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Cultura

'Minari': el sueño americano a la conquista de los premios Oscar

Brad Pitt produce esta epopeya de una familia coreana-americana basada en la infancia de su director, Lee Isaac Chung

'Parásitos', la aclamada película del cineasta Bong Joon-ho, abrió camino en la edición de los premios Oscar de 2020 al conseguir los principales premios (película, dirección o guion, entre otros) para una producción coreana. Este año, la estadounidense 'Minari. Historia de mi familia' toma el relevo y se presenta como una de las favoritas de la próxima edición de los Oscar, cuyas nominaciones se conocerán el próximo lunes 15 de marzo, con una epopeya de una familia coreana-americana que busca el sueño americano. La cinta, basada en la infancia de su director, Lee Isaac Chung, llega este viernes a los cines españoles.

La mayor parte de los diálogos de esta película de tintes autobiográficos, producida por Brad Pitt, son en coreano, motivo por el que en la pasada edición de los Globos de Oro solo optó a la categoría de mejor película extranjera, galardón que finalmente recibió, tal y como contó Vozpópuli. Sin embargo, las normas de los Oscar no impiden que esta película aspire al máximo galardón, por el que se espera que también compita 'Nomadland', dirigida por Chloé Zhao y favorita en la temporada de premios.

Ambas se convierten en dos fotografías fieles de la sociedad americana. Sin embargo, mientras que el filme de Chung habla de la unidad y la oportunidad desde la América profunda en tiempos de Reagan, 'Nomadland' aborda la decepción, el desencanto y la desesperanza desde las entrañas del país de las promesas.

Minari en busca de los Premios Oscar / Josh Ethan Johnson

La acción de esta película se desarrolla a mediados de los años 80 en una granja de Arkansas, donde una familia coreano-estadounidense empieza una nueva vida en busca del sueño americano. Las dificultades, la inestabilidad de sus recursos y los retos pondrán a prueba a este clan, formado por un padre, una madre, una hija mayor y un hijo pequeño, aquejado de un problema de corazón, a los que se suma la abuela, que llega desde Corea. Cada miembro tendrá que descubrir su fortaleza en el vínculo que les une.

'Minari' es un retrato poético del sueño americano que se coloca en un punto intermedio entre las ansias por prosperar, tener éxito y triunfar y el deseo de no arriesgar demasiado para asegurar un mínimo de bienestar familiar. La misma intersección que se produce en el matrimonio protagonista: él (Steven Yeun), emprendedor y desencantado de la vida en la ciudad, que trata de sacar adelante un huerto de verduras coreanas, y ella (Yeri Han), trabajadora incansable y preocupada por garantizar la seguridad de sus hijos. El cruce entre ambos será el equilibrio necesario para mantenerse a flote.

Premios Oscar: entre la comedia y el drama

Esta historia está construida a base de detalles y de situaciones que oscilan entre la comedia y el drama, con una sutileza que evita decantarse por cualquiera de estos dos sentimientos, como buen reflejo de la vida. Esta cuestión se observa especialmente en la relación que mantienen el nieto pequeño y la abuela, a la que conoce en este nuevo hogar, y que se convierte en lo más divertido y tierno de la película, aunque sin estridencias.

El contraste entre ambos suma temas como la identidad, el descubrimiento, los lazos familiares, el perdón y el amor, y todo ello en un tono sosegado, tierno y sencillo que recuerda con bastante exactitud al cineasta japonés Hirokazu Kore-eda, probablemente el director al que más se aproxima estilísticamente de todos los nombres con los que se ha comparado el trabajo de Chung.

'Minari' / Melissa Lukenbaugh

'Minari' es hermosa en lo que cuenta, y es inmensamente bella en la manera en la que lo cuenta. La lírica es su herramienta más poderosa, aunque en ocasiones la emotividad está demasiado presente, obviando quizás que el espectador es capaz de llegar por sí solo a los lugares más conmovedores sin disponer de tantas pistas.

La historia de este largometraje no solo narra la infancia de su director, sino que habla de la infancia de todos los espectadores, y ese es el punto fuerte de esta película, capaz de trascender el momento histórico concreto y las particularidades de esta familia para hablar del amor y los dramas a los que se enfrenta cualquiera en cualquier punto del mundo. No hay nada más universal que la familia y probablemente nada define mejor la personalidad, tal y como se deduce de esta película, que pone énfasis en la fragilidad y en las fortalezas, al tiempo que cuestiona asuntos como el papel que tiene el dinero para salvar una familia.

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