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Cultura

Rush: la longevidad es un grado

(Wikimedia Commons con licencia CC BY-SA 2.0)

Así que restrinjamos aún más la premisa: banda en activo, que no haya parado su actividad durante toda su carrera y que mantenga todos los miembros originales. Aquí ya empezamos a restringir la lista de nombres. Y la competencia posiblemente quedaría reducida a un triunvirato más que viejuno: ZZ Top, Rush y los holandeses Golden Earring.

Pero centrándonos en los canadienses Rush, su presencia en ese hipotético podio está más que justificada. Su actual formación, Geddy Lee (bajista, teclista y voz), Alex Lifeson (guitarrista) y Neil Peart (batería) está en activo y junta desde 1974, sin parones, desbandadas, arrejuntamientos, idas o venidas (salvo unos años a finales de los 90, en los que la muerte de la hija de Peart en accidente de coche y el posterior deceso de su mujer víctima del cáncer hizo que se centraran más en su vida privada que en la musical). Aunque es cierto que no es la formación original, la que comenzó su andadura en 1968. Por entonces, la batería era ocupada por John Rutsey, hasta que en el 74 entró en su lugar Peart, que a la postre se convirtió en el compositor principal de la banda. Pero desde entonces, son casi cuatro décadas de carrera ininterrumpida, de veinte discos oficiales en estudio más directos, dvd’s y otras grabaciones.

Rush nacieron en Toronto, Canadá, y allí fueron reconocidos en 1996 con la Orden de Canadá a toda una carrera en primera línea de ventas. Con una primera etapa más centrada en el blues-rock que bebía de las enseñanzas de Cream o Yardbirds, pronto desarrollaron caminos que les acercaban al hard-rock y al rock progresivo, el que apelmazaba todo el sonido de guitarra, bajo y batería con multitud de teclados planeadores. Teclados que durante los años 80 fueron sustituidos por sonidos sintetizados que despertaron alguna reticencia entre sus más acérrimos fans.

Pero Rush siempre han sabido sobreponerse a las críticas. De hecho, su reconocimiento popular ha sido muy superior al de la crítica especializada, que muchas veces se ha ensañado con su supuesta pretenciosidad. Cierto que muchas de sus letras caminan por la ciencia ficción, la fantasía e incluso la filosofía, y que fueron de los primeros en abrir las compuertas de los discos conceptuales, con su totémico 2112 en 1976, pero más de 25 discos de oro, 14 de platino y 3 multi-platino avalan su aceptación popular.

De hecho, existe el dicho de que con Rush no hay medias tintas: o los amas o los odias. Poco importa eso a estos tres caballeros, que el año pasado publicaron un nuevo trabajo, Clockwork Angels, y que este mismo año 2013 han obtenido por fin el reconocimiento de ser incluidos en el Rock and Roll Home of Fame.

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