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Cultura

La historia del yerno de Wagner: el antisemita que veneró a Hitler

El interior del Festspielhaus, durante la primera representación de El anillo del nibelungo, en 1876.

Es la ciudad wagneriana por excelencia. Se trata de Bayreuth, en Baviera, que año tras año dedica un festival a la obra del compositor alemán. Vivió en ella desde desde 1872 hasta 1882 y estrenó allí El anillo del nibelungo y Parsifal. Allí se levantó el Bayreuth Festspielhaus, un teatro de la ópera construido especialmente para representar las obras de Wagner y en el que año tras año se celebra un festival para interpretar su música.

Un libro editado por el sello Fórcola rescata la historia y la obra del escritor británico Houston Stewart Chamberlain (1855-1927), un personaje polémico que tiene mucha relación con la obra de Wagner y con el festival de Bayreuth en particular. Polémico como pocos, para Stewart el creador de Parsifal fue «el Sol de su vida», fuente de inspiración poética e intelectual, así como una verdadera patria del alma para alguien que se consideró siempre huérfano y apátrida.

Nacionalizado alemán, escribió toda su obra en este idioma, y su libro más famoso, Los fundamentos del siglo XIX, publicado en Viena en 1899, un éxito de ventas en el mundo germánico, y traducido a varios idiomas –aunque sigue siendo muy desconocido en lengua española–. Ejemplo paradigmático de diletante, iniciado en múltiples saberes desde la filosofía kantiana a la ciencia darwiniana, precursor ideológico del nazismo y aquejado de un peculiar antisemitismo, reconocía en Shakespeare y Goethe sus maestros en el espíritu, y a Beethoven como su inspirador musical.

Sin embargo, fue Wagner, al que llegó a conocer efímeramente en su juventud, quien supuso para él un verdadero padre simbólico, extraordinario, luminoso y radiante como el Sol. Casado en 1908 con Eva von Bülow, la hija pequeña e ilegítima del maestro, llegó a convertirse en el conductor espiritual de la Villa Wahnfried, la casa del clan de los Wagner en la colina de Bayreuth, en Baviera.

Stewart dirigió la revista Bayreuther Blätter, y colaboró con entusiasmo en la hagiografía de Wagner. De esta publicación proceden las páginas de Mi camino hacia Bayreuth, todas ellas pertenecientes a sus memorias y que se publican por primera vez en español de la mano del crítico musical Blas Matamoro. Tal y como indican sus editores, están concebidas como un itinerario iniciático del discípulo hacia el maestro, y aunque es fácil advertir sus exageraciones e idealizaciones, no dejan de documentar la potencia carismática del compositor de El anillo del nibelungo y el hecho de que su figura resultara tan fascinante.

Chamberlain fue teórico del pangermanismo y precursor ideológico del nazismo, su antisemitismo se recrudeció tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial. Adolf Hitler, al que conoció en persona en 1923 en Bayreuth y que se volvió asiduo visitante y mentor del Festival de Bayreuth, se inspiró en las ideas antisemitas de sus ensayos. Chamberlain murió el 9 de enero de 1927 y fue enterrado en el cementerio de Bayreuth en presencia de Adolf Hitler.

Fórcola rescata del olvido la obra del ensayista británico Houston Stewart Chamberlain, gran impulsor de los festivales wagnerianos de Bayreuth.

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