Los alfonsinos, tribu cultural mal llamada rancia que habita casinos y pub, han tenido un gran heredero en Ignacio Peyró (Madrid, 1980); su particular Juan Valera posmoderno. Con el mismo espíritu viajero y curioso, Peyró ahora fija sus quevedos en ese fenómeno cetrino y a la vez dorado que era y es el cantante Julio Iglesias. Muchos descubrirán, así, en este El español que enamoró al mundo (Libros del Asteroide, 2025) que detrás del espanto de boleros abrasado por el sol habitó un joven meditabundo y pálido en silla de ruedas.
Pregunta. ¿Cómo surge esta crónica? ¿Eras oyente de Julio Iglesias?
Respuesta. Yo creo que no se necesita ser oyente de Julio Iglesias para ver que él tiene objetivamente una dimensión que han alcanzado muy pocos. A ver, yo no he querido hacer un libro adverso porque no creo en las biografías a la contra (género que abundó hace unos años). Tampoco quería hacer el libro de un fan enfervorizado: uno se dedica a escribir y esto es saber mantener una distancia y desde la ambigüedad intentar iluminar aquello de lo que escribes.
P. ¿Eres oyente de los artistas ligeros de este tiempo?, ¿Te consideras un hortera disfrutón?
R. Yo debo decir que no oigo casi nunca nada esto, ni soy en absoluto un experto en cultura popular española. Quiero decir, a mí no me hubiese importado nada que no existiese ni Raphael, ni nadie. Es decir, a mí me da absolutamente igual vitalmente. Dicho lo cual, pues quizá figuras como la de Julio Iglesias en un momento dado de ligereza y de indulgencia sí que me hacen una cierta gracia. Creo que hay que mirarlos con algo de respeto y afecto, siquiera por nosotros mismos que tanto caso les hemos hecho.
P. Cuéntame algo, para empezar, del abuelo de Julio Ulpiano Iglesias Sarria. Militar africanista, estos tenían mala fama en la península ¿Cuánto de este tipo y su determinación tiene la saga de los Iglesias?
R. Bueno, los africanistas mandaron tanto en la política española que uno de ellos estuvo 40 años en el poder (risas). Quiero decir, tienen una mala fama relativa. No, yo creo que él era básicamente un señor de orden, que es lo que han querido ser los Iglesias todo el tiempo. Lo que pasa es que el doctor Julio Iglesias era un señor de orden con el diablo en el cuerpo. Entonces él, que es un tipo muy listo, pues tiene que ganarse la vida y pagarse vicios y virtudes por sí mismo. Y eso lo hace con admirable astucia y luego llegando a ser un médico muy reputado.
P. Fue pionero en ginecología en España
R. Sí, sí, además uno de los primeros en implantar anestesia. Él está detrás de la fundación de la maternidad de O'Donnell, que es algo que permanece.
El escritor Ignacio Peyró. Julio Tovar
P. Vamos a entrar en el cantante, ¿Fue el accidente de tráfico de Julio Iglesias -septiembre de 1962 en el Madrid del primer desarrollismo- el elemento decisivo de su vida? Tu crónica es devastadora, volvió a andar de absoluto milagro
R. Él ve la muerte al lado: como a Trump le roza el lóbulo de la oreja. Y aunque no tengo pruebas de ello, durante mucho tiempo yo creo que todos se piensan que va a morir: el primero de ellos es el padre, que además tiene el agravante de poderlo ver con los ojos de la fría ciencia. Pero, también, es el propio padre quien de alguna manera le salva: era un hombre que tenía acceso a todos los catedráticos por su nombre de pila ya que eran del mismo gremio.
Sí, yo creo que obviamente un accidente a la madrugada con cuatro chicos que han estado de fiesta es algo que hubiese tenido que terminar en por lo menos algún caído. Y, sin embargo, ahí la providencia les echó un capotazo. Incluso, luego después con la convalecencia -la cual no sería a causa del accidente, sino a causa del tumor- Julio Iglesias de manera tardía va aprendiendo que algún día cantará más pronto que tarde.
