Cultura

El Holocausto: las claves del mayor crimen de la historia

Más de seis millones de judíos fueron asesinados durante la persecución nazi

  • Auschwitz-Birkenau.

Alemania estaba perdiendo la guerra de forma definitiva en el verano de 1944. Los aliados habían desembarcado en Normandía y los soviéticos acababan de derribar las líneas alemanas del frente oriental con la operación Bagration, pero el Tercer Reich se afanaba por completar una de sus misiones, exterminar a todos los judíos europeos. El Ejército alemán retrocedía de este a oeste y Auschwitz registraba cifras récord de eficiencia con la deportación y asesinato de más de 400.000 judíos húngaros. Auschwitz es el emblema de toda aquella industria de la muerte de alambradas de espino y altas chimeneas que representó el Holocausto. El 27 de enero de 1945, el ejército soviético liberó el campo situado en territorio polaco. Fue el mayor campo de concentración y exterminio nazi y el que más muertes generó. Se estima que 1,3 millones de personas murieron en su interior, el 90% de ellos eran judíos. Uno de los datos más escalofriantes sobre esta fábrica genocida es que la inmensa mayoría de las víctimas, en torno a 900.000, fueron ejecutadas de forma inmediata, minutos después de bajar de los vagones. La fecha de la liberación quedó como el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.

El Holocausto fue el intento de exterminio del pueblo judío perpetrado por el régimen nazi. Desde que Hitler llegó al poder a comienzos de 1933, los judíos fueron uno de los grupos más perseguidos por el nazismo, que desplegó una amplia gama de políticas racistas que llevaron del señalamiento al exterminio. 

Expulsados de la esfera pública, expulsados de su país

Antes de comenzar el asesinato sistemático de todos los judíos europeos, el nacionalsocialismo había señalado, marginado y perseguido a los judíos alemanes. Hitler tardó pocos meses en convertir a Alemania en una dictadura de partido único. Con el parlamento cerrado y gozando de plenos poderes, promulgó las primeras leyes antisemitas que excluían a los judíos de cualquier cargo público. El aparato legislativo promulgado durante los siguientes años se combinaba con acciones como boicots, redadas y toda clase de pogroms, perpetrados por sus fuerzas del orden como la policía o cuerpos paramilitares como las SA  o las SS.

La más conocida fue la Kristallnacht, la Noche de los cristales rotos, del 9 al 10 de noviembre de 1938, orquestada por los nazis en Alemania y Austria, recientemente anexionada. Un ataque coordinado y generalizado por todo el país a sinagogas, comercios y viviendas judías que dejó más de un centenar de judíos muertos, miles de arrestados. Las llamas se cobraron más de un millar de sinagogas y 7.000 tiendas fueron destruidas o gravemente dañadas.

Cristales rotos, Berlín 1938

Escaparate destrozado de una propiedad judía en Berlín, 1938.

Holocausto a balazos

Esta persecución provocó una emigración masiva que en seis años redujo el número de judíos a más de la mitad. De los 523.000 judíos que había en Alemania en 1933, solo quedaban 202.000 en 1939. La acumulación de violencias llegó a su clímax a partir de 1941 con la invasión de la Unión Soviética en la Operación Barbarroja. Los nazis irrumpieron a sangre y fuego en el lugar en el que más judíos había del planeta en aquel momento y su decisión fue exterminarlos a todos. Primero a balazos y después con métodos más 'eficientes' como los campos. 

El primer holocausto fue el conocido como Holocausto por las balas consistente en seleccionar a toda la población judía de una localidad, fusilarlos y enterrarlos en enormes fosas comunes. En su avance hacia el este, los alemanes incrustaron junto a la Wehrmacht a los Einsatzgruppen, grupos de matanza itinerantes. Estos cuadros, que iniciaron de manera sistemática el asesinato indiscriminado de judíos, incluidos niños, mujeres y ancianos, dejaron un saldo de más de un millón de víctimas. Entre las matanzas más atroces se encuentra la del barranco de Babi Yar, en Kiev, donde más de 33.000 personas fueron fusiladas en tan solo 48 horas. La extrema brutalidad de estas ejecuciones, llevadas a cabo disparo a disparo, generó un impacto psicológico devastador incluso entre los propios verdugos, lo que se convirtió en uno de los motivos para desarrollar métodos de exterminio masivo que fueron "más eficientes" y menos traumáticos para ellos.

Asesinato de judíos en Ivángorod, URSS (1942) Einsatzgruppen

Asesinato de judíos en Ivángorod, URSS (1942) por parte de los einsatzgruppen. En la foto se observa a una mujer con un niño en brazos.

Campos, cámaras de gas y crematorios

 

“Para fines de 1941, las autoridades de las SS habían acumulado la información y experiencia necesarias para acelerar la solución a la «cuestión judía» mediante el establecimiento de una nueva red de campos de concentración que se superponía a los métodos preexistentes. La operación Reinhard se inició en marzo de 1942 y, tras experimentos preliminares de gaseamiento a principios de septiembre de 1941, dos cámaras de gas estaban ya operativas en Birkenau en la primavera y verano de 1942. Los años 1942 y 1943 marcaron la fase más mortífera del Holocausto, siendo testigos de la muerte de más de tres millones de judíos, con una medio de más de cuatro mil víctimas al día. Auschwitz, junto con su sistema de subcampos, tenía la capacidad de matar e incinerar a 4.756 prisioneros diariamente. Treblinka, cuya construcción concluyó a finales de julio de 1942 y operó hasta el otoño de 1943, emergió como una de las instalaciones más mortales de las SS. En un período de cuatrocientos días, 925.000 judíos fueron asesinados a una tasa de 2.300 víctimas por día”, destaca Xabier Irujo en La mecánica del exterminio, un magistral análisis de las fases del Holocausto desde el desplazamiento hasta el tratamiento de las cenizas de las víctimas. 

Cremación de cadáveres en Auschwitz.

Una de las pocas imágenes que se conservan del interior de Auschwitz en funcionamiento. Fotografías del Sonderkommando.

¿Cuántos judíos murieron?

La historiografía ha situado el número de víctimas de judías en torno a unos 6 millones de personas. Aproximadamente 2,7 millones de judíos fueron asesinados en centros de exterminio, solo en Treblinka y Auschwitz fueron asesinados más de 2 millones de personas. Otros dos millones de judíos fueron asesinados en operaciones de fusilamiento masivo por los Einsatzgruppen, los escuadrones de ejecución itinerantes, y otras matanzas masivas. Entre 800.000 y 1.000.000 fueron asesinados en ghettos, en campos de trabajo y en campos de concentración por el maltrato recibido de los alemanes y sus colaboradores. Y otras 250.000 judíos fueron asesinados en otros actos de violencia fuera de los campos y ghettos, según los datos del The United States Holocaust Memorial Museum (USHMM). A estas cifras habría que añadirle unas 221.000 personas de etnia gitana (romaní).

 

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