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Cultura

Camilleri y las 22 novelas de la saga Montalbano en una sola colección

El escritor Andrea Camillleri.

Andrea Camilleri pasó cuarenta años trabajando como guionista y director de teatro y televisión. Hasta que, en 1993, con La ópera de Vigàta, se preguntó: "¿Soy capaz de escribir una novela empezando por el primer capítulo y siguiendo el hilo, sin saltos temporales ni lógicos, hasta el último?". La respuesta fue La forma del agua, primera entrega de la saga dedicada a Savio Montalbano, el comisario de Vigàta, que salió publicada en 1994.

Y porque de Camilleri habría que rescatarlo todo, reunirlo todo, leerlo todo, el sello editorial Salamandra ha elaborado una Biblioteca de autor dedicada al siciliano. Presentadas por orden cronológico, este primer tomo de la colección reúne La forma del agua, que vio la luz en 1994, El perro de terracota, publicada en 1996, y El ladrón de meriendas. La idea es editar todas las novelas hasta completar las 22 publicadas hasta ahora.

Salvo Montalbano, un personaje que ha conquistado a miles de lectores. El bautizo del comisario terminó siendo un homenaje de Camilleri a su amigo y admirado Manuel Vázquez Montalbán, con quien mantuvo una relación estrecha durante muchos años, hasta el fallecimiento del escritor catalán, de cuya pluma surgió el también policía Pepe Carvalho.

Camilleri no llegó a encontrarse más de 10 veces con Vázquez Montalbán, pero no le hizo falta. Los unía, decía, una amistad siciliana. "Un arte difícil, hecha más de silencios que de palabras". Se conocieron en Mantua, y desde entonces hasta llegaron a pensar en la posibilidad de escribir un libro a cuatro manos sobre su formación civil -ambos eran comunistas- y literaria. No les dio tiempo. 

Todavía hoy, el escritor italiano rememora la tarde del mes de octubre en que recibió, por correo, el último libro de Vázquez Montalbán: "Mas tarde me enteré de que en el momento exacto en que recibía el libro, Vázquez Montalbán moría en Bangkok". Coincidencias puñeteras; el azar vistiéndose de metáfora para que las cosas duelan ¿menos…? ¿o más bellamente?

Tanto es el afecto por el autor de Los mares del sur que Camilleri, quien apenas abandona su casa en Roma, hizo una excepción a su encierro y viajó a Barcelona en febrero de este año para recoger el IX Premio Pepe Carvalho de novela negra, galardón que honra la memoria de Manuel Vázquez Montalbán. En ese viaje confesó a la prensa catalana lo bien que se lo pasaba haciendo envejecer a Montalbano.

También autor de novela histórica –hay libros monumentales de esa serie, como El movimiento del caballo o La concesión del teléfono- y ensayo, Camilleri sin embargo no ve cercano el final de Montalbano. "Se siente más viejo de lo que en realidad es, pero no quiere jubilarse", asegura.

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