P. Es ciertamente divertido que el origen de la carrera de Julio Iglesias y el grupo punk vigués Siniestro Total tenga como génesis un accidente de automóvil
R. Ah, no lo sabía. Lo llamativo del asunto es que Julio Iglesias, que va a ser uno de los tipos más conocidos a escala mundial de la canción, no tenía la vocación todavía.
P. Me sorprende la visita a Londres de Iglesias en 1965, año inicial del “Swinging London” y fecha de publicación del seminal Rubber Soul de Beatles ¿Se conserva algún testimonio de Iglesias en ese tiempo?
R. Hay, también, dos cosas que llaman mucho la atención en este 1965: el poco inglés que aprendió y que ahí se ganaba sus primeros aplausos cantando clásicos latinos y continentales en un pub. Y luego conoce a Gwendolyne, la cual va a ser la primera pasión de verdad seria de su vida. Luego hay otro dato, el más revelador: él está en Londres también algo después con David Bowie comenzando a maquillarse, los Beatles y Stones en plena fiebre creativa, etc. Y pasa por todo eso como sartén antiadherente…
P. Terenci Moix está en Londres en 1964, un año antes, como camarero. Toda la gente que estuvo en ese tiempo parece condenada a triunfar luego
R. Sí, es que es uno de los sitios donde había que estar. De hecho, él tenía que elegir entre estar con los existencialistas en París o con las minifaldas en Londres. Él elige característicamente estar con las minifaldas (risas).
P. Es curiosa la bola de nieve del Festival de Benidorm, 1968, que lleva al estrellato nacional a Julio Iglesias con la triste "La vida sigue igual" ¿Cuánto hay de talento de Iglesias en ese éxito y cuanto de influencia de su padre como parte del movimiento?
R. Yo no creo que fuese el padre quien lo hizo ganar: ahí había muchos intereses. Gana él ya que era una buena canción, todo hay que decirlo. Es de lo mejor que hace en su vida Julio Iglesias y funciona como otras canciones sencillas (Imagine o Peggy Sue).
P. El LP Yo canto de Julio Iglesias, 1969, además es un tanto excepcional en el tiempo: compuso Iglesias las canciones y la forma de cantar no es la común ¿Qué opinaron los críticos en su época?
R. Él al principio no gusta porque parece un chico de derechas un poquito pijo. Demasiado conformista, digamos. Alguien dice, en el 73, que tiene una voz pequeña. Al principio, le cuesta un poquito arrancar: en la primerísima época su interpretación tiene un poco de voz anfibia, a lo Antonio Machín, que va a abandonar por algo más aterciopelado.
P. La pista "La vida sigue igual", que ha sido interpretada por Umbral como metáfora conservadora del tiempo transicional, ¿No tiene algo del estoicismo del hombre que sobrevive a un accidente de tráfico brutal?
R. "La vida sigue igual" refleja una vivencia hospitalaria: “unos que nacen, otros morirán”. Eso es pasmoso, realmente. Siempre, cuando tenemos en mente a Julio Iglesias, tenemos que ver no solo la pletórica felicidad genital que llegó a tener, sino al muchacho de 20 años postrado. Eso es igualmente importante.
P. De hecho, hay una gravedad en esa canción que no tiene el resto de su discografía. La letra no está tan lejos de un ensayo de Montaigne, de verdad…
R. Hay una cosa que es muy llamativa: hoy me han puesto en Radio 3, donde jamás habrá sonado ni cinco segundos Julio Iglesias, fragmentos de Alfonsina Storni, Emily Dickinson y Pablo Neruda y tenía que adivinar cuál era de ellos y cuál era de Julio Iglesias (risas). Era muy divertido: no están tan lejos.
P. Háblame un poco del mundo de las fiestas y espectáculos del 69 al 75, de Benidorm al Pasapoga de Madrid. Hay verdadero cariño en el libro a este.
R. Bueno, a mí me gusta mucho ya que es un mundo que, en el fondo, ya no existía cuando yo nací. Ahora, me gusta pensar en él porque he visto restos y a mí me hace mucha gracia retratarlo. Yo si pudiese viajar en el tiempo a una sala de fiestas en Benidorm o al Pasapoga de aquellos años, sin duda lo haría.
