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Cultura

Apaguen esa tableta, que llega Estrella Morente

La diva de Granada ofreció en Madrid un recital de copla espléndido y clásico

El primer aplauso llegó antes de que sonará el primer requiebro. Una voz entre las localidades más lejanas al escenario gritó "Apaga ya esa 'tablet'", protestando por una luz digital en la pista del Teatro Circo Price de Madrid. De manera espontánea, muchos espectadores lo agradecieron dando palmas. Una joven de mi fila comentó que este público no aguantaría diez minutos en un concierto de Rosalía, donde hay que convivir con la luz de cientos de pantallas de manera permanente. Esa anécdota separa al público de ambas artistas, unos canónicos y analógicos, otros digitales y adictos a las últimas tendencias de consumo cultural. Ambos aprecian a las divas de la canción española pero tienen actitudes difícilmente reconciliables. Tradición nacional frente a adaptación al paradigma pop anglosajón.

La principal apuesta de Estrella Morente (Granada , 1980) ha sido siempre el respeto a los géneros que cultivado. En el caso de la copla, se traduce en un vestuario tradicional, el repertorio más clásico e incluso en una reproducción de la gestualidad de los mitos de este tipo de canción, por ejemplo Lola Flores cuando ataca “Pena, perita, pena”. A mitad del show, aparecen fotografías y carteles de cine de las grandes figuras que marcaron época, desde Concha Piquer hasta Rocío Jurado, pasando por Miguel de Molina, sin olvidar a Isabel Pantoja. Estrella Morente prefiere insertarse en la tradición que agitarla, pero esto no debe verse como un demérito, sino como parte esencial de su camino musical. No es sencillo grabar un álbum tan sólido y sustancial como Copla (2019), donde se enfrenta al mejor repertorio posible.

Uno de los momentos más intesos fue "La niña de puerta oscura", junto a la turbulenta de "Miedo" y el clásico "Yo soy esa", himno confesional y de empoderamiento

La noche empezó y terminó con "Madrina", un drama con amor torero que sonó elegante la primera vez y vibrante la segunda, ya que la artista había entrado totalmente en calor. Terminó la interpretación tirando el abanico al suelo, como en el caso de "La niña de puerta oscura", uno de los momentos más intensos, junto a la turbulenta de "Miedo" y las emociones torrenciales de "Yo soy esa", himno confesional y de empoderamiento de una prostituta.  También destacó una alegre interpretación de "Suspiros de España". Nadie pudo salir del Price dudando de lo obvio: la copla es un género de abajo, al servicio de las historias de las mujeres y con un voltaje poético insuperable.

Momentos flamencos

El concierto sesostuvo  en la solvencia de la Orquesta Muncipal de Granada, formada por una veintena de excelentes músicos. También hubo -cómo no-  un tramo de flamenco a flor de piel que demostró - entre otras cosas- que una voz vulnerable y unos nudillos contra una mesa pueden alcanzar grandes alturas musicales. La acompañaron Montoyita, Ángel Gabarre, Antonio Carbonell y 'El Popo'. "Los cuatro muleros" pusieron el punto festivo y "Tangos de la vida" resonó pletórica, trayendo a la memoria a su padre, Enrique Morente. Los recitales de Estrella Morente no apuestan por la sorpresa, sino por el rigor y las certezas, algo que escasea en la cultura contemporánea. El mayor triunfo de esta noche fue hacer honor a unas palabras recitadas en off antes de que la cantante pisase el escenario: "La copla no es el baúl de los recuerdos, sino pura vida".

Los recitales de la gira de Copla no son solo el acto de presentación, sino casi una lección magistral de historia de música popular española

Es cierto que no siempre es recomendable comparar artistas distintas. Rosalía busca y consigue que nuestro pop compita de tú a tú con el de Estados Unidos, mientras Estrella Morente trata de recordarnos que "la tradición no es el culto a las cenizas, sino la transmisión del fuego", según reza la elocuente frase de Gustav Mahler. Los recitales de la gira de Copla no son solo el acto de presentación del disco, sino casi una lección magistral de historia de música española donde conviven los ecos de Falla, Lorca, el maestro Rodrigo, los compositores copleros clásicos y la alegría popular de las bandas de metales, que lo mismo colorean una tarde de toros que una fiesta patronal. Sin duda sería un acierto poner un DVD con el concierto de anoche en las clases de música de los institutos, para explicar de dónde y adónde puede llegar nuestra música popular.

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