Karin Viard: "Catherine Deneuve contribuyó a que las actrices maduras tuvieran vida sexual"

Karin Viard es una de las actrices que más seducen al público francés y a lo largo de su trayectoria profesional ha pasado por diversos géneros, de la comedia al drama, con un total de diez nominaciones a los premios César del cine galo en sus más de tres décadas de trabajo ante las cámaras. Ahora, lejos de la comedia -el ambiente en el que probablemente mejor se desenvuelve-, llega a los cines españoles con Las apariencias, una crítica al clasismo desde la sátira y el thriller en la que comparte reparto con Benjamin Biolay, entre otros.

Marc Fitoussi dirige esta película, basada en el best-seller Engaño, de la escritora sueca Karin Alvtegen. En ella, Eve (Viard) y Henri (Biolay) forman un matrimonio feliz y privilegiado en un pequeño círculo social francés en Viena. Él es director de orquesta, mientras que ella dirige una biblioteca. Juntos forman la pareja perfecta, una imagen que empieza a desmoronarse cuando ella comprueba que su marido le está engañando con otra mujer. El miedo por perder el estatus, la vergüenza por asumir la verdad y el amor serán los motores de la protagonista por evitar lo que parece inevitable.

"La película es muy acertada desde el punto de vista de la crítica social, que es algo que los franceses sabemos hacer muy bien", ha presumido la actriz en declaraciones a Vozpópuli en videoconferencia, con motivo del estreno de esta cinta en las salas españolas. Sin embargo, más allá de este análisis, la actriz ha manifestado que se trata del "viaje de una mujer que llega a la mejor faceta de sí misma" tras atravesar "una serie de pruebas en las que se aleja del qué dirán, del reconocimiento del mundo exterior y de la vergüenza de sus orígenes".

"Soy la consecuencia de mis orígenes e intento mostrarme como he sido siempre", afirma la intérprete, que se crió con sus abuelos y que suele recordar sus orígenes humildes cuando tiene ocasión

Karin Viard (Ruan, Francia, 1966) afirma ser "todo lo contrario" a este personaje y se describe como "una mujer sana que, paradójicamente", no sabe mentir. "Soy la consecuencia de mis orígenes e intento mostrarme como he sido siempre", ha afirmado la intérprete, que se crió con sus abuelos y que suele recordar sus orígenes humildes cuando tiene ocasión. Precisamente, tal y como ha señalado en esta entrevista, fue su idea interpretar un personaje que siente "vergüenza" de su pasado y de lo mucho que le ha supuesto esa "conquista del estatus social que de repente se tambalea y que teme perder".

Las mujeres de esta película recurren a las peores herramientas que podría usar jamás cualquier persona, luchan entre ellas y utilizan a los hijos para salvar el matrimonio. No obstante, Viard justifica este retrato de una mujer un tanto despiadada así como la ira y la provocación. "Las actitudes de estas mujeres son algo muy real. Aunque hacen algo que yo no haría, cuando uno se encuentra en una ruptura, en el sufrimiento, puede hacer cosas extremadamente discutibles", afirma la actriz, que en cualquier caso asegura no realizar nunca "juicios morales" hacia sus personajes.

Karin Viard: militante del cuerpo

Preguntada acerca de las actrices mayores de 40 años que critican el perfil incompleto, simple y estereotipado que se realiza de los personajes femeninos más allá de la juventud, Karin Viard ha lamentado que "el cine que se hace hoy en día está destinado a un público más joven", especialmente los largometrajes "de mayor presupuesto". Sin embargo, matiza que en Francia algunas actrices han aportado mucho al cine para demostrar que la mujer madura no tiene que aparecer siempre encasillada.

"Catherine Deneuve o Isabelle Huppert han hecho mucho para que las mujeres de una cierta edad puedan tener amantes y una vida sexual, y que no se conviertan en abuelas a partir de los 50", ha resaltado Viard en defensa de Deneuve, con quien trabajó en Potiche, mujeres al poder (2010), de François Ozon, y que se vio envuelta en cierta polémica por la visión del feminismo que defendió hace unos años en relación con el movimiento #MeToo.

Muchas amigas actrices de mi edad que se quejan de que cuando llega la menopausia tienen menos trabajo. Pero yo sigo teniendo propuestas muy interesantes, incluso he hecho una película que se estrenará en septiembre en cuyo primer cuarto de hora aparezco totalmente desnuda", señala Viard

Viard, que tiene varios estrenos pendientes, ha matizado que, por suerte, su caso no es el de una actriz encasillada. "Muchas amigas actrices de mi edad que se quejan de que cuando llega la menopausia tienen menos trabajo. Pero yo sigo teniendo propuestas muy interesantes, incluso he hecho una película que se estrenará en septiembre, en cuyo primer cuarto de hora aparezco totalmente desnuda, algo que para mí es un acto totalmente militante del cuerpo, de la sexualidad, de los sentimientos de una mujer a partir de una cierta edad", comenta la actriz en referencia a la película El origen del mundo, de Laurent Lafitte, una cinta "que provocará mucho rechinar de dientes", según ha advertido.

La actriz, que ha participado en proyectos tan interesantes como Delicatessen (1991), de Jean-Pierre Jeunet y Marc Caro, o tan taquilleros como la comedia musical La familia Bélier (2014), de Éric Lartigau, termina la entrevista con una visión de cómo las cosas podrían funcionar mejor. "Todas las mujeres deberían cogerse de la mano para conseguir más poder, más independencia, y creo que en ese caso el mundo funcionaría mejor", concluye.