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Cultura

Cinco errores que no debe cometer en la Feria del Libro Antiguo de Madrid

Una imagen de las 39 casetas de la Feria del Libro Antiguo.

La primavera se instala en la ciudad justo cuando llega la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión al Paseo Recoletos de Madrid. Se ha celebrado durante 40 años y esta será su edición número cuarenta y uno. Hasta el día 15 de mayo, más de 30 librerías especializadas en libro viejo y de segunda mano de toda España subirán la persiana de sus casetas desde las 11.00 hasta las 21.00 horas, todos los días. Conocida como la Feria de Primavera, en ella se pueden conseguir, a precios muy económicos, desde lo que se llama libro de fondo -volúmenes usados, descatalogados, raros o de ocasión- hasta joyas de anticuario. Quienes saben, tienen ya su mapa personal; aunque con el libro antiguo nunca hay que fiarse: donde menos lo espera, salta la liebre. Así que hay básicos que nunca está de más repasar.

Organizada por la Asociación de Libreros Lance de Madrid, la feria se celebra desde el año 1977. Su esencia radica no sólo en recuperar ediciones de ocasión, sino también ejemplares cuya singularidad constituyen parte del patrimonio histórico y bibliográfico: primeras ediciones literarias de las generaciones, ediciones románticas ilustradas con grabados y litografías, encuadernaciones artísticas, documentos manuscritos de todas las épocas (carteles, postales, además de alta bibliofilia). Su reino es el papel: reediciones, ediciones aniversario de publicaciones señeras, postales, colecciones.

Entre Cibeles y Bárbara de Braganza se despliegan las casetas de las treinta y nueve librerías invitadas para completar un recorrido que valdría la pena tener preparado. Ir a picotear tiene encanto pero hay cosas que conviene tener muy claras, sobre todo si quien se asoma al mundo del papel antiguo quiere salir de él con unos cuantos buenos ejemplares. Para conseguirlo, he aquí una mínima lista de supervivencia  o al menos una recopilación de los errores que debería evitar si quiere tener éxito en sus visitas a esta primera cita librera del año.

1. Una aguja en un pajar 

Puede ocurrir el milagro, sin duda. Pero si lo lleva preparado,  podrá ocurrir dos veces. El libro de fondo y descatalogado es huidizo; aparece y desaparece, dependiendo, claro está, de cuántos circulen en ese momento por el mercado. Antes de ir a la feria estaría bien entrar en las plataformas en línea de libros usados.  Algunas de estas, como Iberlibro, permiten localizar  ejemplares de segunda mano, descatalogados y agotados. Este tipo de herramienta compara los libros por librería, provincia, precio o edición. De un mismo libro podrá conseguir cerca de 15 o 20 versiones, todos ellos distintos (depende de la edición, del estado de conservación, etc, etc). Vea dónde está el que busca y con eso en mente, diríjase a Recoletos. En la feria participan 31 libreros de Madrid, 4 de Barcelona, 1 de Sevilla (nada menos que Librería  Renacimiento, una histórica del ramo), 1 de Pamplona, 1 de Granada y 1 de Salamanca. Allí, en vivo y directo, podrá comprobar cuál es el estado exacto del libro que busca y qué librerías lo tienen. Aquí tiene un listado completo las librerías que participan.

2. No compre un libro, busque un librero

Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y en el mundo de las estanterías y libros los que tienen eso más claro son los libreros. Por eso conviene buscar un librero experto: sabrá  dónde buscar para dar con la edición descatalogada de tal o cual libro, e incluso mejor que eso es la capacidad que tienen para ensamblar lectura y conocimiento. Emprender el recorrido buscando un ejemplar en concreto conduce  a la llave mayor, al librero. Por eso, en esta feria, más que recomendar itinerarios, conviene buscar prescriptores y esos, sin duda, son ellos. Nadia aprende en cabeza ajena, pero en esta feria hay prescriptores de primera. Uno de ellos es Juan Molina, dueño de la Librería Vitorio, ubicada en la caseta 34 de esta feria. Quienes conocen a Juan Molina –todos le llaman Vitorio- saben que tienen un librero de esos que cuesta conseguir. Lo que lo distingue del resto es su cercanía. La vieja costumbre del librero como prescriptor cobra vida en él. Sólo una conversación con Molina merece tomarse un tiempo. Presidente de Libris, la asociación que organiza la Feria de Otoño, en su librería tiene platos fuertes para todos los gustos, bolsillos y costumbres lectoras: desde ejemplares de ocasión o segunda mano a un euro hasta joyas del XIX, colecciones de historia así como un capítulo de volúmenes de historia de la guerra del siglo XIX, además de libros de viaje y Madrid. Si lee estas líneas y acude a la caseta de Vitorio, no dude en preguntar.  

3. Coleccionistas en papel

Hay quienes buscan libros, pero también los que rastrean dónde conseguir joyas de ese otro mundo, todavía más complejo: el del coleccionismo en papel. A esta feria acude, justamente, una de las librerías de viejo más llamativas en esa especialidad. Se trata de la librería Anticuaria Mundus Libri, de Salamanca. En ella no sólo se encuentran manuscritos, documentos cartográficos, libros antiguos, raros o descatalogados, sino que además pueden adquirirse todos los objetos que tienen relación con el libro, la historia de la escritura y el coleccionismo: escribanías, grabados, fotografía antigua, álbumes de fotos. Podrá ubicar su localización en el listado completo de casetas invitadas.  Su ubicación habitual es el número 43 de calle Compañía, centro histórico de Salamanca, en las antiguas paneras del Convento de las Madres Agustinas Recoletas, fundación del Duque de Monterrey en el siglo XVII. 

4. Nostálgicos irredentos, ¡aquí los Hollister!

Libro de ocasión, papel antiguo… falta un apartado, uno de los más complejos y refinados, valga decir: el mundo del cómic, que se cotiza a veces al alza, como si de un incunable se tratara. Más de uno acude a Recoletos buscando cazar un Ibáñez de los antiguos o una edición limitada, y ya ni hablar de las colecciones aquellas de los Hollister y sus series. En ella es posible encontrar cómics, revistas, literatura juvenil y de aventuras... fogonazos de memoria en forma de cuadernillo. Si es usted uno de los que se retrata en ese grupo, hay una librería que debe visitar: Recuerdos. La librería madrileña está ubicada en la caseta 4 de la feria. Es de las favoritas de los aficionados al cómic, porque se pueden conseguir publicaciones seriadas y colecciones, además de joyas como pequeños cromos agotados, cuadernillos, pegatinas, álbumes.

5. El libro de este año

Como en cada edición, en esta ocasión la Asociación recupera un libro. Marcharse sin hacerse con uno de estos ejemplares es un despropósito. Son verdaderas recuperaciones. En este año los libreros han elegido La calle de Valverde, de Max Aub. En esta novela costumbrista, el escritor reconstruye el mundo sórdido, sainetesco y entrañable de Madrid en tiempos de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera. En 1967 el libro se publicó en España en una versión censurada y en 1970 apareció en su edición íntegra. La edición conmemorativa de la 41ª Feria del Libro Antiguo y de Ocasión es la publicada en 1961 en México.

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