P. En todas las memorias de las vedettes, folclóricas y cantantes los años 70 son dorados. La llegada del IVA destruyó ese mundo, en parte…
R. Sí, sí. No es exactamente así, quizá no había tanta libertad, pero sí había bastante libertinaje (risas).
P. Entiendes esa anécdota de Lola Flores besando el retrato de Franco en el despacho de Blas Piñar de sus memorias
R. No lo conocía. Lo curioso es que nadie que llegase arriba durante el franquismo fue sometido a cancelación después. O sea, Conchita Velasco muta perfectamente.
P. Los personajes, los representantes del tiempo, son también increíbles: Enrique Herreros, Alberto Fraile, Alfonso Santisteban que dejó unas memorias…
R. A mí hay una persona que solamente por su fama siniestra y abominable, Quique Herreros, me hace una cierta gracia. Son gente que hacía y quitaba prosperidades y coincide con el éxodo rural a las ciudades. Se sustituyen los romances de pueblo por la gente que querían discográficas como CBS o Columbia.
P. ¿Pudo esa cursilada que es "Gwendolyne" ganar Eurovisión? Comparada con "La, la, la" o el "Let It Be" español que "Eres tú" no parece una gran pista
R. No, es que también no soy muy “wendolinista” realmente. Quizá ahora, a fuerza de oírla un poquito más, pero me parece simplemente un terrón de azúcar con poca sustancia.
P. ¿Sigue vive Gwendolyne Bollore? Inspiración de la canción y primera novia importante de Iglesias
R. Sí.
P. ¿Has podido acceder a entrevistas de ella? ¿Alguien sabe qué opina de Julio Iglesias y la pista?
R. Es imposible de encontrar. Yo digo que hay dos tipos de gente invisible en el mundo: los muy ricos y los muy pobres. Ella es muy muy rica.
El escritor Ignacio Peyró
P. Me sorprende el estajanovismo de Iglesias a inicios de los 70 ¿Cómo logró llegar a 40 conciertos anuales? Impensable ahora en artistas internacionales
R. Aquello era impresionante y generó muchas tensiones: por ejemplo, en el “World Tour” es cuando rompe con su mánager de toda la vida. Es decir, imagínate gestionar eso sin email: no puedes creértelo.
P. ¿No es "Un canto a Galicia" una campaña de márquetin perfecta para ser superventas internacional? Es decir, dada la migración gallega era imposible no llegar al millón de copias en los 70
R. No fue un éxito intencionado. De hecho, es una canción en la que al principio se tiene muy poca fe. Es una pista rara, con aire folk y además en un gallego absolutamente maltratado.
P. ¿Conoces que le ayudó con la letra Pepe Domingo Castaño?
R. Sí, bueno, no me había acordado de él, aunque ahí hubo varios: un periodista afirma que hay que ponerla en gallego y lo hace la noche antes de estrenarla. Y luego me encanta que él escribió Un canto a Galicia volviendo en coche de Navarra (risas).
P. Aunque este no es un medio de crónica social, es aguda tu opinión sobre la boda Iglesias – Preysler; inicio real de la prensa del corazón fuera de aristócratas atildados
R. Eso es lo más importante: es uno de los legados de Iglesias. Quizá no sea el de más peso, pero sí que ha tenido su dimensión ya que de alguna manera inventaba la prensa rosa.
P. ¿A qué se debe el éxito europeo de Julio Iglesias? Que yo recuerde ni Raphael, ni Camilo Sesto -que también era compositor- llegaron a tener tanto seguimiento
R. Sobre todo, es haber sacado los sencillos inmediatamente después de Eurovisión en varios idiomas. Marcó a fuego ese terreno.
P. Francia o el Reino Unido son mercados bastante difíciles para españoles
R. Absolutamente. Y, además de eso, porque él va generando tanto material grabado que pueden permitirse ir haciendo pruebas en distintos territorios. Dan nueva vida a pistas antiguas en territorios como Alemania e incluso Japón. Van empaquetando todo.
