalupe, Panamá. Un recorrido asombroso en el itinerario vital de esta mujer. 

En la clave No Ficción, varios libros merecen atención. El primero de ellos -que amerita una pieza por separado- es la biografía que escribe Fernando Fraga sobre la soprano María Callas y que publica el sello Fórcola ocasión del 40 aniversario de la muerte de la diva. Despojada de todo lirismo, la biografía es exhaustiva y ejecuta un recorrido por la carrera y la vida de la cantante: desde su incursión en el canto -aquella voz potente atrapada en una jovencita sin aparente gracia-, sus supersticiones y no pocas y dolorosas estepas afectivas.

También de Fórcola, y en ocasión de la conmemoración del 40 aniversario de la desaparición de Clarice Lispector, Carolina Hernández Terrazas escribe La náusea literaria, un ensayo que reflexiona y plantea los principales temas del universo de la autora brasileña: la condición femenina, la persecución política, la identidad y la otredad -isla que pasa por el hecho de la migración- y la profunda reflexión moderna de su obra. Sobre Lispector, Siruela publica la completa y magnífica biografía que hace Benjamin Moser de Lispector y que se incorpora a la Biblioteca de autor que dedica el sello a la autora de La pasión según G.H.

Un detalle de la portada del libro dedicado a Javier Pradera.

Cierra el repaso relámpago a las 'otras novedades' un libro de Trama Editorial. Como ya lo hicieron con aquel estupendo De oficio, lector, una obra estructurada como una larguísima conversación entre Bernard Pivot y el historiador Pierre Nora, Trama se desmarca gracias a esa sensibilidad particular que posee su catálogo para explicar la historia editorial de la literatura. Lo hace ahora con Javier Pradera. Itinerario de un editor, un recorrido la vida de unos de los personajes más importantes de la historia reciente de España. Ahonda este titulo en la dimensión cultural y literaria de un personaje al que se asocia con su papel como analista político en El País, pero que se propone ante el lector como lo que fue: alguien tocado por una mirada amplia e integradora sobre el mundo del libro y la reflexión literaria. Para más señas, habría que decir que el prólogo es de Jordi Gracia y el epílogo del editor Miguel Aguilar. 

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