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Cultura

Guillermo Arriaga: "Los humanos somos depredadores, siempre perseguimos algo"

Guillermo Arriaga, esta semana en Madrid.

Su padre casi se desmaya en el quirófano y su madre no quiso ni verlo. Su piel estaba impregnada del olor a cadáver de su gemelo, que desde ocho días atrás se pudría a su lado en el vientre materno. Si Juan Guillermo vivió fue gracias a la sangre de desconocidos, a las transfusiones con las que los médicos limpiaron el efecto venenoso que obraba la de su hermano recorriendo la suya. Por eso Juan Guillermo siente que en él viven miles de otras personas. Así arranca El Salvaje (Alfaguara), la más reciente novela del escritor mexicano Guillermo Arriaga, quien se encuentra en España para presentarla ante los lectores españoles este martes 31 en Casa de América (Madrid).

Boxeador en su México natal; cazador paciente y escritor prolífico. ¿Quién es Guillermo Arriaga? Pues un contador de historias, alguien que, "ya sea en cine o en novela"

Boxeador en su México natal; cazador paciente y escritor prolífico. ¿Quién es Guillermo Arriaga? Pues un contador de historias, alguien que, "ya sea en cine o en novela", necesitaría seis vidas enteras para narrar todo lo que ya tiene en su cabeza. Aunque de momento el mexicano tiene solo una vida, le ha cundido para acumular una obra literaria  de la que forman parte Escuadrón guillotina (1991), Un dulce olor a muerte (1994), El búfalo de la noche (La otra orilla, 2000) así como el volumen de relatos Retorno 201 (Páginas de Espuma, 2001), además, por supuesto de su trabajo como escritor y guionista de las películas Amores perros, 21 gramos y Babel, películas dirigidas por Alejandro González Iñárritu, con quien levantó una de las trilogías más sobrecogedoras del cine latinoamericano. En sus historias, de una fuerza arrolladora, persiste una obsesión con la muerte, la violencia, las relaciones, la traición y el choque de opuestos.

Es su obra más ambiciosa, asegura Arriaga. En las páginas de El salvaje (Alfaguara), Arriaga cuenta la historia de Juan Guillermo, un chico que a sus 17 años se enfrenta ante el vértigo violento de todo cuanto le ocurre. Tres años atrás, Carlos, su hermano mayor, ha sido asesinado por unos fanáticos religiosos; abatidos por el pesar, sus padres y su abuela mueren. En el extremo de la rabia y la desesperación, Juan Guillermo jura vengarse. Con esta permanente sensación de venganza discurre una historia trepidante, ambientada en un México violento. Inscrito en su estilo narrativo de pronunciados saltos en el tiempo e historias paralelas, Arriaga cuenta la historia de Amaruq, un hombre que en los helados bosques del Yukón se obsesiona en perseguir a un lobo y cuya travesía lo conduce hacia las profundidades de la locura y la muerte.

Un detalle de la portada del libro.

La figura del animal tiene un fuerte influjo a lo largo de estas páginas, una reivindicación de lo salvaje que se abre paso en la figura del perro y el lobo y también la del cazador. Presa y depredador, en un juego de relevos que acompaña al protagonista desde su alumbramiento. "La civilización no contiene lo salvaje, puede conducirlo a través de determinados mecanismos, pero sigue estando ahí, en la realidad, en la vida. Yo, como los cazadores, espero a que surja esa historia. Un narrador –explica Arriaga- requiere paciencia y silencio", asegura el escritor, quien se formó en una Ciudad en la que belleza y violencia juegan un pulso contenido en todas sus historias, que forman parte por igual de un mismo universo.

"El ser humano es una especie depredadora, porque si algo ha hecho a lo largo de su existencia en la tierra es eso: dominar, permanecer. Por algo siempre estamos persiguiendo algo"

"El ser humano es una especie depredadora, porque si algo ha hecho a lo largo de su existencia en la tierra es eso: dominar, permanecer. Por algo siempre estamos persiguiendo algo", explica Arriaga quien dedicó su último volumen de relatos a un tema que conoce de cerca.  Así quedó plasmado en Retorno 201 (Páginas de Espuma), que toma su nombre de la calle en la que vivió el escritor, y que –justamente- gracias al mecanismo episódico es un libro de cuentos que se comporta casi una novela, con personajes que se repiten y que, como en El salvaje, a pesar de habitar un mundo hostil dejan espacio para la ternura, como ocurre en esta oportunidad con Juan Guillermo, quien vive una extraña historia de amor mientras salta de una azotea a otra, mascullando la venganza contra quienes mataron a su hermano.

"El salvaje reúne todas mis reflexiones. No creo que la adapte al cine, porque prácticamente resulta imposible sintetizar un libro así en un formato cinematográfico”

"El salvaje reúne todas mis reflexiones. No creo que la adapte al cine, porque prácticamente resulta imposible sintetizar un libro así en un formato cinematográfico”, explica. Aunque no habla directamente de retomar sus colaboraciones con Iñárritu y apunta casi por completo a dedicarse de lleno a la literatura, Arriaga tampoco ha cortado su relación con el cine. Tras y como lo ha demostrado con su participación en distintos proyectos, como por ejemplo su participación como productor de películas como Desde allá, del venezolano Lorenzo Vigas, con quien estará en la gala de los premios Goya del próximo sábado, con la aspiración de llevarse el galardón a mejor película iberoamericana.

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