P. Cuéntanos cómo las mujeres fueron clave para que Iglesias saliera en The Tonight Show de Johnny Carson; el programa número uno en EE.UU.
R. Hay una liga de chicas de oro, esposas poderosas, donde está Nancy Reagan. A estas ese sofisticado cantautor europeo que triunfaba en Bélgica les hizo gracia. Lo veían así y los latinos incluso como uno de los suyos.
P. Es importante en el éxito de Iglesias en América algo tan casual como que la mujer de Willie Nelson era fan de Iglesias, de hecho. "To All the Girls I've Loved Before" es con diferencia su mejor dueto
R. Sí, es muy bueno y les hace muchísimo bien a ambos. Julio tenía esa política / estrategia del dueto y lo trabajó mucho para elevarse junto a aquel con quien canta.
P. Además, tener a Nelson era ganarse el “midwest”; la Norteamérica “redneck” y republicana. Era inverosímil que el álbum 1100 Bel Air Place no triunfara
R. Es una cosa que funciona: una especie de maridaje por contraste, que dirían los críticos gastronómicos. Son como chocolate y sal. Sobre el éxito del LP, no olvides que Julio era una estrella antes de estar allí.
P. En aquel tiempo, en los 80, la periodista Maruja Torres sacó su reportaje ¡Oh es él! Viaje fantástico hacia Julio Iglesias ¿Es el reverso progre, le falta la etiqueta de “Libro sancionado por el servicio de información del PSUC”, de tu libro de Iglesias?
R. No, porque lo suyo es más reportaje y está un poco ficcionalizado, digamos. Es un libro directamente en clave satírica. A mí me cae muy bien Maruja, pero no tiene que ver. Luego, sobre todo, está escrito un poco en el momento de allí de más calor.
P. Torres llegó a llamar al Iglesias de los 80 en Jot Down un “fascista asqueroso”
R. Bueno, es una manera de verlo…
P. En los últimos años Iglesias, fuera de estas polémicas, distancia discos y dominan las colaboraciones ¿Dejó de tener ambición? ¿Consiguió todo lo que pretendía?
R. Su escalada hacia el poder duró hasta 1985. Luego, intenta mantenerse y, como él mismo diría después, esto cuesta más. Es como una paloma que da golpes contra el techo: nunca va a llegar a superarlo y navega las aguas plácidas de su éxito.
P. ¿Has leído el prólogo que hizo Iglesias a la biografía de Pepe Domingo Castaño? Me sorprendió que no fuera mal escritor, podría dejar unas memorias
R. En el gabinete de Rajoy siempre se bromeaba diciendo que si no hubiese sido presidente del gobierno hubiese sido un gran escritor de discursos. Nunca se sabe, pero generalmente es al contrario: la gente cree que sabe escribir mejor de lo que escribe.
P. Y, la última pregunta, ¿qué hay de verdad en los supuestos problemas de salud de Iglesias en estos años?
R. Lo que hay de verdad es que tiene 82 años casi.
P. ¿Él conoce este libro?
R. Sí, ahora sí.
P. ¿Has tenido algún tipo de llamada o contacto de Iglesias por terceros?
R. Todavía no, aunque no lo espero. Tú date cuenta, también, que de este señor llevan 60 años escribiendo. Yo creo que ya estará poco impresionado
P. No creo que le vaya a disgustar, a diferencia de Maruja Torres que sospecho pretendió querellarla
R.(Risas) Maruja Torres se obsesionó mucho con él en esos años.
MataNarcisos
09/03/2025 20:10
Eligió las minifaldas de Londres, y la Fiscalidad de Miami, en la que NO EXISTEN IMPUESTOS PERSONALES, solo los Federales.... AHORA ESO SI... SU CORAZÓN LO TIENE EN ESPAÑA. Ojo, me parece lógico que lo hiciese, por ello no le critico, ahora bien, esa costumbre tan Spain, de ensalzar aquellos que se ha "fugado" a otro lugar para no tener que pagar los confiscatorios impuestos actuales en España, no tendría que ser encima objeto de admiración. ¿o si?